Corpúsculos de Krause: qué son, características y funciones

Los corpúsculos de Krause son receptores sensoriales clave en la piel del ser humano.

Corpúsculos de Krause

Los corpúsculos de Krause son estructuras sensoriales especializadas que juegan un papel crucial en la percepción del frío. Descubiertos en el siglo XIX por Wilhelm Krause, estos receptores encapsulados se encuentran en la piel y las membranas mucosas, y son esenciales para detectar y responder a los cambios de temperatura.

A pesar de su tamaño diminuto, los corpúsculos de Krause tienen una importancia significativa en la regulación térmica y la adaptación del cuerpo a su entorno. En las últimas décadas, avances en técnicas de imagen y biología molecular han permitido a los científicos profundizar en su comprensión de estos receptores, revelando detalles sobre su ultraestructura y mecanismos de acción.

¿Qué son los corpúsculos de Krause?

Este artículo explora la historia, estructura, función, y los avances científicos recientes relacionados con los corpúsculos de Krause, así como sus aplicaciones médicas y futuras, destacando su relevancia en la ciencia moderna y la medicina.

Historia y descubrimiento

Los corpúsculos de Krause fueron descubiertos a finales del siglo XIX por el anatomista alemán Wilhelm Krause. Krause, interesado en la complejidad del sistema nervioso, identificó estos corpúsculos como estructuras sensoriales especializadas en la piel y otras áreas mucosas. Durante sus estudios, observó que estos corpúsculos eran particularmente abundantes en regiones sensibles al frío, como la lengua y los genitales, sugiriendo una relación con la percepción térmica.

Inicialmente, su descubrimiento no recibió mucha atención en la comunidad científica. Sin embargo, a medida que avanzaba la tecnología microscópica y se desarrollaban nuevas técnicas de tinción, otros investigadores pudieron confirmar y expandir los hallazgos de Krause. Los corpúsculos de Krause se clasificaron como receptores encapsulados, una categoría que incluye otras estructuras sensoriales importantes como los corpúsculos de Meissner y los de Pacini.

Con el tiempo, se comprendió que estos corpúsculos desempeñaban un papel crucial en la percepción del frío, ayudando al cuerpo a detectar y responder a cambios en la temperatura ambiental. Este descubrimiento no solo enriqueció el conocimiento sobre la anatomía sensorial humana, sino que también abrió nuevas vías para la investigación en neurofisiología y la adaptación sensorial del cuerpo humano a su entorno.

Estructura y localización

Los corpúsculos de Krause son estructuras sensoriales encapsuladas, diminutas y especializadas, ubicadas en diversas áreas del cuerpo humano. Microscópicamente, estos corpúsculos tienen una forma esférica o elipsoidal y están compuestos por una cápsula de tejido conectivo que encierra una masa central de células dendríticas y nerviosas. La cápsula sirve para proteger y aislar las delicadas células sensoriales en su interior.

Cada corpúsculo contiene terminaciones nerviosas que se ramifican dentro de la cápsula, formando una estructura intrincada que se especializa en la detección de estímulos térmicos. Estas terminaciones están rodeadas por una matriz de células y fibras de colágeno, lo que proporciona soporte estructural y ayuda a la transmisión de señales nerviosas. La disposición específica de estas células y fibras permite una respuesta rápida y precisa a los cambios de temperatura, especialmente al frío.

En cuanto a su localización, los corpúsculos de Krause se encuentran en la dermis de la piel y en las membranas mucosas de varias partes del cuerpo. Son particularmente abundantes en áreas como la lengua, los labios, la conjuntiva del ojo y los genitales, donde la sensibilidad al frío es crucial. También se encuentran en menor cantidad en las yemas de los dedos y otras áreas de la piel que están expuestas frecuentemente a cambios de temperatura.

La distribución de los corpúsculos de Krause no es uniforme; tienden a concentrarse en regiones donde la percepción del frío juega un papel importante en la protección y la adaptación del organismo. Por ejemplo, en la lengua, estos corpúsculos permiten detectar la temperatura de los alimentos y bebidas, mientras que en los genitales, ayudan a proteger las zonas sensibles del cuerpo de temperaturas extremas.

Función y mecanismo de acción

Los corpúsculos de Krause juegan un papel crucial en la percepción del frío, actuando como receptores termales especializados en detectar bajas temperaturas. Estos corpúsculos están diseñados para responder a cambios térmicos específicos y transmitir señales sensoriales al sistema nervioso central, permitiendo al cuerpo adaptarse y reaccionar adecuadamente a su entorno.

Cuando la piel o las membranas mucosas entran en contacto con estímulos fríos, los corpúsculos de Krause son activados. Las terminaciones nerviosas dentro de estos corpúsculos detectan la disminución de la temperatura y generan potenciales de acción. Estas señales eléctricas son transmitidas a través de las fibras nerviosas hasta la médula espinal y luego al cerebro, donde se interpretan como sensaciones de frío.

El mecanismo de acción de los corpúsculos de Krause se basa en la interacción entre los receptores sensoriales y las células nerviosas. Los cambios en la temperatura ambiental afectan las propiedades físicas de la membrana celular de los receptores, lo que lleva a una alteración en la permeabilidad iónica. Este cambio desencadena una serie de eventos bioquímicos que resultan en la generación de un impulso nervioso. Los corpúsculos de Krause son especialmente sensibles a los estímulos fríos, y su estructura encapsulada ayuda a filtrar otros tipos de estímulos, permitiendo una respuesta específica y precisa al frío.

Además de su función en la percepción térmica, los corpúsculos de Krause también juegan un papel en la regulación de la temperatura corporal. Al detectar el frío, estos receptores envían señales que pueden desencadenar respuestas fisiológicas para conservar el calor, como la vasoconstricción (reducción del diámetro de los vasos sanguíneos) en las áreas afectadas. Esta respuesta ayuda a minimizar la pérdida de calor y mantiene la homeostasis del cuerpo en condiciones ambientales frías.

Investigaciones recientes y avances

En los últimos años, la investigación sobre los corpúsculos de Krause ha avanzado significativamente gracias a la mejora de las técnicas de imagen y la biología molecular. Estos estudios han proporcionado nuevas perspectivas sobre la estructura y función de estos receptores sensoriales, así como su papel en la percepción del frío y en diversas condiciones patológicas.

1. Microscopía electrónica

Uno de los avances más destacados ha sido el uso de la microscopía electrónica de alta resolución, que ha permitido a los científicos observar la ultraestructura de los corpúsculos de Krause con un detalle sin precedentes. Estas observaciones han revelado la compleja organización de las células y fibras dentro de los corpúsculos, proporcionando información crucial sobre cómo estas estructuras detectan y transmiten señales térmicas.

2. Investigación genética

Además, la investigación genética ha identificado proteínas específicas expresadas en los corpúsculos de Krause que son esenciales para su función. Por ejemplo, se ha descubierto que ciertos canales iónicos, como los canales TRP (receptores transitorios de potencial), juegan un papel clave en la transducción de señales térmicas. Estos canales se activan en respuesta a bajas temperaturas, desencadenando potenciales de acción que se transmiten al cerebro.

3. Estudio en patologías

Otro campo de investigación emergente es el estudio de los corpúsculos de Krause en condiciones patológicas. Se ha observado que, en ciertas enfermedades, como la neuropatía periférica y la diabetes, la función de estos corpúsculos puede verse comprometida, llevando a una percepción alterada del frío y a problemas de regulación térmica. Estos hallazgos están impulsando el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas para proteger y restaurar la función sensorial en estas condiciones.

4. Bioingeniería y nanotecnología

Asimismo, la bioingeniería y la nanotecnología están explorando formas de replicar la función de los corpúsculos de Krause en dispositivos artificiales, lo que podría abrir nuevas vías para el desarrollo de sensores térmicos avanzados y prótesis con sensibilidad térmica.

Aplicaciones médicas y futuras

El conocimiento avanzado sobre los corpúsculos de Krause tiene importantes implicaciones médicas y abre nuevas posibilidades para futuras investigaciones. En esta sección, reflexionaremos sobre las futuras áreas de desarrollo y aplicación de los corpúsculos de Krause.

1. Tratamientos de neuropatías periféricas

Una de las áreas más prometedoras es el desarrollo de tratamientos para las neuropatías periféricas, condiciones en las que los nervios periféricos, incluidos los receptores sensoriales como los corpúsculos de Krause, están dañados. Restaurar o mejorar la función de estos corpúsculos podría aliviar síntomas como la pérdida de sensibilidad al frío y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

2. Investigación en bioingeniería y nanotecnología

Además, la comprensión detallada de los mecanismos de transducción térmica de los corpúsculos de Krause ha impulsado la investigación en bioingeniería y nanotecnología. Los científicos están explorando la posibilidad de diseñar sensores térmicos artificiales que imiten la función de estos corpúsculos. Estos dispositivos podrían tener aplicaciones en prótesis avanzadas, proporcionando a los usuarios una sensación más realista del entorno térmico, lo que sería un gran avance para personas con extremidades prostéticas.

3. Dermatología y cosmetología

Otro campo de aplicación potencial es la dermatología y la cosmetología. Al entender mejor cómo los corpúsculos de Krause detectan y responden al frío, se pueden desarrollar productos tópicos o terapias que mejoren la salud de la piel y la sensación térmica, especialmente en climas extremos o para personas con piel sensible.

4. Investigación del envejecimiento

En el ámbito de la investigación futura, se está estudiando cómo los cambios en la función de los corpúsculos de Krause pueden estar relacionados con el envejecimiento y las enfermedades crónicas. Comprender estas relaciones podría conducir a nuevas intervenciones que mitiguen los efectos del envejecimiento en la percepción sensorial.

Conclusiones

Los corpúsculos de Krause son fundamentales para la percepción del frío y la regulación térmica del cuerpo. Investigaciones recientes han profundizado nuestro conocimiento sobre su estructura y función, abriendo nuevas posibilidades en el tratamiento de neuropatías, el desarrollo de prótesis avanzadas y aplicaciones dermatológicas, subrayando su importancia en la ciencia médica y la tecnología.

  • Qi, L., Iskols, M., Greenberg, R.S. et al. Krause corpuscles are genital vibrotactile sensors for sexual behaviours. Nature 630, 926–934 (2024). https://doi.org/10.1038/s41586-024-07528-4

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Javi Soriano. (2024, julio 31). Corpúsculos de Krause: qué son, características y funciones. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/neurociencias/corpusculos-de-krause

Psicólogo

Javi Soriano es graduado en Psicología por la Universidad de Valencia y está acabando un Máster en Investigación Psicosocial. Le interesa todo lo que tiene que ver con las personas y la sociedad, pero le encanta leer y escribir sobre temas relacionados con el género, la sexualidad y las minorías. Es una persona muy curiosa a la que le encantan los debates y aprender de los demás.

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