La egestión es un proceso fisiológico en el cual se expulsan los materiales no digeridos en forma de heces.
En organismos unicelulares, como las bacterias, consiste básicamente en la expulsión de los materiales no aprovechables al exterior de la célula. En cambio, en el caso de los organismos pluricelulares, como los humanos, la comida pasa un proceso más largo.
Son muchas las personas que confunden excreción con egestión y, pese a que ambas están relacionadas con la digestión, se trata de dos procesos fisiológicos diferentes.
La digestión humana: definición y fases de este proceso fisiológico
Antes de entrar en más detalle con el concepto de egestión, es necesario entender cómo se da la digestión humana y los procesos que le ocurren a la comida antes de ser eliminada en forma de heces.
Cuando comemos, la comida entra en el aparato digestivo. La principal función de este aparato es la de procesar los alimentos para obtener de ellos la mayor cantidad de nutrientes posible y eliminar aquello que no es aprovechable o ha quedado como residuo.
En el proceso de la digestión está implicado todo un conjunto de órganos: boca, glándulas salivales, esófago, estómago, páncreas, hígado, vesícula biliar, intestinos delgado y grueso, apéndice, recto y ano.
El primer lugar por donde pasa la comida es la boca. Allí es masticada y mezclada con la saliva, dándose inicio la digestión y empezando su descomposición. En esta fase de la digestión la comida es denominada bolo alimentario.
El bolo alimentario va hacia el estómago a través del esófago y posteriormente llega al intestino delgado, donde se lleva a cabo una mayor digestión. Al haberse digerido la comida, las moléculas que estaban presentes en ella pueden ser absorbidas con mayor facilidad.
Estos nutrientes son introducidos en el corrientes sanguíneo, por el que viajarán a todas las partes del organismo donde hagan falta.
No todo es absorbido en el intestino delgado. Solo las sustancias más pequeñas y solubles pueden ser absorbidas a través de las paredes de este órgano. Aquellas que no, que son más grandes e insolubles, en caso de no haberse reducido su tamaño mediante la acción de enzimas, no podrán ser aprovechadas. Esta es la fase anterior a que se dé la egestión.
¿Qué es la egestión?
La parte de la comida que no se ha podido absorber en el intestino delgado pasa al grueso. Allí, el exceso de agua es absorbido y mediante la acción de bacterias se degrada lo que queda de la comida.
El resultado de esto son las heces, compuestas mayormente por agua y bacterias, además de sustancias que el cuerpo humano no puede digerir, como celulosa y fibra. Además de aquello que no se ha podido aprovechar, las heces tienen sustancias que podrían ser perjudiciales para el organismo y que es necesario que sean eliminadas.
Las bacterias del sistema digestivo ejercen un papel muy importante para los seres humanos, dado que digieren sustancias, como ciertos tipos de carbohidratos, y sintetizan proteínas, como la B y la K. También combaten a otras bacterias que podrían ser perjudiciales para el cuerpo humano, las cuales provocan enfermedades y problemas digestivos.
Propiamente dicho, el proceso de egestión se da cuando lo que no ha podido ser aprovechado por el cuerpo es almacenado en el recto. Es allí que, cuando se da la señal, se evacúan a través del ano los residuos.
La salida de las heces es controlada por el esfínter anal, el cual está constituido por dos partes: esfínter interno y esfínter externo. Si hay restos en el recto, el esfínter anal se estira y permite que salgan las heces.
Diferencias entre egestión y excreción
A día de hoy, tanto en la cultura general como en algunos libros escolares, se siguen confundiendo estos dos términos. Si bien ambos son dos fases presentes en la digestión, presentan ciertos matices que los diferencian.
La egestión es la eliminación de aquello que venía con la comida y que no se ha podido aprovechar, como sustancias no digeribles y elementos perjudiciales para el cuerpo humano. Básicamente es la parte de la comida que no ha llegado a ser introducida en el torrente sanguíneo y ser aprovechada por el cuerpo, y se elimina en forma de heces.
En cambio, la excreción es un proceso en el cual lo que se elimina son sustancias que sí se han aprovechado para mantener las funciones vitales. Las células necesitan energía para ejercer sus funciones, y para ello necesitan nutrientes. Estos nutrientes vienen dados en forma de moléculas orgánicas, las cuales son desmenuzadas en el interior de la célula y producen energía. Los residuos de este proceso salen de la célula y son eliminados mediante la orina.
Problemas asociados
Ya sea por alguna enfermedad o por una mala dieta, pueden haber problemas a la hora de eliminar las heces.
Estos problemas pueden no ser graves y solucionarse con el paso del tiempo, no obstante, en caso de persistir, es necesario acudir a un profesional para asegurarse de que no sea la consecuencia de un problema mayor.
1. Diarrea
La diarrea ocurre cuando se eliminan heces acuosas y blandas, debido a que su paso por el intestino delgado ha sido breve.
Puede estar causada por contaminación en la comida y el agua, virus, parásitos, consumo y abuso de medicamentos, intolerancia y sensibilidad a alimentos, cirugías estomacales, enfermedades en el estómago y problemas en el funcionamiento del colon.
2. Incontinencia fecal
Es la incapacidad de controlar cuándo defecar. Puede ser el resultado de una pérdida en el control de los esfínteres o de los intestinos, para lo cual es necesario ir a un profesional que ayude a aprender a cómo controlarlos de nuevo.
3. Estreñimiento
Cuesta eliminar las heces, pudiendo ser secas y muy duras. Si bien estar estreñido no es no poder hacer de vientre cada día, si que se considera estreñimiento el hacerlo menos de 3 veces a la semana.
4. Encopresis
La encopresis es la eliminación involuntaria de heces en lugares y momentos inoportunos. Este trastorno de la eliminación suele ocurrir en niños de 4 años y puede llevar detrás múltiples causas. Generalmente ocurre cuando se acumulan heces retenidas en el recto y el colon, produciendo hinchazón en el vientre, pérdida del control de los movimientos intestinales e incluso pérdida de apetito.
El niño no puede controlar la salida de las heces, las cuales pueden ser tanto líquidas como sólidas, o ser de un tamaño lo suficientemente grande como para obstruir el inodoro.
En caso de que el niño no haya aprendido con anterioridad a controlar los esfínteres se habla de encopresis primaria. En cambio, si llegó a controlarlos antes de sufrir encopresis hablamos de encopresis secundaria. Pueden haber factores emocionales detrás de la encopresis del niño, como una mala dinámica familiar.
Referencias bibliográficas:
- Keeton, W., and Harvey, D. (2016). Human digestive system. Encyclopedia Britannica.
- Pocock, Gillian, (2006). Human Physiology (Third ed.). Oxford University Press.
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