Los 4 tipos de Heridas Emocionales

Así es como las heridas emocionales pueden infiltrarse en la vida de las personas durante años.

Los 4 tipos de Heridas Emocionales
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A lo largo de la vida, todos enfrentamos experiencias que dejan huellas profundas en nuestro mundo interior. Las heridas emocionales son aquellas marcas invisibles que surgen a raíz de situaciones dolorosas, como el rechazo, el abandono, la traición o la humillación.

Aunque no se ven a simple vista, su impacto puede ser tan fuerte como el de una herida física, afectando nuestra autoestima, nuestras relaciones y nuestra forma de ver el mundo.

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¿Cuáles son los tipos de heridas emocionales?

Comprender qué son las heridas emocionales y cómo se manifiestan es fundamental para poder identificarlas y comenzar a trabajar en su sanación. En este artículo exploraremos los principales tipos de heridas emocionales, sus causas y consecuencias, así como algunas claves para superarlas y avanzar hacia una vida emocional más equilibrada y satisfactoria.

1. Herida por rechazo

La herida por rechazo es una de las más profundas y difíciles de superar, ya que suele originarse en la infancia y afecta directamente a la percepción que una persona tiene de sí misma. Este tipo de herida emocional aparece cuando una persona siente que no es aceptada, valorada o querida por quienes considera importantes, como padres, familiares, amigos o figuras de autoridad. El rechazo puede manifestarse de forma explícita, a través de palabras o acciones, o de manera más sutil, como la indiferencia o la falta de atención.

Las personas que han experimentado rechazo suelen desarrollar una baja autoestima y una tendencia a evitar situaciones sociales por miedo a volver a ser rechazadas. Esto puede llevarlas a aislarse, a no expresar sus verdaderos sentimientos o a buscar la aprobación constante de los demás. Para sanar esta herida, es fundamental trabajar en la autoaceptación, identificar pensamientos negativos y, si es necesario, buscar apoyo profesional que ayude a reconstruir la confianza en uno mismo.

2. Herida por abandono

La herida por abandono surge cuando una persona experimenta la sensación de haber sido dejada sola o desprotegida, especialmente durante etapas tempranas de la vida. Esta herida puede originarse por la ausencia física de uno o ambos padres, separaciones, divorcios, fallecimientos o incluso por una falta de atención emocional, aunque los cuidadores estén presentes. El abandono no siempre es literal; a veces, se trata de una percepción de soledad o de no contar con el apoyo necesario en momentos clave.

Quienes sufren esta herida suelen desarrollar un profundo miedo a la soledad y una gran necesidad de afecto y compañía. Esto puede llevarles a establecer relaciones de dependencia emocional, a temer el rechazo y a experimentar ansiedad ante la posibilidad de perder a sus seres queridos. Sanar la herida por abandono implica aprender a estar bien con uno mismo, fortalecer la autoestima y desarrollar la capacidad de disfrutar de la propia compañía. El acompañamiento terapéutico puede ser clave para superar el miedo y construir relaciones más sanas y equilibradas.

3. Herida por traición

La herida por traición se produce cuando una persona en quien confiábamos profundamente rompe esa confianza a través de mentiras, engaños o incumplimiento de promesas. Este tipo de herida suele originarse en la infancia, especialmente si un cuidador o figura importante no cumple con lo que promete o actúa de manera desleal. Sin embargo, también puede aparecer en la adolescencia o adultez, por ejemplo, tras una infidelidad o una traición por parte de un amigo cercano.

Las personas que han experimentado esta herida suelen desarrollar una gran desconfianza hacia los demás y una necesidad excesiva de controlar situaciones o personas para evitar volver a ser lastimadas. Esto puede dificultar la formación de relaciones sanas y generar sentimientos de inseguridad y resentimiento. Para sanar la herida por traición, es fundamental trabajar en el perdón, tanto hacia los demás como hacia uno mismo, y aprender a confiar de nuevo de forma gradual. El apoyo terapéutico puede ayudar a reconstruir la confianza y a establecer límites saludables en las relaciones futuras.

4. Herida por humillación

La herida por humillación se origina cuando una persona es sometida a críticas constantes, ridiculizada o avergonzada públicamente, lo que genera sentimientos profundos de vergüenza y baja autoestima. Esta herida puede surgir en diferentes contextos, como en la familia, la escuela, el trabajo o en relaciones sociales, y suele estar relacionada con experiencias de bullying, críticas excesivas o humillaciones reiteradas que hacen que la persona se sienta inferior o indigna.

Quienes han sufrido esta herida tienden a desarrollar una percepción negativa de sí mismos y a experimentar ansiedad social, miedo al rechazo y dificultad para expresar sus opiniones. La humillación repetida puede dejar marcas duraderas, afectando la confianza y la autoestima. La sanación de esta herida requiere trabajo en la autoaceptación, aprender a valorarse y rodearse de personas que aporten apoyo y respeto. La terapia puede ser un recurso valioso para reconstruir la confianza en uno mismo y aprender a manejar las críticas de manera saludable.

Una marca psicológica que puede dejar secuelas

Las heridas emocionales, aunque invisibles, pueden marcar profundamente nuestra vida y condicionar la forma en que nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos. Identificar y comprender los distintos tipos de heridas —rechazo, abandono, traición y humillación— es fundamental para iniciar un proceso de sanación consciente.

Paloma Rey Cardona

Paloma Rey Cardona

Psicóloga General Sanitaria

Profesional verificado
València
Terapia online

Cada una de estas heridas tiene sus propias causas y manifestaciones, pero todas pueden superarse con autoconocimiento, apoyo emocional y, en muchos casos, acompañamiento profesional. Sanar no significa olvidar lo vivido, sino aprender a integrar esas experiencias, fortaleciendo nuestra autoestima y resiliencia. Reconocer nuestras heridas es un acto de valentía que nos permite avanzar hacia una vida más plena, con relaciones más sanas y una mayor paz interior.

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Pacas, P. R., Drago, H. D. C., & Andrade, M. C. (2021). Una aproximación a la clasificación de heridas afectivas. Revista de Psicología, 11(1), 145-167.

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Paloma Rey. (2025, mayo 12). Los 4 tipos de Heridas Emocionales. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/clinica/tipos-de-heridas-emocionales

Psicóloga

València
Terapia online

Paloma Rey es Psicóloga General Sanitaria. Ofrece atención a población infanto-juvenil y adulta, tanto de forma presencial como online, en casos de ansiedad, depresión, baja autoestima, estrés, duelo, dificultades de aprendizaje, entrenamiento en habilidades sociales y comunicación,resolución de conflictos, problemas de conducta y gestión emocional, y TDAH, entre otros. Para ello emplea técnicas propias de la terapia cognitivo-conductual, combinándolas con psicología positiva y Terapia de Aceptación y Compromiso.

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