¿Cómo se ayuda a gestionar las discusiones en terapia de pareja?

Así es como se trabaja en terapia de pareja para entrenar en la gestión de las discusiones.

¿Cómo se ayuda a gestionar las discusiones en terapia de pareja?

La terapia de pareja es la mejor opción para aprender a gestionar la tendencia a discutir en malos términos y para todo, algo que deteriora mucho la convivencia y desgasta el vínculo amoroso.

Contactar con un profesional cualificado y especializado en este tipo de conflictos nos ayudará a resolver en el menor tiempo posible aquellos obstáculos que pueden surgir en la vida en pareja, nos permitirá fortalecerla y también incorporar herramientas de comunicación para el futuro.

Principales áreas de trabajo en terapia de pareja para aprender a gestionar discusiones

Estos son los frentes de intervención psicológica que son abordados en terapia de pareja para ayudar a las personas a superar problemas por la tendencia a discutir demasiado.

1. Entrenamiento en escucha activa

Los déficits de comunicación suelen ser una de las causas principales en los problemas de pareja, y uno de los elementos esenciales que no pueden faltar a la hora de mantener un buen nivel comunicativo es la escucha activa.

La escucha activa es la capacidad de escuchar plena y conscientemente a la otra persona, así como de interiorizar posteriormente el mensaje de nuestro interlocutor y actuar en consecuencia con el mismo.

Esta capacidad de comunicación profunda es esencial en cualquier ámbito de la vida, y puede entrenarse durante terapia de pareja, en el caso de que uno o ambos miembros de la misma no la tengan muy desarrollada.

Un terapeuta especializado en dicho ámbito logrará hacer entender la importancia de la escucha activa para el correcto funcionamiento de la pareja y sabrá qué ejercicios poner en práctica para entrenarla y hacerla aflorar.

Discusiones de pareja

2. Entrenamiento en asertividad

La asertividad es otra de las habilidades sociales más importantes que existen y sin la cual no podemos funcionar correctamente en un entorno social, ya sea en el trabajo, con la familia o en una relación de pareja estable.

Esta habilidad es la que nos permite expresar de manera firme y segura nuestro punto de vista sobre cualquier tema, así como nuestras emociones o preferencias, todo ello con respeto, sin agresividad y sin menoscabar los derechos del interlocutor.

La asertividad resulta de vital importancia en el ámbito de la pareja a la hora de expresar a la otra persona cualquier emoción o malestar que puede surgir en el día a día, en lugar de reprimirlos o guardarlos para uno mismo.

3. Potenciación de las dinámicas que propician la empatía

Otra de las habilidades sociales clásicas que pueden trabajarse en un proceso de terapia de pareja es la empatía, es decir, la capacidad de ponerse en el lugar del otro, así como de entender y valorar sus emociones, sentimientos o motivaciones.

Las personas con falta de empatía suelen actuar sin tener en cuenta las consecuencias de sus acciones y sin entender el impacto que éstas pueden tener sobre los sentimientos y el bienestar de la otra persona.

Esta falta de consideración se puede interpretar como egoísmo por parte de la persona afectada y puede constituir un motivo suficiente para terminar la relación.

4. Gestión de la ira

De nuevo, la gestión emocional es esencial para mantener una correcta interacción social en cualquier aspecto de la vida diaria y en el ámbito de la gestión de las emociones existe una que acarrea la mayoría de problemas interpersonales en el ámbito de la pareja: la ira.

Saber gestionar la propia ira es una estrategia de afrontamiento fundamental que nos permite canalizar y controlar el enfado momentáneo que podamos sentir. Los psicólogos ponemos énfasis en que para aprender a controlarla es necesario saber identificarla correctamente y reconocer de qué forma aparece en el propio organismo.

Esta habilidad también puede aprenderse y entrenarse por parte de un terapeuta cualificado tanto en el contexto de la terapia individual como en el de la terapia de pareja.

5. Aprendizaje de la crítica constructiva

Algunas personas suelen tener dificultades para realizar una crítica constructiva, ya sea a la propia pareja o a otra persona. Esto puede deberse a una falta de empatía, de asertividad o de cualquier otra habilidad social y dicho fenómeno casi siempre suele derivar en una discusión.

En el ámbito de la pareja es de especial importancia aprender a hacer críticas constructivas sin que parezcan ataques personales o reproches para causar dolor, motivo por el cual resulta tan beneficioso entrenar la manera en la que se expresan las propias opiniones sin herir a la otra persona.

Los psicólogos de pareja somos especialistas en ofrecer herramientas útiles de comunicación a sus clientes y en entrenar tanto el lenguaje verbal como el no verbal, para aprender a discutir opiniones sin que ello termine en una acalorada discusión.

6. Negociación

La resolución de problemas es otra de las habilidades imprescindibles para funcionar correctamente en una relación de pareja, puesto que a lo largo de un período largo de convivencia suelen aparecer discusiones recurrentes, conflictos o problemas de mayor o menor magnitud.

Este tipo de problemáticas, si son frecuentes pueden poner en riesgo el futuro de la relación en caso de que la pareja no ponga en práctica un método de resolución de problemas eficiente para ambos miembros de la misma.

La negociación es la capacidad de resolver un problema de manera justa y satisfactoria para ambas partes, y en el ámbito de las relaciones, teniendo en cuenta el bienestar y la integridad de ambos miembros de la relación.

7. Capacidad de disculparse

Aprender a disculparse cuando nos hemos equivocado es un signo de madurez emocional y también una de las claves para resolver todo tipo de conflictos o problemas con la pareja de manera satisfactoria.

Las personas que saben disculparse cuando corresponde lo hacen porque son conscientes de la repercusión que pueden haber tenido sus actos en el pasado, y en general suelen mantener estilos comunicativos de mayor éxito tanto con su pareja como con su entorno social.

8. Inteligencia Emocional

La inteligencia emocional es la capacidad de saber gestionar correctamente las propias emociones de manera adecuada a cada situación, y también de identificar las emociones ajenas.

La inteligencia emocional es junto a las que se han mencionado anteriormente, las principales habilidades sociales que tiene cualquier persona socialmente competente, y todas ellas constituyen las mejores herramientas para mantener una relación de pareja sana y duradera.

9. Entrenar la confianza

La confianza es una piedra angular de cualquier relación saludable, y un indicador de la buena o la mala situación en la que se encuentre la misma.

Algunas personas pueden tener problemas para confiar con su pareja y estos déficits de confianza pueden estar motivados por hechos reales, como por ejemplo una infidelidad pasada, o por hechos imaginados, como pueden ser los celos excesivos.

Psicóloga Desirée Infante

Psicóloga Desirée Infante

Psicologia y neuropsicologia

Profesional verificado
Málaga
Terapia online

10. Evitar los reproches

Los reproches constituyen una forma de comunicación muy negativa y tóxica en la pareja, puesto que se centra en los aspectos negativos o ya pasados en lugar de centrarse en resolver la situación en el momento presente.

Mantener una modalidad de comunicación positiva y propositiva sin centrarse en el pasado, es una buena forma de empezar a solucionar los problemas de la pareja de manera saludable y sin dañar a la otra persona.

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