Para los musulmanes es la Meca, para los judíos es Jerusalén y para los cristianos es la Ciudad del Vaticano el lugar que deben visitar por lo menos una vez antes de morir.
Esta ciudad constituye a la vez el país soberano más pequeño del mundo, con tan solo una extensión de medio kilómetro cuadrado y una población que a duras penas llega a las 800 personas.
Pese a ser casi minúsculo, no son pocos los datos interesantes de la Santa Sede. Aquí vamos a ver unas cuantas curiosidades sobre El Vaticano que seguro que pocos conocen.
- Artículo relacionado: "Los orígenes de la religión: ¿cómo apareció y por qué?"
20 curiosidades sobre El Vaticano
Por muy pequeño que sea este país, no son pocas las curiosidades que se pueden encontrar, además de algún dato un tanto turbulento de su historia.
1. Tasa de criminalidad más alta del mundo
Pese a ser uno de los lugares más sagrados de toda la cristiandad, la Ciudad del Vaticano es, casualmente, el lugar con la mayor tasa de criminalidad del mundo.
Esto es debido principalmente al hecho de que es un lugar turístico y donde hay turistas inocentes haciendo fotografías de todo lo que ven hay, también, ladrones.
La Plaza de San Pedro es un gran foco de carteristas y otros cacos que no sienten ningún reparo en robar en un lugar tan sacro como lo es el país del Papa.
- Quizás te interese: "Los 25 países más inseguros del mundo"
2. El latín es su lengua oficial
El latín no es una lengua muerta. No únicamente porque se siga enseñando a modo de optativa en muchos institutos y haya personas que lo hablen de forma fluida como cualquier otra lengua romance. El latín es el idioma oficial de la Santa Sede.
Tanto la página web de este estado, como sus cajeros automáticos, señales y documentos se escriben en la lengua de Virgilio.
3. Banco Vaticano y moneda propia
El Banco Vaticano, al igual que cualquier otro banco del mundo, dispone de sus propios cajeros.
Otro aspecto interesante de la economía vaticana es que el minúsculo país ha llegado a emitir su propia moneda, la lira vaticana, cuyo valor estaba directamente ligado al de la antigua lira italiana.
Sin embargo, esto cambió cuando Italia se incorporó a la eurozona en el 2002, adoptando el euro como su moneda, algo que hizo también la Ciudad del Vaticano, pese a que ni siquiera forma parte de la Unión Europea.
4. Economía vaticana
La economía vaticana no se sustenta en los impuestos, dado que no los hay. La riqueza del país se sustenta en donaciones de creyentes, además de los ingresos por el turismo que recibe la ciudad cada año.
Con el dinero que se obtiene de esta forma, la Santa Sede puede permitirse costearse los costos de los viajes del Papa, mantener iglesias y escuelas, además de sufragar los costes que supone la limpieza y mantenimiento de las obras que se encuentran en sus museos.
5. Guardia suiza
La "policía" de este país se llama guardia suiza, que no vaticana. Son los guardaespaldas del Papa, fácilmente reconocibles por su uniforme de color rojo, naranja, azul y amarillo.
Entre los requisitos para formar parte de esta particular guardia están el tener edades comprendidas entre los 19 y 30 años, estar solteros y, naturalmente, ser devotos católicos. Son ciudadanos suizos que han recibido entrenamiento militar.
Una vez han sido escogidos para proteger al Papa, el santo padre les otorga una audiencia privada donde él mismo les da una bendición.
6. Quien bebe, no peca
Otro dato bastante chocante, como el relacionado con la criminalidad de este pequeño país, es el de que, a pesar de su minúscula población, en la Ciudad del Vaticano se bebe mucho.
De acuerdo con una investigación llevada a cabo por el Wine Institute, de media, un ciudadano vaticano consume cerca de 55 litros de vino al año.
Cabe decir que esto se debe a que el vino es la sangre de Cristo y este país está conformado, fundamentalmente, por miembros de la Iglesia, quienes beben esta bebida en las ceremonias religiosas.
No obstante, es posible que detrás de este gran consumo de la sangre de Dios en la Tierra se deba a que, como dice el dicho, quien bebe, duerme, y por lo tanto no peca, una cualidad fundamental en todo cura...
7. Exorcismos
Aunque el exorcismo se vea como una práctica muy alejada en el tiempo y relacionada con círculos poco ortodoxos, lo cierto es que en la Santa Sede existe un grupo de curas que se especializan en este tipo de rituales.
Estos exorcistas, que son cerca de 350, están autorizados por el Santo Padre, y son de los pocos que pueden llevar a cabo este tipo de prácticas sin arriesgarse a ser excomulgados.
8. La Basílica de San Pedro es más grande que un portaaviones
Mucha gente tiene la idea equivocada de que, como la Ciudad del Vaticano es el país más pequeño del mundo, es mucho más pequeño que un barrio y que apenas cabe gente en ella.
Esto no es cierto. De hecho, su edificio más importante, la Basílica de San Pedro, es más grande que un portaaviones. Este edificio tiene 193 metros de longitud y casi 45 metros de altura.
9. Radio vaticana
En 1929, el Papa de por aquel entonces, Pío XI encargó a Guglielmo Marconi, conocido por su contribución a la creación de la radio moderna, a instalar un sistema de radiotransmisión en el Vaticano. La emisora, conocida como Radio Vaticana, empezó a emitir en 1931 y sigue funcionando a día de hoy.
Hoy es posible escucharla en la página oficial del Vaticano, y su principal misión es la de transmitir la palabra de Dios a todo el mundo, lo cual lo hace en hasta 30 idiomas distintos.
10. Archivos vaticanos
Los archivos que se encuentran en la Ciudad del Vaticano están envueltos en un halo de misterio; sin embargo, y a pesar de lo que muchas películas de intriga puedan dar a entender, muchos de estos documentos son de acceso público.
En 1881 el Papa León XIII permitió a varios académicos visitar los archivos papales y, en la actualidad, parte de la biblioteca privada está abierta para cualquier visitante. Además, algunos de estos documentos se pueden visitar en la página web vaticana.
11. Cocina vaticana
¿Quién dijo que un país pequeño no tendría gastronomía propia? En 2006 el Vaticano publicó un libro en el que daba a conocer varias recetas propias del Estado Papal.
12. Poco habitado, pero muy visitado
El Vaticano es, sin duda, un país con poca población. En el censo de 2011 constaban tan sólo 793 personas viviendo en esta ciudad, sin embargo, cerca de 15 millones de personas visitan el país cada año.
Esto quiere decir que cada año pisan el Vaticano unas 18.915 veces más personas extranjeras que residentes.
13. Penitenciaría apostólica
La penitenciaría apostólica es un organismo vaticano algo turbio y del que se conoce su existencia desde hace relativamente poco.
Salió a la luz en 2009 y consiste en un tribunal cuya función es juzgar a aquellos miembros de la Iglesia quienes haya cometido alguno de los siguientes pecados:
- Romper el secreto de confesión.
- Haber practicado del aborto antes de ordenarse.
- Desacralizar la eucaristía.
- Tratar de matar al Santo Pontífice.
- Absolver en confesión a un amante.
14. Calendario de curas guapos
Como si de una estación de bomberos se tratase, el Vaticano saca cada año un calendario cuyos protagonistas son los curas más guapos.
Los padres más atractivos de toda la Cristiandad forman parte de un almanaque que sirve de souvenir para los visitantes y, así, se sacan unos dineritos para mantener viva la fe cristiana además de mantener al Estado.
Los calendarios se venden a unos 10€ la unidad y, aunque sea imposible salir con alguno de sus protagonistas, dado que los curas deben ser castos, sí que más de una (o uno) puede deleitarse observando su divina belleza.
15. Nacionalidad vaticana
Nacer en el Vaticano no significa tener la ciudadanía de este país. La nacionalidad vaticana se concede por medio de un derecho y se quita según la necesidad.
Quienes tienen esta nacionalidad son un limitado grupo de personas, siendo fundamentalmente el Papa, los embajadores vaticanos alrededor del mundo y el resto de religiosos residentes en la Ciudad. Cuando se deja de ser embajador vaticano o trabajar en la Santa Sede, esta nacionalidad es revocada.
16. El obelisco
En pleno centro de la Plaza de San Pedro se encuentra un gran obelisco, el cual apunta directamente al cielo, representando el vínculo entre el Papa en la Tierra y Dios en el Cielo.
Este obelisco proviene de Egipto, y fue construido en la antigua ciudad de Heliópolis cuando todavía reinaban los faraones en el país africano. Mide 25,5 metros y fue robado por Calígula.
En el siglo XVI se colocó en el Vaticano y se tardó más de un año en elevarse para quedar tal y como está hoy en día. Al principio, en su punta se podía encontrar una bola dorada, la cual se creía que contenía las cenizas del mismísimo Julio César.
17. Equipo de fútbol
En todo país del mundo se practica fútbol, y el Vaticano no iba a ser una excepción, por muy difícil que sea erigir un estadio del deporte rey en el pequeño país.
La Ciudad del Vaticano tiene su propia selección de fútbol, compuesta principalmente por guardias suizos y algunos miembros de la administración vaticana. No pertenece a la FIFA, pero sí que participa en algún que otro encuentro internacional.
18. Casarse aquí es para siempre
Casarse en el Vaticano es para siempre. Este estado no contiene ninguna ley que permita el divorcio, con lo cual contraer matrimonio en la Santa Sede es un acto verdaderamente de amor eterno.
19. No todo lo hace el Papa
Seguro que muchas personas pensarán que el Papa gobierna el Vaticano de forma absoluta; sin embargo, por muy pequeño y fácil que pueda parecer controlar el país, lo cierto es que necesita de ciertos subordinados.
El Papa es la máxima autoridad, pero en el Vaticano hay un gobernador que se encarga de las tareas más propias del poder ejecutivo, es decir, lo que haría un presidente y su consejo de ministros en cualquier otro país.
Este gobernador, de hecho, recibe el título de Presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano y Presidente de la Comisión Pontificia para la Ciudad del Vaticano, quien es un cardenal elegido por el mismo Papa, normalmente de origen italiano.
20. No siempre ha sido la residencia del Papa
Mucho antes de que se decidiera que la Ciudad del Vaticano iba a ser la sede definitiva de la Iglesia Católica, los papas vivían en el Palacio de Letrán, el cual se encuentra justo en el otro lado de Roma.
En 1309 la corte papal se mudó a Avignon, Francia. En esa ciudad llegaron a gobernar siete papas, hasta que en 1377 se volvió a cambiar la sede, esta vez en el Vaticano, dado que el palacio de Letrán había sido destruido.
Referencias bibliográficas:
- Ciudad del Vaticano (s.f.). Statto della cità del Vaticano. Ciudad del Vaticano. Recuperado de https://www.vaticanstate.va/it/.