La hipnosis es un método que promueve cambios en el comportamiento a través de la sugestión. En función de la definición en la que nos basemos, podemos conceptualizar la hipnosis como un estado psicológico o como un conjunto de actitudes y procesos mentales; en la actualidad la comunidad científica la asocia con las expectativas o con las ondas cerebrales.
En este artículo hablaremos de los 5 tipos de hipnosis más habituales: el método tradicional, que se basa en la sugestión verbal directa, el que desarrolló Milton Erickson, la hipnosis cognitivo-conductual, la autohipnosis y la programación neurolingüística o PNL, que sin ser exactamente una forma de hipnosis parte en gran medida de la variante ericksoniana.
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Los 5 tipos de hipnosis más populares
A continuación describiremos 5 de las técnicas más conocidas de entre las que incluyen el uso de la hipnosis. Por supuesto, existen muchas otras versiones y es posible que haya profesionales o instrumentos que combinen más de uno de estos métodos.
1. Hipnosis tradicional (por sugestión)
La historia de la hipnosis tradicional se remonta a los peculiares métodos de Franz Mesmer, que implicaban imanes y se popularizaron a finales del siglo XVIII. Posteriormente James Braid mostró su oposición a las hipótesis mesmeristas y propuso que la hipnosis era un estado del sistema nervioso, mientras que Pierre Janet la atribuyó a la disociación psicológica.
La hipnosis tradicional se basa en la inducción de un estado de trance; una vez la persona hipnotizada lo ha alcanzado, recibirá sugestiones en formato verbal en relación a su conducta o a sus contenidos mentales. Así, el objetivo de este método es influir en el comportamiento, por ejemplo sugiriendo a la persona que abandone un hábito o una creencia negativos.
En la actualidad el método clásico sigue siendo la forma de hipnosis más utilizada en todo el mundo. Desde un punto de vista teórico se relaciona con la hipótesis de la mente inconsciente planteada por Freud que marcó de forma clave los desarrollos posteriores del psicoanálisis, además de influir en orientaciones tan diferentes de ésta como el cognitivismo.
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2. Hipnosis ericksoniana
Este tipo de hipnosis fue desarrollado por Milton H. Erickson, un psicólogo estadounidense que es considerado un pionero en este campo y en la psicoterapia en general. No hay que confundir a este autor con Erik Erikson, psicólogo evolutivo alemán conocido principalmente por su teoría de los 8 estadios del desarrollo psicosocial.
La hipnosis ericksoniana no se lleva a cabo a través de sugestiones directas, sino de metáforas que favorecen el pensamiento creativo y reflexivo. Debido a esto se le atribuye una mayor eficacia que a la hipnosis clásica en personas refractarias a la hipnosis, con un nivel de sugestionabilidad bajo o que se muestran escépticas con el procedimiento.
La influencia de Erickson no se limita a la hipnosis y a la programación neurolingüística, de la que hablaremos más adelante. El aspecto central de su modelo de intervención, el peso de la relación entre el terapeuta y el cliente en la consecución del cambio, fue recogida por la escuela estratégica y por la terapia breve centrada en soluciones, ambas parte del enfoque sistémico.
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3. Hipnosis cognitivo-conductual
La perspectiva cognitivo-conductual concibe la hipnosis como un conjunto de métodos que promueven el cambio comportamental a través de la sugestión. Se entiende este fenómeno como una consecuencia de la interacción entre factores como el estado de relajación física, el uso de la imaginación o las expectativas y las creencias de la persona.
Algunos terapeutas que se adscriben a la orientación cognitivo-conductual emplean técnicas de hipnosis como complemento en intervenciones más amplias. En este sentido se ha aplicado a problemas tan variados como las alteraciones del ciclo de sueño-vigilia, las adicciones conductuales y a sustancias (sobre todo el tabaco) o el trastorno de estrés postraumático.
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4. Autohipnosis
Hablamos de autohipnosis cuando una persona se induce a sí misma este estado a través de la autosugestión. Con frecuencia se utilizan instrumentos que sirven como apoyo; los más habituales son las grabaciones en formato sonoro, si bien también hay aparatos que alteran las ondas cerebrales para modificar el nivel de consciencia.
Este tipo de hipnosis se aplica sobre todo en dificultades cotidianas que no revisten una gravedad particular. Así, por ejemplo, es habitual su uso para desarrollar habilidades intrapersonales e interpersonales (como la asertividad), para reducir el nivel de estrés e inducir relajación, para enfrentarse al miedo escénico, para bajar de peso o para dejar de fumar.
5. Programación neurolingüística (PNL)
Si bien no podemos decir que se trate estrictamente de un tipo de hipnosis, la programación neurolingüística (a la que se suele hacer referencia como “PNL”) se encuentra estrechamente relacionada con estos métodos. Esta técnica creada por Richard Bandler y John Grinder utiliza “modelos de pensamiento” para mejorar las habilidades psicológicas.
El Modelo Milton se basa en el método de hipnosis desarrollado por Milton Erickson; en esta variante de la PNL se practica la sugestión a través de metáforas. No obstante, se ha criticado el uso que da la intervención de Bandler y Grinder a la hipnosis ericksoniana porque estos autores modificaron o interpretaron de forma errónea muchas de sus ideas básicas.
La comunidad científica considera a la programación neurolingüística como una pseudociencia, y por tanto como un fraude. Sus postulados no se sustentan en ninguna base empírica, si bien incluye conceptos complejos por tal de dotar a la “teoría” de un aire de credibilidad; este tipo de práctica es extremadamente habitual en las pseudociencias.