Lucía es novia de Antonio y ha estado con él durante años, intentando ayudarlo con su adicción. Se considera a sí misma como una novia dedicada, por lo que constantemente se esfuerza por resolver los problemas que a él le cuesta enfrentar. Entre otras cosas, paga sus deudas, inventa excusas ante su familia y constantemente lo rescata de las consecuencias de sus decisiones poco responsables.
Sin darse cuenta, Lucía ha dejado de pensar en sí misma. Duerme poco, se siente agotada y vive con la responsabilidad de tener que cuidar de él y de su relación para que todo pueda funcionar entre ellos.
¿Has escuchado una historia así? Lucía y Antonio son nombres ficticios que ilustran una situación común, pero a la vez preocupante. En este artículo hablaremos sobre cuáles son las consecuencias y las posibles formas de romper con el círculo vicioso de la codependencia en relaciones con personas adictas.
¿Qué es la codependencia?
En primer lugar, hablemos sobre el término “codependencia”, que puede ser confuso para muchos. En términos generales, la codependencia es un patrón de comportamiento en el que una persona se enfoca tanto en las necesidades y problemas de otra que termina descuidando los asuntos propios.
La esencia de la codependencia es poner el bienestar y la aprobación de otra persona por encima de las propias necesidades emocionales, físicas o mentales, lo que pone en riesgo un elemento tan importante como lo es el autocuidado.
Las personas codependientes tienden a buscar la validación y el sentido de valor en sus relaciones, y muchas veces tienen la creencia de que tu felicidad depende de cómo está esa otra persona. Esto puede llevar a que se sacrifiquen y se desgasten, solo por el simple hecho de hacer feliz a esa persona o aliviar sus problemas, como en el caso de la historia que te hemos contado.
Pero, ¡a ver! Es importante no confundir términos o malinterpretar. No significa que por el simple hecho de querer ayudar a alguien en un momento complicado eres codependiente, ¡no! Es natural querer estar para la gente que amamos. La diferencia principal es que la persona codependiente lo hace a expensas de su propio bienestar, por lo que desarrolla una relación de dependencia emocional y, a veces, de control.
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Señales de la codependencia
Las personas que pueden considerarse como codependiente suelen tener los siguientes rasgos, que hacen que tengan muchísima más tendencia a caer en situaciones en las que se olviden de sí mismos:
- Sienten que su valor depende de la aprobación otros y de lo que hacen por ellos.
- Les cuesta establecer límites, por lo que constantemente están buscando satisfacer las necesidades de los demás.
- Intentan anticiparse a los problemas de las personas que aman, e incluso suelen tomar decisiones por ella para evitarles sufrimientos.
- Sienten un miedo profundo a perder a las personas que les rodean, por lo que se esfuerzan el doble por mantenerlas cerca, incluso en situaciones que les hacen daño.
- Se concentran tanto en la otra persona que ignoran sus propios deseos, metas y tranquilidad.
Estos comportamientos pueden darse en cualquier tipo de relación, ya sea con amigos, familiares o parejas. Pero cuando la codependencia se da en una relación con alguien que tiene una adicción, el daño suele ser aún mayor para ambas partes. A continuación, hablaremos de esto.
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Codependencia hacia una persona adicta: ¿Cómo se ve?
La codependencia hacia una persona adicta sigue los mismos patrones que en otras relaciones, pero con algunas características bastante específicas. La persona codependiente, en su afán de proteger a quien ama, termina siendo cómplice de una conducta autodestructiva.
Esta dinámica se presenta de distintas formas. Por ejemplo, al asumir sus responsabilidades, la persona codependiente permite que el adicto siga con su comportamiento sin enfrentar las consecuencias reales de sus actos.
Por otro lado, la falta de límite de la que hablamos antes, hace que la persona acepte conductas dañinas de la persona adicta por miedo a que esta se aleje. Esto puede llevar a situaciones en las que se tolera abuso verbal, mentiras repetidas o manipulaciones.
También es importante mencionar que la persona codependiente a menudo busca tener control sobre las decisiones de quien tiene una adicción, con la intención de “prevenir que la situación se agrave". Sin embargo, en lugar de brindar apoyo, esto tiende a generar tensiones y disputas, dado que el intento de control generalmente no es bien aceptado y provoca resentimientos en ambas partes.
Consecuencias de la codependencia en contexto de adicción
Cuando una relación está marcada por la codependencia hacia una persona adicta, ambos terminan afectados de maneras diferentes. En primer lugar, es usual que la constante tensión emocional genere ansiedad, depresión y sentimiento de culpa, lo que causa que ambos carguen con una presión emocional difícil de soportar.
Además, la relación tiende a volverse conflictiva y a deteriorar otros vínculos, ya que la persona codependiente centra toda su atención en el adicto y deja de lado a sus seres queridos.
A nivel físico y mental, la codependencia suele causar agotamiento, insomnio y un notable desgaste. Aunque, irónicamente, el intento de proteger al otro termina reforzando su adicción, lo que hace que ambos caigan en un ciclo difícil de romper. Sin embargo, no es imposible.
¿Cómo romper el círculo de codependencia en la adicción?
Romper el círculo de codependencia requiere esfuerzo, pero es posible con pasos concretos:
- En primer lugar, reconoce que hay un problema por resolver. Reflexiona sobre cómo tus acciones pueden perpetuar la situación y afectar tu bienestar.
- Saber que hay un asunto por resolver es clave para tomar la decisión de ir a terapia. Déjate ayudar por un profesional que entienda tus patrones y te ayude a establecer límites.
- Deja que la persona que ha sucumbido a la adicción tome sus propias decisiones; así, le darás la oportunidad de confrontar las repercusiones de sus acciones.
- Si resuena contigo, únete a grupos de apoyo en los que puedas compartir experiencias con otros que han vivido situaciones similares a las tuyas.
- No olvides apostar por tu bienestar en todo momento. Dedica tiempo a las cosas que te interesan, haz ejercicio y fortalece tus relaciones personales. ¡Te hará bien!
- Por último (o mejor de primero) acepta lo que no puedes controlar. La adicción de la otra persona es algo que solo ella puede cambiar.
Romper el círculo de la codependencia en una relación con una persona adicta no es algo sencillo, pero tomar la decisión de cuidar de ti primero será clave para que puedas avanzar y tener más equilibrio en tu vida. En cualquier caso, disponer de apoyo terapéutico para las personas adictas es imprescindible. Si buscas servicios de este tipo, contacta con nosotros: el RECAL te ayudaremos.