Grecia fue una de las principales cunas de la civilización occidental, y de la que proceden algunos de los más grandes filósofos y precursores de la ciencia, tales como Aristóteles, Sócrates y Platón, así como teoremas, elementos socio-culturales básicos o incluso sistemas políticos como la democracia.
La cultura griega es rica y variada, así como también lo son los mitos que han acompañado a la formulación de la identidad y manera de entender el mundo helénica.
A lo largo de este artículo os vamos a ver varios mitos griegos cortos, todos ejemplos pequeños para valiosos de las creencias que han ido formando parte de una de las culturas más reconocidas y extensas de la Antigüedad.
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Mitos griegos cortos memorables que hablan sobre la cultura de la Antigua Grecia
A continuación os vamos a mostrar una decena de grandes mitos griegos cortos, la mayoría de hora altamente conocidos, que nos permiten bucear en la idiosincrasia y manera de ver el mundo propio de la cultura helénica, en la Grecia de la Antigüedad.
1. La caja de Pandora
Todos hemos oído en alguna ocasión la expresión “abrir la caja de Pandora”, y la mayoría tiene al menos la noción de que esta expresión hace referencia a un mito griego, que nos habla del precio de la curiosidad malsana y del nacimiento de los males del mundo, pero también de la esperanza. Pese a que existen varias variantes de este mito, el más habitual y conocido es el que sigue:
“Pandora fue la primera mujer humana, creada por Hefesto por orden de Zeus y siendo dotada por los diferentes dioses de algunas de sus mayores cualidades y virtudes, pero también incluyendo la capacidad de seducir y mentir. Su creación obedece al deseo del rey del Olimpo de vengarse de Prometeo y los suyos.
El dios hizo que Pandora y el hermano de Prometeo, Epimeteo, se conocieran, y propició que con el tiempo se casaran. Pero Pandora recibió también una caja destinada a su marido, en la cual estaban encerrados todos los males del mundo, con instrucciones de no abrirla jamás. Sin embargo uno de los dones que había recibido Pandora era el de la curiosidad. Un día, la mujer abrió la caja para mirar qué había dentro, algo que provocaría que todos los males salieran de la caja y se repartieran por el mundo. Asustada, Pandora cerró la caja, pero en ella solo quedaba la esperanza. Entonces Pandora se dedicó a ofrecer la esperanza a los hombres, con el fin de ayudarles a soportar los males y vicisitudes del mundo".
2. El nacimiento de Afrodita
La diosa del amor y la pasión, Afrodita es una deidad muy reconocida dentro del panteón griego y fue ampliamente venerada en el pasado. Sin embargo, al contrario que otras deidades no fue una hija natural de ningún dios, sino que tal y como insinúa su nombre surgió de la espuma del mar. El mito de su nacimiento, el cual nos llega de Hesíodo, es el siguiente.
“Gea, la madre Tierra, dió a luz por sí misma a Urano, los cielos. Junto a él engendraría y daría a luz a numerosos hijos, que sin embargo serían sepultados en su madre debido al odio y temor que Urano le tenía a su prole. Un día el hijo menor, Cronos (titán que se convertiría en el padre de los dioses Olímpicos, a los cuales devoraría), con la ayuda de una hoz proporcionada por su madre, castró a su padre Urano cortándole los genitales.
Los restos de dichos genitales cayeron al mar, donde la sangre y el semen se mezclarían con las aguas formando una espuma de la cual terminaría por nacer una deidad, Afrodita, ya totalmente adulta desde su nacimiento".
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3. El origen de Medusa
El nombre de Medusa es altamente conocido en la cultura occidental, siendo esta Gorgona una figura mitológica griega muy popular. El mito más conocido del que forma parte tiene que ver con su muerte a manos de Perseo, pero otro que puede resultar de interés es el origen de su nacimiento. Si bien existen diversas versiones, una de ellas establece lo siguiente.
“Medusa fue una vez una joven y hermosa mujer, una sacerdotisa de Atenea cuya belleza era admirada por todo aquel que la mirara y que gozaba de múltiples pretendientes. Un día el dios Poseidón observó a la joven y cayó prendado de ella. El dios de los mares decidió raptar a Medusa y tomarla en contra de su voluntad en el templo de Atenas.
Este hecho provocó la ira de Atenea, que decidió maldecir a la mujer transformando su hermosa cabellera en furiosas serpientes, además de haciendo que en adelante cualquier persona que la mirara fijamente a los ojos se convirtiera en piedra".
4. La caída de Ícaro
Uno de los mitos que más nos advierten de los riesgos de desoír lo que la sabiduría dicta y actuar despreocupadamente sin tener en cuenta las posibles consecuencias, o de querer lograr y abarcar más de lo que podemos, es el de Ícaro. El mito dice lo siguiente.
“Ícaro era hijo de Dédalo, un anciano sabio de gran conocimiento que fue capaz de construir el laberinto en el que el rey Minos encerró al minotauro. Dicho rey, para evitar que nadie lograra nunca saber como encontrar la salida del laberinto, decidió encerrar al sabio y a Ícaro de por vida en una torre.
Dédalo soñaba con escapar de su prisión, pero no podría escapar ni por tierra ni por mar. Con el tiempo llegó a la conclusión de que podría escapar por el aire, y de este modo fabricó con cera y plumas de pájaros dos grandes pares de alas de cera. Antes de partir, el sabio Dédalo advirtió a Ícaro que no volara ni demasiado alto ni demasiado rápido, ya que las alas de cera no aguantarían.
Ambos iniciaron el vuelo, escapando de su encierro. Pero Ícaro, viendo la belleza del Sol, pasó por alto las indicaciones de su padre y voló cada vez más alto, intentando acercarse hasta casi tocar el sol. Pero las alas no resistieron el calor, deshaciéndose y provocando que Ícaro se precipatara al vacío y muriera".
5. El pueblo que procede de las hormigas: los mirmidones
El nombre de mirmidón puede no ser especialmente conocido hoy en día, pero es el nombre de un pueblo famoso en la antigüedad por la elevada reputación y habilidad de sus guerreros, siendo incluso citados en la Ilíada. Aunque existen diferentes versiones de este mito, pero el que aquí se muestra es el transcrito por Ovidio en “Las metamorfosis”.
“Dice la leyenda que el rey del Olimpo, Zeus, mantuvo relaciones con la ninfa Égida y posteriormente le puso su nombre a una isla frente al Peloponeso. Sin embargo, al enterarse Hera de la aventura de su esposo y del nombre puesto a la isla, decidió mandar una horrible plaga que terminó matando a la gran mayoría de quienes la habitaban. Entre los pocos supervivientes se contaba el rey de la isla, Éaco de Egina, el cual suplicó a Zeus que repoblara la isla.
Mientras rezaba un rayo del sol iluminó a una fila de hormigas en un roble, algo que hizo que el rey decidiera pedir que surgieran tantas personas como hormigas había visto sobre el árbol. Éaco de Egina se durmió y soñó que las hormigas en el roble caían al suelo y al hacerlo se transformaban en personas. Al despertar, la isla había recuperado el número de habitantes de antaño, siendo nombrados en honor de las hormigas de las que procedían (mirmidón podría traducirse como hombres hormiga)”.
6. El mito de Sísifo
Otro mito griego relativamente corto es el de Sísifo, rey de Éfira (posteriormente Corinto, ciudad de la que se le considera fundador en los mitos). Este mito ha sido utilizado como simbolismo del precio de la avaricia y el engaño, además de a la realización de esfuerzos inútiles (especialmente por el castigo que se le infligió). El mito dice lo siguiente.
“Hubo un tiempo en que la región de Éfira tuvo un rey de nombre Sísifo, de gran astucia pero que tenía en gran defecto de ser tremendamente manipulador y avaricioso. Pero llegó un día en que su ambición y sus actos llegarían a provocar la ira de Zeus al acusarle del rapto de la ninfa Egina ante el padre de esta, Asopo, a cambio de fuentes de agua dulce para su ciudad. Zeus ordenó a Thanatos que acudiera a llevarse al rey Sísifo al inframundo, pero una vez allí el taimado rey invitó a la deidad de la muerte a comer, engañándolo de tal modo que consiguió encadenarlo en una celda.
Al estar la muerte encerrada no se producían muertes, algo que terminó por enfurecer a Hades y hacer que finalmente se decidiera que Ares liberara a Thanatos y llevara a Sísifo el inframundo. Sin embargo, el inteligente rey pidió a su esposa que a su muerte no le rindiera honores en su funeral, una petición que ella cumplió. Este hecho sería utilizado por Sísifo para engañar a Hades, pidiéndole que le devolviera a la vida ya que su mujer no había celebrado el funeral de manera apropiada y no le había rendido honores. El dios del inframundo aceptó a cambio de que volviera tras hacerlo. Pero Sísifo no volvió, hasta que le llegó la muerte muchos años después.
Sísifo sería castigado finalmente por Zeus y Hades. Su condena fue tener que subir una piedra por la ladera de una montaña hasta la cima. Sin embargo al llegar allí caería hacia el otro lado de la montaña, con lo que tendría que ser de nuevo empujada hasta la cima, algo que se repetiría en un ciclo eterno".
7. El mito de Tiresias
Tiresias es uno de los videntes ciegos más famosos de toda la mitología griega, siendo consultado por una gran cantidad de héroes. También forma parte de uno de los casos de transexualidad que aparecen en la mitología. Uno de los mitos que nos habla de él es el siguiente, que a su vez nos explica el origen de su ceguera.
“Dice la leyenda que paseando un día por el monte, Tiresias encontró en su camino en la montaña a dos serpientes en plena cópula. Tiresias quiso separarlas y golpeó a la hembra con su vara, matándola. Pero al hacerlo, su acción tuvo como consecuencia que fuera maldito y en venganza su sexo fuera cambiado, tornándose mujer. Tiresias viviría como mujer durante 8 años, tras los cuales volvería a encontrarse con las mismas serpientes. En esta ocasión golpeó y mató al macho, volviendo de nuevo a ser varón.
Años después, los dioses Zeus y Hera mantendrían una disputa respecto a cuál de los dos sexos disfrutaba más del sexo. Se escogió a Tiresias como juez, dado que había vivido como hombre y como mujer. Pero la respuesta de Tiresias, que proponía que la mujer disfrutaba más, provocó la ira de Hera. Como castigo, la diosa le dejó ciego. Sin embargo, como compensación por dicha acción, Zeus le proporcionó el don de la clarividencia. Ello haría que a lo largo de su vida Tiresias fuera uno de los videntes más famosos de toda la mitología griega.”
8. El mito de Eco
Algunos mitos pretenden explicar el origen de algunos fenómenos, como ocurre por ejemplo con el del eco. La explicación mitológica de este fenómeno se explica a continuación:
“Eco era una oréades o ninfas del bosque y de la montaña. De sus labios salían las más hermosas palabras, pero tan hermosas eran que Zeus empezaría a sentirse atraído por ella. Hera, descubierta la traición, maldijo a Eco arrebatándole la voz y haciendo que solo pudiera repetir las últimas palabras que le dijera su interlocutor.
Pasó el tiempo y la ninfa se enamoró del joven Narciso, observándole a escondidas. Un día, el joven se apartó de sus compañeros y percibiría a la ninfa. Sin embargo la rechazó con crueldad, algo que provocó que la ninfa pasara a esconderse en una cueva, donde se consumió hasta solo quedar su voz".
9. El mito de Narciso
El mito que da nombre al narcisismo y que nos avisa de de que no debemos sobrevalorarnos, el mito de Narciso es otro corto mito de origen griego el cual además está profundamente vinculado al anterior. El mito nos dice lo siguiente.
“Hijo del dios Cefiso y Liriope, Narciso era un joven muy hermoso y atractivo, que según el gran adivino Tiresias viviría muchos años siempre y cuando no viera su reflejo. El joven generaba la admiración tanto de hombres como de mujeres y era consciente de su atractivo, hasta el punto de ser altamente engreído y despreciar las virtudes y sentimientos de los demás, entre las cuales se encontró la ninfa Eco o el joven Aminias.
A este último le entregaría una espada, con la cual el joven rechazado se daría muerte. Poco antes de morir, rezó a la diosa de la venganza Némesis pidiendo que Narciso conociera el amor no correspondido. La deidad respondió. Un día, al acercarse a beber, Narciso vio su reflejo en el agua de un estanque y se enamoró perdidamente de él. Finalmente, intentando acercarse a su amado, Narciso cayó a las aguas y terminó por morir ahogado".
10. El mito del Minotauro
Este mito griego se remonta a los tiempos de los minoicos, civilización prehelénica que existió hasta el colapso de la Edad de Broce Tardía, cuando la mayoría de pueblos del mar Egeo sufrieron una fuerte crisis cultural y económica y volvieron a la Prehistoria, al olvidar cómo leer y escribir. Por ello, surgió en la época en la que los griegos de las sociedades helénicas no conocieron más que a través de leyendas.
Este en concreto nos dice que el rey Minos de Creta ofendió al dios Poseidón, por lo que hizo que su esposa Pasifae diese a luz a un ser monstruoso y agresivo, el Minotauro, mitad hombre y mitad toro, que se alimentaba de carne humana. Para ocultar el motivo de su vergüenza, el rey ordenó construir un laberinto en cuyo interior debía vivir el Minotauro. Con la intención de apaciguarlo, cada nueve año le ofrecería sacrificios humanos, obligando a jóvenes a entrar en el laberinto para nunca regresar.
Sin embargo, eventualmente Teseo se ofreció a entrar en el laberinto para matar al minotauro y poner fin a los sacrificios. Lo consiguió con la ayuda de la princesa Adriadna, hija del rey Mnos, y de Dédalo, inventor del laberinto, quienes le hicieron llegar un ovillo de hilo para que mo se perdiera en el laberinto.
11. El mito de Prometeo
El mito de Prometeo es uno de los más conocidos, y en él podemos ver como los antiguos griegos ya se preguntaron cómo habíamos descubierto y domeñado el fuego, considerándolo un regalo de origen prácticamente divino. El mito dice así:
“Prometeo era uno de los titanes, hijo de Jápeto y Clímene. Según algunos mitos junto con su hermano Epimeteo fue encargado con la tarea de crear a animales y a los humanos, siendo Prometeo quien decidió dar al hombre la capacidad de andar erguidos.
También burló y engañó a los dioses para favorecer a los mortales. En una ocasión en que Zeus prohibió el fuego a los mortales y viendo las necesidades y las dificultades del hombre para sobrevivir, decidió otorgarles el fuego. Por ello Prometeo entró en el Olimpo y robó el fuego del carro de Helios utilizando una caña, tras lo cual se lo entregó a los mortales de tal modo que pudieran calentarse y alumbrarse.
Pero Zeus se enfureció ante el robo, condenando al titán a ser encadenado al monte Caucaso, donde cada día y para siempre jamás, un águila acudiría a devorar su hígado. El órgano le volvería a crecer durante el día, de manera que el tormento se repetiría eternamente para este ser inmortal".
12. El barco de Teseo
Esta es una de las historias que nos hablan acerca del dilema de la identidad, la esencia de las cosas. Esta leyenda griega, a veces llamada "paradoja del barco de Teseo", y relatada por Plutarco, nos dice que el barco en el que Teseo (hijo de Poseidón) y sus hombres viajaron de Creta hasta Atenas fue siendo reparado durante décadas, hasta un punto en el que la práctica totalidad de la nave había sido reemplazada por piezas nuevas.
Teniendo en cuenta ese largo proceso de transformación, ¿era ese el barco de Teseo, o había sido sustituido por otro?
13. Las tres hermanas del destino
Las Moiras, conocidas en la mitología grecorromana como Parcas, eran conocidas como las tres hermanas del destino según la mitología griega. Estas criaturas, que se llamaban Láquesis, Cloto, Átropos, fueron descritas como las diosas de aquello que está por venir, por lo que en sus manos discurría el destino de mortales y dioses por igual, y lo hacían realizando una actividad propia de las hilanderas.
Para ello, iban hilando con lana blanca, trenzándola con hilos de lana negra e hilos de oro. El negro representaba los momentos malos de la vida, y el oro, los momentos buenos y de extrema felicidad. El corte final al hilo representaba el momento de la muerte de la persona o dios al que corresponde ese hilo, sellando así el destino de su defunción.
Así, la hermana más joven, Cloto, hace girar el ovillo para separar de él el hilo de lana; Laquesis, la mediana, se encarga de la elaboración y la determinación de la longitud del hilo que se trenza; finalmente, Átropos es la encargada del corte final.
14. El origen de Atenas
Cécrope I fue, según la mitología griega, rey del Ática y el primero de Atenas, aunque según las viejas historias había nombrado esta ciudad a partir de su nombre, bautizándola como Cecropia. Sin embargo, varios dioses del Olimpo se fijaron en ese bonito núcleo urbano y decidieron competir entre ellos para llegar a ser los patrones de su ciudad. Para mediar en esta disputa entre deidades, Zeus determinó que cada una de las pares competidoras presentaría un regalo a los ciudadanos de Cecropia para que ellos decidieran quién ganaría.
Así pues, un día los habitantes de la ciudad se dirigieron a una colina para ver cómo se les iban presentando los regalos. En primer lugar, Poseidón partió con su tridente una gran roca cercana a Cecropia y de ella brotó un manantial, mostrando que a los pobladores jamás les afectaría la sequía. Sin embargo, estos advirtieron que el agua de ese lugar sabía muy salada, algo lógico teniendo en cuenta que Poseidón reinaba en el mar.
A continuación, Atenea clavó su lanza en el suelo, y de él brotó rápidamente un gran olivo, que proporcionaría madera y alimento a los ciudadanos. Este presente sí fue muy apreciado por las gentes del lugar, y de ahí es donde surgió el nombre de la ciudad de Atenas.
15. El mito de Edipo
Este es otro de los mitos de la Antigua Grecia más famosos, y como ocurre en muchos otros, existen varias versiones de él. Sin embargo, la narración más famosa es la creada por Sófocles.
El mito dice que Edipo era el hijo de Layo y Yocasta, quienes eran el rey y la reina de la ciudad helénica de Tebas. Debido a que no podían tener hijos, Layo consultó al Oráculo de Apolo en Delfos para que le explicase qué ocurriría con su descendencia. El oráculo predijo que cualquier hijo nacido de Layo lo mataría. Para evitar que se cumpliera la profecía, cuando finalmente Yocasta dio a luz a un bebé, Layo mandó perforar los tobillos de este y lo entregó a un sirviente para que lo abandonara en la montaña cercana. Sin embargo, este se lo dio a un pastor de Corinto.
El niño Edipo finalmente llegó a la casa de Polibo, el rey de Corinto, y su reina, Merope, quienes lo adoptaron, porque no tenían hijos propios. Edipo recibió su nombre, que significa "pie hinchado" en griego antiguo, debido a la hinchazón en su tobillo. Después de muchos años, un hombre borracho reveló a Edipo que no era el hijo biológico de la familia que lo crió, sino un "bastardo". Por ello, confrontó a sus padres adoptivos, el rey y la reina de Corinto, pero ellos lo negaron todo.
Ante esto, Edipo decidió consultar al mismo oráculo en Delfos al que sus padres biológicos habían acudido. El oráculo le reveló que estaba destinado a matar a su padre y casarse con su madre. Para evitar ese destino, Edipo decidió no regresar a Corinto y viajar a Tebas, que estaba más cerca de Delfos.
Durante su viaje a Tebas, Edipo se encontró con el rey Layo en una encrucijada. Ambos pelearon por el derecho de paso y Edipo mató a Layo cuando el auriga intentó atropellarlo. El único testigo de la muerte del rey fue un esclavo que huyó.
Continuando su viaje, Edipo se encontró con la Esfinge, un monstruo que detenía a todos los viajeros que iban a Tebas y les planteaba un acertijo. Aquellos que no podían responder correctamente eran asesinados y devorados, mientras que los que tenían éxito podían seguir su camino. El acertijo de la Esfinge era: "¿Qué camina en cuatro patas por la mañana, en dos al mediodía y en tres por la noche?". Edipo respondió correctamente: "El hombre: de bebé gatea en cuatro patas, de adulto camina en dos piernas y en la vejez utiliza un bastón como 'tercera pata'". Al responder correctamente, Edipo pudo continuar su viaje hacia Tebas.
El hermano de Yocasta, Creonte, había anunciado que aquel que pudiera liberar a la ciudad de la Esfinge sería coronado rey de Tebas y se casaría con Yocasta, quien se había quedado viuda recientemente. El matrimonio de Edipo y Yocasta cumplió con el resto de la profecía. Edipo y Yocasta tuvieron cuatro hijos juntos.
Más tarde, una epidemia azotó Tebas, causando estragos en la población. Edipo afirmó que pondría fin a esta peste y envió a su tío, Creonte, al Oráculo de Delfos en busca de información. Al regresar, Creonte le dijo a Edipo que según el oráculo el asesino de Layo debía ser castigado, y Edipo lo prometió y mandó buscar al profeta Tiresias, quien, en una acalorada discusión, le reveló a Edipo que él era el asesino. Enfurecido, Edipo culpó a Creonte por las falsas acusaciones y ambos se enfrentaron, por lo que Yocasta intervino para calmar a Edipo, revelándole la historia de su hijo primogénito y su supuesta muerte. Por ello, Edipo se dio cuenta de que podría haber matado a Layo y desatado la epidemia. En ese momento, un mensajero de Corinto llegó y anunció que el rey Polibo había fallecido, ante lo cual Edipo se sintió aliviado, ya que la profecía no podría cumplirse si su presunto padre estaba muerto.
Sin embargo, sabiendo que su madre seguía viva, Edipo se negó a asistir al funeral en Corinto, pero para tranquilizarlo, el mensajero le reveló que Edipo era adoptado. Yocasta, finalmente comprendiendo que él era su hijo, le suplicó que dejara de buscar al asesino del rey Layo, pero Edipo buscó confirmación de la historia del mensajero del mismo pastor que se suponía que lo había abandonado al nacer. A través del pastor, Edipo descubrió la verdad, incluyendo el hecho de que el hombre que había matado muchos años atrás era su padre y que se había casado con su propia madre. Cuando volvió a Tebas, halló a Yocasta ahorcada.
¿Por qué son importantes los mitos griegos?
Los mitos griegos resumidos que has encontrado aquí son mucho más que historias interesantes para educar a niños y jóvenes o para entretenerlos. Hay que tener en cuenta que durante muchos siglos los pobladores de la Antigua Grecia formaron una sociedad basada en la cultura oral, en la que prácticamente no se utilizaban lo que hoy conocemos como libros de texto, y es por ello que la educación consistía en aprenderse mitos y leyendas para "interiorizar" sus lecciones y moralejas. Si a esto le sumamos que la Antigua Grecia ha aportado uno de los pilares intelectuales más importantes en el desarrollo de Occidente (a través de su influencia en los romanos y en las sociedades de Oriente Próximo), no sorprende que estas historias formen parte, aún hoy, de la cultura popular de países como España, México, Colombia, los Estados Unidos, etc.
De hecho, los mitos griegos han inspirado a todo tipo de pensadores, como por ejemplo Sigmund Freud, quien vio en muchos de estos mitos simbolismos que explicarían las relaciones entre el Ego, el Yo y el Superyó. O como Claude Lévi-Strauss, que desde el enfoque de investigación conocido como estructuralismo, intentó aunar antropología y semiótica al analizar muchos de esos mitos y ver paralelismos entre ellos.
Todo esto nos indica que estamos ante narraciones que no se limitan a ofrecer entretenimiento, sino que nos hablan sobre la sociedad en la que vivimos y tratan temas universales, que nos afectan a todos.
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