La irrupción en nuestras vidas del SARS-CoV-2 ha supuesto muchos cambios, y entre ellos, destaca la necesidad de toda una serie de retos que aparecen a nuestro paso, ya tengan que ver con los miedos y las expectativas acerca de lo que podría pasar o con eventos reales que van teniendo lugar en nuestro contexto familiar, en nuestro trabajo, en nuestro país, o incluso en nuestro propio cuerpo.
La sensación general es la de que no estábamos preparados para una pandemia de estas dimensiones, y en parte es cierto; por algo ha pasado a ser el tema de conversación principal durante muchos meses. Sin embargo, por suerte, la crisis del coronavirus ha llegado en un momento en el que el mundo de la salud mental ha tenido la ocasión de desarrollar uno de sus recursos más útiles en estos casos.
Se trata de la psicoterapia online, un formato de intervención psicológica que se ha ido consolidando en los últimos años y que si bien no fue creada para permitirnos adaptarnos a un contexto de pandemia, afortunadamente encaja muy bien en la cobertura de necesidades en cuanto a apoyo psicológico que presenta buena parte de la población en mitad de esta situación de medidas para prevenir los contagios. Aquí veremos de qué maneras nos resulta beneficiosa ante el coronavirus.
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¿Cómo nos ayuda la psicoterapia online ante la crisis del COVID-19?
Estos son los aspectos que hacen de la terapia psicológica online un recurso valioso ante la pandemia de coronavirus y todo lo que la rodea.
1. No hace falta salir de casa
La primera ventaja es evidente: con las sesiones de psicoterapia online ni siquiera es necesario abandonar el hogar para “ir al psicólogo”. Es decir, que el riesgo de contagios se reduce a un 0%, y por otro lado se evitan posibles problemas de acceso a la consulta producidas por las medidas de confinamiento aplicadas en algunas regiones.
2. Su grado de eficacia la convierte en alternativa
Allí donde el formato online no dé problemas por motivos de logística (es decir, por la capacidad del paciente a la hora de conectarse por videollamada o por un difícil acceso a materiales necesarios para algunos tipos de terapia, como el Neurofeedback), la terapia online es igual de eficaz que la psicoterapia presencial, según muestran las investigaciones realizadas sobre este tema.
Es decir, que salvo en casos excepcionales en los que el paciente no puede usar determinados materiales desde su casa o no sabe cómo hacerlo, el simple hecho de que el canal de comunicación cambie y no se esté en la misma habitación que el psicólogo no introduce cambios relevantes en el potencial de la psicoterapia a la hora de permitir que los pacientes superen nus problemas. Por otro lado, el efecto de la intervención psicológica se mantiene en el tiempo a largo plazo, igual que la presencial.
3. Es muy fácil de usar
Tal y como hemos visto, el único factor limitante de la psicoterapia online tiene que ver con el uso de recursos materiales. Sin embargo, esto ocurre en muy contadas ocasiones, porque la mayoría de los recursos usados en terapia pueden ser adaptados al formato a distancia o directamente tienen una versión digital, y por otro lado, es muy fácil enseñar a cualquier persona a acudir a sus sesiones de psicología online.
Incluso las personas de la tercera edad, especialmente vulnerables al COVID-19, pueden aprender a conectarse a estas sesiones de videollamada en un par de minutos también en los casos en los que casi nunca han usado el ordenador. Las soluciones informáticas han tenido mucho tiempo para evolucionar, y actualmente las interfaces son mucho más simples y están pensadas para un uso sencillo, sin demasiados pasos intermedios.
4. Resulta económica
Las sesiones de psicoterapia online tienen un menor coste, y esto suele reflejarse en el precio. Es una ventaja especialmente útil en momentos en los que mucha gente necesita reducir sus gastos.
5. Ayuda a afrontar factores de desgaste psicológico
Finalmente, no hay que olvidar que el apoyo profesional mediante psicoterapia es fundamental en situaciones de crisis. No se puede normalizar el sufrimiento ni la aparición de patrones de comportamiento patológicos para intentar afrontar el malestar del día a día por ansiedad o malestar emocional general.
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Referencias bibliográficas:
- American Psychiatric Association. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Quinta edición. DSM-V. Masson, Barcelona.
- Change, P.M. (2011). Effectiveness of cybertherapy in mental health: a critical appraisal. Stud Health Technol Inform 167: pp. 3 - 8.
- González-Peña, P., Torres, R., Del Barrio, V., y Olmedo, M. (2017). Uso de la tecnología en la práctica psicológica en España. Infocop.
- Gratzer, D. y Khalid-Khan, F. (2016). Internet-delivered cognitive behavioural therapy in the treatment of psychiatric illness. CMAJ, 188(4) pp. 263 – 272.
