Psicoterapia: más allá del concepto de 'locura'

La razón de ser de la terapia psicológica va más allá de la "locura".

Psicoterapia: más allá del concepto de 'locura'

La psicoterapia es un recurso desarrollado a partir de muchas teorías acerca del ser humano; teorías desarrolladas a través de decenas, incluso cientos de años de investigaciones.

Sirve para superar prácticamente cualquier malestar emocional o alteración comportamental.

La salud mental es un tema complejo

Al contrario de lo que muchos creen, la psicoterapia no es sólo para los malamente llamados “locos”; la coloquialmente llamada “locura” es en realidad algún tipo de trastorno con síntomas específicos y como muchas otras patologías se puede mitigar incluso eliminar. Por si fuera poco, toda persona es diferente, e incluso puede cambiar en aspectos radicales de su comportamiento, tal vez con un poco de apoyo profesional.

Pero, por otro lado, si se tiene esa “locura” de manera clínicamente diagnosticada, sería absolutamente incapacitante. En casos así no es posible valerse por uno mismo, ni es posible tomar decisiones propias... a menos que se trate clínicamente por completo. E insisto: es transitorio, si se tiene, se puede eliminar.

La persona con problemas mentales no es esa forma de funcionamiento, ni tampoco es “locura”. Hace falta confirmar cada diagnóstico durante 6 meses como mínimo, y cuando se confirma, los síntomas se habrán modificado, o quizás incluso habrán desaparecido…

Terapia y locura

¿Por qué no podemos hablar de personas locas?

Ahora bien, siendo francos: ¿Quién es perfecto? Quien se crea perfecto, entonces sí está en aprietos, puesto que está condenado al estancamiento absoluto, a la falta de sentido, a la frustración, pero incluso ni siquiera siendo así, se deben hablar de “locos”. Por lo tanto, no se debe llamar vulgarmente “locura” a algo tan complejo.

Aunque me he estado refiriendo de forma implícita a algunos tipos de psicosis graves, no es correcto el término “locura”. En todo caso el término sería psicosis, breve, postparto, paranoide, esquizofrénica, depresiva... y de cada una hay distintos tipos de causas y tiempos de diagnósticos. Por ejemplo, causas genéticas, congénitas, sociales, culturales, por sustancias, educativas o aprendidas, etc.

Aquí quiero hacer hincapié en que, de por sí, somos una sociedad en la que impera la naturalización de lo enfermo y la patologización de lo sano. Un ejemplo claro es el consumo de alcohol, otro es la infidelidad, o la creencia de que la fidelidad no es posible (entre muchas otras creencias mal aprendidas). Otro ejemplo, vivir sólo para trabajar y ganar dinero, y no para servir porque “hay personas que me necesitan”, “porque es mi pasión, mi vocación hacer lo que hago”.

Pareciera normal no dar trascendencia permanente a la existencia propia porque nuestros seres queridos nos necesitan, y no desempeñar el trabajo que nos toque con la mejor actitud porque en verdad no nos sentimos importantes en lo que hacemos.

Ser necesario es grandioso, por lo tanto, si trabajamos de forma incansable para sostener a nuestras familias no tenemos que estar la mayor parte del tiempo de mal humor, pero sí hace falta cambiar nuestro enfoque, y para ello requerimos un profesional.

La importancia de la psicoterapia

Así que usted no tiene “locura”, pero atiéndase para vivir mejor; deje esas molestias a un lado, las que sean. Si lo hace por su propia iniciativa, posiblemente usted goce de mayor cordura que las personas que no lo hagan. Sea la cuestión que sea, si se enfoca en ello de forma optimista, seguramente podrá mejorar su calidad de vida en todos los sentidos. ¿No es eso cordura?

Cuando digo que se atienda con un profesional, no necesariamente me refiero a que me pague un paquete familiar de 7 consultas en MXN$3200;también me refiero y le invito a que haga algo para quitarse esa molestia por usted mismo: lea un libro, vuelva a soñar como antes, permítase aquello que tanta ilusión le hacía, retómelo de alguna manera, con un mentor, terapeuta… pero haga algo al respecto.

Retomando el tema principal, no es bueno acostumbrarse a lo que no se considera justo para uno mismo, hablando de una sociedad que pone de moda lo perjudicial y desaprueba lo benéfico… También existen parejas que viven de manera codependiente, se llevan más mal que bien y en ocasiones reconocerlo les causa cierta satisfacción. A veces el reconocimiento social de esa relación tóxica como algo “romántico”, por parte de sus amistades, hace que esa pareja la siga pasando mal y reproduciendo una y otra vez el “ciclo de violencia”, creyendo que por haber momentos de “luna de miel”, esa relación está bien.

Sin embargo, siempre hace falta un “despertar”, una segunda opinión a parte de la propia, proveniente de un profesional de la psique o las relaciones humanas, con los demás o consigo mismo, con la propia existencia.

Concluyendo

Para finalizar, le quiero comentar que no pongo bibliografía a este artículo, porque siendo franco con usted, el tiempo es oro, pero principalmente le digo: si no tiene disposición para confiar en su capacidad para mejorar su existencia o su vida, menos aún confiará en un servidor, le cite los libros que le cite…

Pocas veces leo a mis clientes-pacientes fragmentos de libros en mis sesiones, pero si lo necesita, lo haré…

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