El miedo y la ansiedad son dos fenómenos psicológicos muy relacionados, y también relativamente frecuentes; son muchas las personas que, en su vida cotidiana, se topan con situaciones que las desbordan emocionalmente a través de esta clase de experiencias: exámenes, estrés laboral, problemas familiares, etc.
Por supuesto, parte de lo que explica la ansiedad y el miedo está allí fuera, en la realidad objetiva que nos rodea. Pero no podemos olvidar que, a la vez, este torrente de emociones tiene que ver con el modo en el que interpretamos la realidad, un elemento subjetivo. Ante esto, es clave saber gestionar nuestros marcos de interpretación de la realidad para, a través de ellos, manejar también nuestras emociones.
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Por qué la ansiedad y el miedo dependen de los marcos de interpretación
Está claro que prácticamente nadie se libra de sentir mucho temor o ansiedad de vez en cuando; simplemente, es algo que no podemos controlar al 100%.
Sin embargo, no estamos condenados a sufrir un exceso de miedo y de ansiedad; ante los retos del día a día, tenemos margen de maniobra para gestionar esas emociones desagradables del mejor modo posible y más aún, utilizarlas en nuestro favor para pasar a la acción y alcanzar objetivos. Parte de lo que hace esto posible tiene que ver con nuestra capacidad para saber interpretar lo que nos ocurre a través de una óptica constructiva y dirigida hacia las metas que nos importan de verdad, y no hacia lo que tememos perder o no controlar.
Y es que uno de los hallazgos más importantes de la psicología cognitiva es que dependiendo de cuál sea la red de conceptos a través de la que “filtramos” la información del exterior, nos sentimos de un modo o de otro, y no solo eso, sino que adoptamos una predisposición u otra a la hora de lidiar con los problemas que nos afectan. Es decir, que los esquemas cognitivos mediante los cuales interpretamos la realidad y nuestras vidas se manifiestan tanto en las emociones como en nuestros patrones de comportamiento objetivos, observables por los demás.
¿Qué papel juega el coaching ejecutivo en todo esto?
El coaching ejecutivo aporta varias herramientas con las que podemos ir construyendo marcos de interpretación de la realidad capaces de acercarnos a nuestros objetivos; específicamente, a aquellas metas que significan algo para nosotros, capaces de estimularnos emocional e intelectualmente.
Esto es muy importante a la hora de gestionar el miedo y la ansiedad, ya que estos fenómenos emocionales son muy dados a paralizarnos por el temor a hacer algo incorrecto, que se salga de lo que “debería ser”. A su vez, la ansiedad ante la posibilidad de dar un paso en falso nos lleva a obsesionarnos con la idea de recopilar toda la información posible constantemente, algo que nos lleva al límite psicológicamente y que también nos predispone a pensar mucho y hacer poco, manteniéndonos estancados.
Silvia Guarnieri, Coach Ejecutiva y socia fundadora y Directora Académica de Escuela Europea de Coaching, lo explica con estas palabras:
“La búsqueda obsesiva de información para intentar entender lo que pasa es como el efecto de inspirar mucho más de lo necesario, como ocurre en la ansiedad. Nos llenamos de datos pensando en encontrar una salida, una interpretación acerca de lo que nos pasa que nos aporte sentido. Estamos ansiosos porque queremos no equivocarnos. Queremos tener la interpretación correcta de las cosas pesando que así vamos a tomar la decisión más adecuada”.
Sobre el rol del coach, Guarnieri añade:
“Desde el coaching acompañamos a interiorizar la idea de que no existe la interpretación de los hechos correcta, solo hay una interpretación que nos es propia, y por tanto me nos hacemos responsable de ella. El trabajo no es buscar incansablemente la explicación correcta o perfecta de lo que pasa sino aquella que nos dé poder, que nos invite a desplegar nuestras alas, sin darle demasiada importancia a que sea la interpretación más justa, ya que sabemos que simplemente esta última no existe. Todo ello asumiendo que casi seguro nos vamos a equivocar o por lo menos vamos a corregir el camino tantas veces como sea necesario hasta logra el resultado esperado”.
Así, el coaching ejecutivo nos predispone a adoptar una actitud activa en la construcción de marcos de interpretación de la realidad, sin miedo a no hacerlo perfecto (lo cual nos paralizaría) y sin dar por sentado que debemos “descubrir” cuál es la manera correcta de ver las cosas, dado que esto último implica que casi todos los puntos de vista son inadecuados. A través de este proceso de desarrollo personal, creamos una manera de interpretar las cosas que se adapta a nosotros, nos es funcional, y nos aporta una manera de gestionar las emociones de una manera fluida y constructiva.
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Referencias bibliográficas:
- Kasper, S.; Boer, J.A. & Sitsen, J.M.A. (2003). Handbook of depression and anxiety (2nd ed.). New York: M. Dekker.
- Phillips, A.C.; Carroll, D.; Der, G. (2015). Negative life events and symptoms of depression and anxiety: stress causation and/or stress generation. Anxiety, Stress, and Coping. 28 (4): pp. 357 - 371.