Eduardo Rodríguez Sanz: «Existe una normalización de los trastornos asociados a la adquisición compulsiva»

En un mundo en el que cada vez más elementos de la vida pasan a formar parte del engranaje productivo, no resulta fácil encontrar actividades más allá de las lógicas del consumismo y del trabajo. Quizás es en parte por eso que hay quienes sufren mucho al intentar no caer en la tentación de comprar cosas que no necesitan.

La adicción a las compras y al consumo en general es un fenómeno que lleva a mucha gente a perder el control de sus finanzas y de sus relaciones personales. Por eso, los profesionales de la salud mental se han esforzado por adaptarse a esta nueva realidad.

Entrevista a Eduardo Rodríguez Sanz Draguet: adicción al consumo, factores, causas y cómo resolverlo

Eduardo Rodríguez Sanz Draguet es Director Mentalia Montreal, una de las rams de Mentalia Salud, organización que agrupa una red de hospitales psiquiátricos, centros de rehabilitación psicosocial, y centros de salud mental. En esta entrevista profundizamos en el tema de la adicción al consumo.

¿Puede existir la adicción al consumo sin una sociedad del consumo?

En este tipo de adicción juega un papel importante la sociedad en la que vivimos y nuestro entorno. Las campañas comerciales y publicitarias que fomentan el consumo ejercen una gran incidencia en las conductas de los consumidores, lo cierto es que cada vez estamos más expuestos y, en consecuencia, somos más vulnerables.

Además, las redes sociales tienen un impacto creciente y también estamos sometidos a su influencia, y debemos aprender a gestionarlas correctamente. Sin embargo, no se trata de situar la responsabilidad siempre fuera; la persona ha de ser consciente, responsable de sus actos y conocer cómo influyen en su vida.

¿La naturaleza de la adicción al consumo es parecida a la de la cleptomanía?

Ambas conductas son comportamentales, es decir, no hay un consumo de sustancia de por medio. Normalmente, la adicción al consumo se desarrolla a raíz de problemas o conflictos emocionales y, en muchas ocasiones, se acompaña de otros cuadros psiquiátricos y psicológicos diagnosticados previamente, entre los que podríamos destacar depresión, ansiedad, descontrol de impulsos o de baja tolerancia a la frustración.

Por adicción a las compras entendemos un deseo muy fuerte por adquirir bienes sin ser capaz de detener dicho impulso. Estas personas adquieren cosas innecesarias de manera continuada, e incluso sin poder permitírselo económicamente, lo cual puede afectar gravemente a una o varias esferas de su vida. El problema, además, es que tras consumir y aliviar su malestar, se vuelve a generar esta necesidad de compra en un corto espacio de tiempo.

¿Puede decirse que la adicción al consumo surge a partir de necesidades creadas artificialmente por la publicidad, o es simplificar demasiado?

La creación de necesidades por parte de la publicidad está clara, pero cuando hablamos de adicciones no debemos generalizar. Pese a estar expuestos a nuestro entorno de una forma u otra, cada uno de nosotros presenta unas particularidades determinadas y nos comportamos de diferente manera ante estímulos similares. De todos modos, los datos están ahí y no podemos obviarlos.

Por ejemplo, según la última encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en la campaña de Black Friday del pasado año el 26% de los compradores adquirieron bienes que no habían planeado y un 27% gastó más de lo previsto. Estas cifran merecen una reflexión profunda porque evidencian unas conductas cada vez más habituales y comunes que pueden derivar en serios problemas.

¿Parte del problema es que esta afición ha sido normalizada porque resulta lucrativo “mantenerla a flote”?

Hoy en día, como consecuencia de la actual sociedad consumista podemos decir que existe una cierta normalización de los trastornos asociados a la adquisición compulsiva y esto, precisamente, puede hacerlos invisibles lo cual es un peligro.

Generalmente, existe percepción cuando el problema ya está en una fase relativamente avanzada, y es habitual que las personas tiendan a negar la problemática o se vuelvan auténticas expertas en ocultarla.

Desde el punto de vista de los profesionales de la salud mental como los de Mentalia, ¿cuál es el principal reto que supone tratar esta forma de adicción?

La detección precoz es fundamental y el mejor punto de partida para abordar este tipo de adicción. Es importante ayudar a la persona a tomar conciencia de su situación para que pueda tomar control de sí misma y entender qué le ha podido llevar a ello.

Por esta razón, es crucial que la persona afectada acuda rápidamente a un profesional puesto que este trastorno requiere de mucha atención y no es de fácil detección y tratamiento. Para los profesionales, algunos de los indicadores para su detección son los cambios de carácter y de hábitos, especialmente cuando se dan en las etapas tempranas del trastorno.

Por otro lado, es importante destacar que, poco a poco, se está abriendo una imagen más realista de lo que supone vivir con enfermedad mental, y se diluyen estereotipos falsos y dañinos. Los pacientes con enfermedad mental son personas que presentan un sufrimiento importante y deberíamos comprender que todos, en algún momento de la vida, somos susceptibles de padecer un trastorno que afecte a nuestra salud mental.

Lo que le pasa a las personas con enfermedad mental, en general, no difiere demasiado de lo que nos puede suceder a cada uno de nosotros como puede ser tener miedo, inseguridad, ansiedad, rabia, etc. La cuestión es que esto les sucede con una intensidad que se escapa a su control y los lleva a tener dificultades significativas. Lo mismo ocurre en el caso de las adicciones.

¿Cuáles son las principales etapas por las que pasa la psicoterapia aplicada a la adicción al consumo?

Como he comentado antes, reconocer el problema para poder abordarlo es crucial. Posteriormente, es importante establecer planes de tratamientos multidisciplinares que contemplen la atención, tanto individual como grupal. En cualquier caso, intervienen diferentes perfiles de profesionales especializados para ayudar y acompañar a las personas con estas conductas, desde psicólogos, trabajadores sociales, educadores sociales, hasta psiquiatras siempre que sea necesario.

Una vez ha terminado el tratamiento, ¿se recomienda mantenerse alerta ante ciertas situaciones para evitar las recaídas en la adición?

Como en cualquier otra adicción, se trata de personas especialmente vulnerables por sus características de personalidad. Si han seguido un buen tratamiento psicoterapéutico habrán obtenido herramientas y, fundamentalmente, conocimiento personal para darse cuenta de situaciones de riesgo o señales de alarma que les pueden servir de freno ante posibles recaídas.