Debido a ciertos espectáculos y programas de televisión, las técnicas sugestivas se han visto muy perjudicadas, han perdido credibilidad y se se perciben como una especie de hechizo mediante el cual, un hipnotizador puede conseguir cualquier cosa de otra de persona. Desde que sea un prodigio de la música hasta que esta haga el ridículo más absoluto.
Pero nada más lejos de la realidad, la sugestión es un proceso psicológico altamente estudiado y que, llevado a cabo por profesionales de la salud cualificados, puede ser de gran ayuda en ciertos tratamientos cognitivo-conductuales.
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¿Qué es la sugestión?
En términos literales se conoce como sugestión al proceso psicológico que permite la manipulación mental de otras personas a través de una serie de técnicas; otras personas, medios de comunicación o todo tipo de agentes como la música o los libros, tienen la capacidad para orientar o conducir las ideas, emociones o conductas de las personas.
Aunque tradicionalmente se ha asociado con la hipnosis, las sugestiones son eficaces y comúnmente utilizadas en otros ámbitos en los que la persona se encuentra fuera de un estado hipnótico. Por ejemplo, la publicidad en los medios de comunicación ha sido siempre acusada de manipular nuestro comportamiento para conseguir sus propios fines y beneficios.
No obstante, la sugestión puede llegar a ejercer un enorme poder sobre nuestro comportamiento, así como en la manera que percibimos la realidad. Pero para ello es igual de importante tanto la capacidad de una persona o agente para ejercer la sugestión, como lo sugestionable o manipulable que resulte la persona objeto esta.
Esto significa, que una persona altamente sugestionable es susceptible de ser manipulada por cualquier agente sin que esta se de cuenta. En estos casos es muy probable que esta se deje llevar por lo transmitido en los medios de comunicación, anuncios y publicidad o por lo que le digan otras personas.
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Su aplicación en hipnosis y práctica clínica
Tal y como se describe en el punto anterior, tradicionalmente se ha asociado la sugestión con las prácticas de hipnosis. Y aunque están estrechamente relacionadas existen algunos factores que las diferencian. Por hipnosis podemos entender el proceso completo a través del cual se sumerge a la persona en un estado mental de trance o conciencia alterada, mientras que la sugestión sería el acto concreto de transmitir cierto mensaje o información a la persona.
No obstante, existe un extenso debate acerca de si la hipnosis o el estado hipnótico es un estado real de trance o si, en cambio, la alteración del comportamiento se explica a través de factores o condicionantes motivacionales como la actitud o las expectativas de la persona. Aunque durante muchos años estas técnicas han sido altamente cuestionadas, en los últimos años se está observando un incremento progresivo de su uso en contextos clínicos y de la salud, tanto física como psicológica.
El motivo principal por el que, tradicionalmente, se ha dudado mucho de estos procedimientos es que han sido representadas como una práctica casi mágica en la que una persona, con más aspecto de mago o hechicero que de profesional en psicología, ejercía una serie de embrujos sobre el otro que le llevaban a comportarse de manera excéntrica o extraña. No obstante, diversos estudios han demostrado que, realizada de manera seria y siempre de manos de un profesional en psicología e hipnosis, las técnicas sugestivas pueden llegar a ser considerablemente eficaces como coadyuvante de los tratamientos cognitivos-comportamentales.
Esto significa que, según estas investigaciones, los tratamientos para una serie de afecciones o dolencias específicas que se acompañan de una algunas sesiones que incluyen técnicas hipnóticas, resultan más eficaces que si se realizan sin ellas.
Dentro de estas intervenciones se incluyen los tratamientos para dejar de fumar y algunas adicciones conductuales, el manejo del dolor físico, los trastornos de sueño, los procesos de pérdida de peso o la enuresis nocturna en niños; para los cuales se ha demostrado que los procesos hipnóticos son altamente eficaces.
De la misma manera, muchos otros expertos ponen de relieve la posible eficacia de las técnicas hipnóticas como parte de la terapia cognitivo-conductual para el tratamiento de trastornos emocionales como la ansiedad o la depresión.
Tipos de sugestión
Existe una extensa clasificación de los tipos de sugestión, los cuales son distinguidos según si se realiza de manera directa o indirecta, según el momento en el que se lleva a cabo el efecto de la sugestión o según la reacción que se espera provocar.
Sugestión directa o indirecta
La primera clasificación es aquella que distingue entre las sugestiones directas y las indirectas.
1. Sugestión directa
Conocidas también como autoritaria, en este tipo de sugestión se le indica directamente a la persona lo que se pretende que experimente. Por ejemplo: “nota como tus párpados se vuelven cada vez más y más pesados”.
2. Sugestión indirecta
Llamadas incorrectamente sugestiones permisivas, en este caso se intenta obtener una respues sin el consentimiento consciente de la persona. Son especialmente útiles en personas escépticas o recelosas del tratamiento.
Sugestiones según el momento
Por otra parte, dependiendo de si los efectos de la sugestión acaban o no al finalizar la intervención hipnótica, podremos diferenciar entre sugestiones hipnóticas o sugestiones post-hipnóticas
1. Sugestiones hipnóticas
Cuando se hace referencia a sugestiones hipnóticas hablamos de aquellas que se inician cuando el profesional comienza la técnica sugestiva y acaban con el fín del estado hipnótico. Es decir, la persona solamente experimentará los efectos de la hipnosis mientras dure la sesión.
2. Sugestiones post-hipnóticas
En este segundo tipo de sugestiones, más utilizadas en la práctica clínica, las sugestiones se dan u ordenan durante la sesión, pero son experimentadas por la persona una vez esta ha terminado. La intentención es que la persona modifique su conducta o pensamiento en la vida diaria, no solamente a lo largo de la consulta.
Sugestiones según la reacción provocada
La última y más extensa de las clasificaciones es aquella que divide los tipos de sugestión según la reacción que se pretende obtener. En este caso podemos distinguir entre las siguientes.
1. Sugestiones motoras
Las sugestiones motoras tienen como objetivo una respuesta física o motora. Esto incluye tanto la inducción de ciertos movimientos como la inhibición de estos. A través de ellos se puede conseguir que una persona mueva cualquiera de sus articulaciones o, por el contrario, sumergirla en un estado de parálisis o catalepsia.
2. Sugestiones sensorio-fisiológicas
Por sugestiones sensorio-fisiológicas se entiende la inducción de todas aquellas respuestas relacionadas con la psicofisiología de la persona, así como con la capacidad propioceptiva.
Ejemplos de estas sugestiones son aquellas que intentan provocar o inhibir en la persona sensaciones de dolor, de cambios de temperatura, de pesadez o cualquier sensación relativa a los sentidos, a excepción de la vida y el sentido auditivo, que se incluyen en las sugestiones cognitivo-perceptivas.
3. Sugestiones cognitivo-perceptivas
Finalmente, las sugestiones cognitivo-perceptivas hacen referencia a reacciones provocadas en los procesos mentales superiores tales como la memoria, así como a los procesos sensoriales auditivos y visuales.
Por lo tanto, mediante las técnicas sugestivas se puede alterar la capacidad de una persona a la hora de percibir un estímulo concreto, así como provocar una especie de alucinaciones o imágenes visuales o auditivas.
No obstante, es necesario especificar que estas alucinaciones no tienen nada que ver con lo pretenden provocar o simulan conseguir los espectáculos de hipnosis tradicionales, así como de las alucinaciones experimentadas en ciertos desórdenes psiquiátricos.