El autoconocimiento es uno de los aspectos clave a la hora de madurar psicológicamente. Sin embargo, sería un error intentar comprendernos a nosotros mismos dando por sentado que somos seres puramente racionales, una especie de robots. Buena parte de lo que somos está basado en las emociones.
De ello hablaremos en esta entrevista al coach Cristian Pernett, quien lleva años trabajando en procesos de [desarrollo personal](/vida/desarrollo-personal-autorreflexion.
Entrevista a Cristian Pernett: La importancia de entender nuestras emociones
Cristian Pernett Villadiego es coach especializado en Educación Emocional y Liderazgo, así como conferenciante. En esta ocasión, hablamos con él sobre el autoconocimiento centrado en las emociones.
Cristian Pernett Villadiego
Cristian Pernett Villadiego
Neuropsicoeducador Emocional - Health Coach - Personal Trainer ISSA - Entrenador en Liderazgo - Experto en Gestión Emocional - Consultor DISC Maxwell Team- Lenguaje Corporal - Master Coach con PNL - Conferencista.
¿Es posible comprender las emociones humanas desde un punto de vista únicamente intelectual y racional?
Es una buena pregunta, y difícil de responder con un simple sí o un no. La razón es que este tema se remonta muchos siglos atrás, a la antigua Grecia, donde ya se buscaba el dominio de las emociones a través de la razón. Y vale aclarar que el intento fracasó, como todos los demás intentos más modernos.
Es complejo por qué la manera de tener un correcto gobierno emocional y compresión de ellas parte de equilibrar emoción y razón. Es decir, para gestionar una emoción hay que vivir el fenómeno emocional sin perdernos en él, y luego extraer desde la prefrontalización de la experiencia el mensaje adaptativo que nos arroja. Sería explorar el “¿por qué siento esto?” y cómo al hacernos responsable del fenómeno emocional, podemos canalizar esto en un plan de acción, enfocado en el “Yo hago, porque yo soy el que siento”. La respuesta reduccionista es no.
¿Desde tu punto de vista, el proceso de entender nuestras emociones puede tener lugar sin aprender leyendo libros?
De una forma completa y precisa, no. Todos, de una manera intuitiva, podemos determinar si una persona es emocionalmente honesta o no, pero somos incapaces de determinar la incongruencia entre su comunicación no verbal, como las microexpresiones faciales (MEF) y la verbal (lo que se dice). Por ejemplo, no es lo mismo que te digan que están felices de verte con un rostro de asco a uno de felicidad. Se necesitan por lo menos 30 horas de entrenamiento formal en MEF, entre libros de texto y software de vídeos especializados.
¿Cuáles son los problemas que nos puede traer el hecho de no saber identificar o distinguir nuestras propias emociones?
En primera instancia, nos perderíamos en una infinidad de conflictos personales, ya que al ser las emociones unas brújulas que nos guían por el camino donde hay más bienestar, es fácil terminar viviendo realidades prestadas o impuestas por otros, que son ofertadas como lo ideal, como sucede con muchos estereotipos sociales y modelos de crianza.
En este caso hablamos de la principal competencia emocional que es “la conciencia emocional”. No puedes gestionar lo que no entiendes o sabes que es. Y sin este conocimiento, no podemos evolucionar y crecer plenamente como individuos funcionales.
¿Normalmente, la persona a la que se le da bien entender sus emociones tiende a ser hábil a la hora de entender las emociones de los demás?
La conciencia emocional implica entender las emociones propias y ajenas. En teoría la respuesta sería un sí. Pero solo un reducido grupo de la población mundial tiene esta habilidad o competencia de forma innata. Y es por ello que evidenciamos tantos problemas en nuestra sociedad. Y como dato curioso, en mis más 15 años estudiando las emociones, nunca encontré a nadie que superara las pruebas de conciencia emocional sin entrenamiento y estudio previos.
Con relación a la pregunta, las personas que creen que se les da bien entender las emociones, en verdad no se les da tan bien.
¿Cómo se relacionan la capacidad de liderazgo y la capacidad de gestión emocional?
Una de las razones por las que la inteligencia emocional se ha convertido en una cualidad tan importante para los líderes es que les permite ponerse en el lugar de los demás. La empatía les permite comprender qué necesitan sus equipos y cómo pueden ayudarles.
El hecho de que un líder sea emocionalmente inteligente significa que puede mantener el control de las situaciones de estrés, por lo que no se deja llevar por él, sino que puede analizar esas situaciones estresantes con tranquilidad para resolverlas de una manera más eficiente y rápida. Como podemos apreciar, las ventajas no son desdeñables para un mercado tan competitivo como el nuestro.
¿Cuáles son algunas de las rutinas más útiles para conectar con nuestras emociones?
La primera es la elaboración de una bitácora emocional, que nos ayude a visualizar qué emociones son más frecuentes y en qué contextos.
Por otro lado, parar y respirar es una fórmula muy eficiente para dar tiempo a la racionalidad de amortizar una respuesta emocional desproporcionada, que puede sonar cliché, pero consiste en respirar profundo mientras cuentas del 1 al 10 y del 10 al 1; con un par de estos ciclos respiratorios, lograrás frenar un poco tus emociones, lo suficiente para razonar y buscar soluciones más productivas y funcionales.
Por último, es muy importante controlar los pensamientos, ya que estos pueden “alimentar” una emoción y mantenerla viva por más tiempo del necesario, con las consecuencias de la irracionalidad y falta de prudencia de nuestro cerebro emocional, lugar donde habitan las emociones humanas. No aumentes el fuego emocional con rumiaciones (voz interna negativa), y en su lugar dirige esa energía cognitiva al único sitio útil, que es la búsqueda de las soluciones.