La adolescencia es un periodo lleno de descubrimientos, cambios, primeras veces y nuevas experiencias. Para todos y todas supone una época en la que tenemos que enfrentar nuevas realidades y sentimientos, pudiendo generar problemas relacionados con la ansiedad, el estrés y la construcción de una identidad. Si esta etapa es complicada para las personas socialmente normativas, es todavía más complejo navegar por la adolescencia siendo un/a adolescente disidente.
Las personas disidentes sexuales pueden experimentar en algún momento de su vida disforia de género, un intenso sentimiento de desconexión entre el cuerpo sexual y la concepción mental que se tiene del mismo y del género. Normalmente, esto sucede durante la adolescencia, debido a ser el momento en el que tienen lugar las primeras exploraciones sexuales y cuestionamientos identitarios.
Es importante hablar sobre estas realidades que en muchas ocasiones quedan invisibilizadas por no representar a la mayoría de personas. Por eso, en este artículo trataremos de dar una visión informativa sobre la disforia de género en adolescentes, con el objetivo principal de arrojar luz sobre este tema y generar conocimiento y conciencia.
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¿Qué es la disforia de género?
La disidencia hace referencia a la diferenciación de la norma, a la vivencia de experiencias que no se corresponden con los estereotipos sociales y normativos sobre lo que se espera de cada persona y su papel en la sociedad. De esta forma, la disidencia sexual hace referencia, por ejemplo, a una vivencia de la sexualidad y del género de una forma diferente a la normativa; la heterosexual y cisgénero.
En este sentido, antes de entender la disforia de género encuadrada exclusivamente durante la adolescencia, es importante definir y delimitar qué es la disforia de género. La disforia de género es un término utilizado para describir la situación que las personas que sienten una incongruencia entre su identidad de género y el sexo asignado al nacer.
Repasando estos conceptos, la identidad de género hace referencia a la manera en la que una persona se percibe a sí misma como hombre, mujer o algún otro género fuera del especto binario. El sexo asignado al nacer se basa en las características biológicas como los genitales, cromosomas y hormonas, entre otras.
Las personas que experimentan disforia de género pueden experimentar un malestar significativo o angustia por esta discrepancia, teniendo dificultades para encontrar explicaciones a sus sentimientos y no encontrando un lugar en el que encajar en la sociedad. Esto afecta a la salud mental, el bienestar emocional y el funcionamiento social y es importante conocer sobre estas realidades para poder dar respuestas que suplan las necesidades emocionales y de apoyo de estas personas.
La disforia de género puede manifestarse desde la infancia o surgir más tarde en la vida. Algunas personas con disforia de género pueden optar por realizar un proceso de transición, que consiste en alinear su expresión de género con su identidad de género mediante cambios sociales, legales y/o médicos. Estos cambios pueden incluir el uso de un nombre y pronombres diferentes, el cambio de vestimenta y apariencia, el acceso a tratamientos hormonales y/o quirúrgicos, y el cambio de documentos legales. Sin embargo, no todas las personas con disforia de género desean o necesitan realizar una transición, ni todas las transiciones son iguales.
De manera polémica, la disforia de género se encuentra tipificada como trastorno en los manuales diagnósticos DSM-5 y CIE-11. Estos manuales facilitan el acceso a la atención médica y a un tratamiento adecuado para las personas con disforia de género. Sin embargo, algunos colectivos y organizaciones critican la patologización de la diversidad de género y reclaman el reconocimiento y respeto de las identidades disidentes sin necesidad de un diagnóstico médico.
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Factores y causas de la disforia de género
La comprensión de la disforia de género en adolescentes implica explorar una serie de factores que pueden contribuir a su aparición. Si bien la investigación en este campo está en constante evolución, se ha propuesto una combinación de factores biológicos, genéticos, ambientales y sociales que podrían influir en la forma en que se desarrolla la identidad de género de un individuo.
1. Factores biológicos y genéticos
En primer lugar, se han sugerido posibles factores biológicos y genéticos. Estudios han examinado las diferencias en la estructura cerebral y las hormonas durante el desarrollo para comprender cómo estos pueden influir en la identidad de género. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los factores biológicos no son determinantes absolutos y no todos los adolescentes con disforia de género experimentan cambios biológicos significativos.
2. Factores sociales y culturales
Además de los factores biológicos, el entorno social y cultural desempeña un papel crucial en la formación de la identidad de género. Las expectativas de género arraigadas en la sociedad pueden ejercer presiones sobre los adolescentes para que se ajusten a las normas binarias tradicionales. Esto puede resultar en una desconexión entre la identidad de género interna y las expectativas externas, lo que contribuye a la aparición de la disforia.
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3. Factores ambientales
Los adolescentes también pueden verse influenciados por su entorno familiar y educativo. El apoyo o la falta de apoyo en estos entornos puede desempeñar un papel fundamental en cómo los adolescentes perciben y experimentan su identidad de género. El rechazo o la falta de comprensión por parte de la familia y amigos pueden aumentar el estrés y la angustia de un adolescente que ya lucha con la disforia. Además, la exposición a modelos de género en los medios de comunicación y la sociedad también puede tener un impacto. La presión para cumplir con los roles de género tradicionales puede influir en la percepción que los adolescentes tienen de sí mismos y en su capacidad para expresar su identidad de género de manera auténtica.
¿Cómo se manifiesta durante la adolescencia?
La disforia de género es especialmente desafiante durante la adolescencia principalmente por los cambios y desarrollos del cuerpo característicos de la pubertad. Una mayor evolución de los órganos sexuales, el crecimiento de los pechos, la aparición de vellos púbicos… Cuando no te identificas con el sexo asignado al nacer y cada día tienes que ver un cuerpo que no sientas que te represente y que cada vez evoluciona hacia donde no quieres que evolucione puede ser aterrador y generar mucha ansiedad y estrés que degenere con el paso del tiempo en trastornos psicológicos y emocionales más graves.
La disforia de género en algunas ocasiones genera en las personas que la experimentan un fuerte deseo de deshacerse de estos genitales o características sexuales desarrolladas durante la pubertad, o de intentar evitar el desarrollo de estas características mediante la hormonación u otras técnicas. Además, esto en ocasiones se experimenta al mismo tiempo que el deseo de tener los genitales y características sexuales del género con el que la persona se identifica. De forma ajena al cuerpo, las personas que experimentan disforia de género también suelen tener la necesidad de ser tratados/as/es con otro género, pidiendo que las referencias a ella/él/elle sean mediante el uso de pronombres determinados.
Es importante tener en cuenta que no todas las personas experimentan la disforia de género de la misma manera. No todas las personas disidentes de género tienen la necesidad de cambiar su cuerpo o comenzar procesos de hormonación y transición. Es importante escucharse y entenderse y saber que cada forma de experimentar y vivir nuestra sexualidad y nuestro género es válida, siempre que no se base en la autodestrucción y el castigo. La disforia de género puede ser muy confusa y dolorosa, pero a raíz de esta se genera la posibilidad de generar una relación con nosotros/as mismos/as y nuestra identidad construida sobre cimientos sólidos y seguros.
La importancia de tener apoyo
Enfrentar la disforia de género en la adolescencia requiere un enfoque integral que incluya apoyo emocional, comprensión y opciones de tratamiento adecuadas. Para los adolescentes que luchan con la desconexión entre su identidad de género y su sexo asignado, es fundamental tener acceso a un entorno en el que puedan explorar su identidad de manera segura y recibir el apoyo necesario. El apoyo emocional de la familia, amigos y comunidad es esencial.
Los adolescentes que se sienten respaldados por aquellos que los rodean tienen una mayor probabilidad de enfrentar los desafíos con mayor resiliencia. Es crucial que los adultos que rodean a los adolescentes se eduquen sobre la disforia de género para brindar un entorno libre de juicio y lleno de comprensión.
La terapia de género es una opción de tratamiento valiosa. Los terapeutas especializados pueden ayudar a los adolescentes a explorar su identidad de género, manejar el estrés y la ansiedad, y desarrollar habilidades para enfrentar los desafíos. Además, la terapia puede brindar un espacio seguro para expresar emociones y preocupaciones, lo que puede ser especialmente beneficioso durante la adolescencia. En algunos casos, los adolescentes pueden optar por tratamientos médicos para alinear su cuerpo con su identidad de género. Bajo la supervisión de profesionales de la salud, estos tratamientos pueden incluir hormonoterapia y, en casos excepcionales, cirugía de afirmación de género. Estas opciones deben ser evaluadas cuidadosamente y discutidas en profundidad con el equipo médico y los tutores legales.
En resumen, el apoyo y el tratamiento adecuados son esenciales para ayudar a los adolescentes con disforia de género a navegar por este período de sus vidas. Brindar un entorno de aceptación, educación y comprensión puede marcar una gran diferencia en su bienestar emocional y mental. Al continuar promoviendo una sociedad inclusiva y respetuosa de la diversidad de identidades de género, podemos contribuir a un futuro más equitativo y empático para todos los adolescentes. En la siguiente sección, exploraremos los desafíos y obstáculos que los adolescentes transgénero pueden enfrentar en su búsqueda de autenticidad.
