Las ventajas de aprovechar el Verano para Formarse

¿Te estás planteando formarte durante el verano? Sin duda, esta puede ser una muy buena idea. Habitualmente asociamos el verano con una época de desconexión del trabajo, de los estudios y de cualquier tipo de responsabilidad. Sin embargo, aprovechar este periodo para empezar a formarnos (o continuar haciéndolo) puede tener grandes ventajas.

Los beneficios de formarse en las vacaciones de verano

Cada vez son más las personas que se animan a invertir parte de su tiempo del verano para formarse, además de viajar y descansar. A lo largo del artículo exponemos algunas de las principales ventajas que encontramos cuando hablamos de ampliar nuestra formación y nuestras habilidades o conocimiento durante la época estival.

Flexibilidad horaria y más tiempo libre

En primer lugar, podemos destacar que muchas personas aprovechan esta época del año para estudiar todo aquello que durante el año no han tenido tiempo. Esto puede incluir tanto “reciclajes” y ampliación de los conocimientos de los que ya disponemos —estén relacionados con nuestro trabajo o no— como explorar nuevas habilidades y aficiones.

Por norma general, la mayoría de personas disfrutan de más tiempo libre durante el verano, bien sea porque disponen de periodos de vacaciones o jornadas reducidas en sus puestos de trabajo. Sin duda, esto puede facilitar mucho el hecho de encontrar una formación que se adapte a las necesidades de cada persona.

Así pues, durante el verano podemos adquirir nuevas rutinas de horarios y, a la vez, no perder el ritmo de estudio. Puede ser un momento perfecto para realizar un curso de idiomas, por ejemplo, asistir a talleres presenciales o realizar cualquier actividad que durante el resto del año no tenemos el tiempo suficiente como para comprometernos.

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Reducción del estrés

Tal y como hemos comentado, habitualmente visualizamos el verano como una época en la que podemos bajar revoluciones y reducir el nivel de estrés que nos arrolla durante el resto del año. Tomarnos este periodo como una oportunidad de autocuidado es maravilloso y es importante tener en cuenta que formarnos no tiene por qué implicar lo contrario.

Es cierto que, para muchas personas, el verano es sinónimo de descarga de responsabilidades. Esto implica una bajada de estrés de forma “natural”. Consecuentemente, nuestro organismo está más receptivo y abierto a la incorporación de nuevos conocimientos. Habitualmente, nos sentimos con más energía y motivación durante esta época del año.

Es más, dependiendo de las actividades que escojamos realizar, podemos potenciar mucho la calma, la regulación de nuestro sistema nervioso y, por lo tanto, la reducción del estrés. El aprendizaje puede llegar a ser una tarea relajante y agradable.

Para conseguir que continuar aprendiendo no nos suponga un estrés o carga añadida, es interesante que hagamos una buena elección de la formación. En este sentido, es crucial que cada persona pueda preguntarse qué habilidades le apetece aprender o mejorar. Algunas propuestas que pueden resultar relajantes son: actividades deportivas, artísticas, manipulativas, etc.

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Ampliación de las competencias y habilidades

Es cierto que la sociedad en la que vivimos actualmente demanda la formación y actualización de forma casi constante. Esto puede resultar abrumador en muchas ocasiones, especialmente si sentimos que no disponemos del tiempo o los recursos para hacerlo de la forma en la que nos gustaría o se nos exige.

Sin embargo, aprovechar el tiempo libre que suele acompañar al verano para poder reciclar y actualizar nuestros conocimientos o incluso adquirir perfiles más especializados puede resultarnos beneficioso a nivel laboral.

Hoy en día se suele valorar que las personas dispongan de perfiles con diversas habilidades y por ello se suele recomendar realizar formaciones, aunque sean básicas, en ámbitos como el marketing, la comunicación, la programación, etc.

En otros casos, algunas personas preferirán especializarse puesto que eso es lo que va más acorde con las necesidades de su puesto de trabajo en este momento. Esta opción también es una buena idea puesto que puede aportar beneficios en el ámbito laboral.

Amplia oferta formativa

Las empresas se van actualizando con la sociedad y sus demandas, así que es bastante fácil encontrar, hoy en día, una amplia oferta formativa y con propuestas de actividades o talleres para todo el verano. Las propuestas van desde cursos o recursos muy específicos hasta formaciones más generales y distendidas de casi cualquier ámbito.

Asimismo, podemos encontrar también la flexibilidad de realizar formaciones de forma presencial o por vía telemática. La modalidad de cursos online hace que sea muy fácil dar con el tipo de aprendizaje específico que necesitas. Por lo general, solemos encontrar también una amplia propuesta horaria e incluso facilidades para adaptarlo en función de las necesidades.

Otro de los puntos característicos de las formaciones del verano suele ser la propuesta de la modalidad intensiva que permite adquirir determinados conocimientos en menos meses, dedicándole más horas diarias o semanales. Además, habitualmente suelen lanzarse ofertas y descuentos para esta época del año de las que puedes beneficiarte.

Ventajas emocionales y psicológicas

A nivel interno, podemos ver esta época del año como una oportunidad para reflexionar sobre nuestros gustos y deseos o nuestras necesidades. Durante el resto del año solemos ir en modo automático y tenemos poco tiempo para hacernos preguntas que nos ayuden a tomar decisiones. El verano puede ser un momento maravilloso para conocernos y atendernos.

El hecho de decidir seguir formándonos puede tener un impacto positivo en nuestra autoestima y nuestro autoconcepto. Además, puede ayudarnos a sentirnos más activos/as, conectados con nosotros/as mismos/as y motivados/as.

Si decidimos formarnos en algo relacionado con el mundo laboral, puede suponer una oportunidad para hacer nuevos contactos y, al mismo tiempo, poner en práctica nuestras habilidades sociales.

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