Un reciente estudio llevado a cabo por un equipo de la Universidad de Correos y Telecomunicaciones de Chongqing ha hecho públicos tres nuevos tipos de autismo en varones. La investigación, publicada en la revista Autism Research, se ha valido de un algoritmo de IA para identificar patrones cerebrales en personas diagnosticadas con TEA (Trastorno del Espectro Autista), lo que abre nuevas puertas a la exploración de sus posibles y variadas causas.
Identificados tres nuevos tipos de autismo mediante un algoritmo de aprendizaje automático
El TEA o Trastorno del Espectro Autista (en inglés, ASD, Autism Spectrum Disorder) afecta a millones de personas en todo el mundo. Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud), se calcula que uno de cada 100 niños padece algún tipo de autismo, y la cifra de afectados no deja de crecer.
Actualmente, no existe una cura realmente efectiva para el TEA, lo que hace que se dediquen múltiples investigaciones a intentar conocer con mayor profundidad su funcionamiento y sus causas. El reciente estudio llevado a cabo por el equipo del profesor Xinwei Li, de la Universidad de Correos y Telecomunicaciones de Chongqing, parece haber avanzado en la exploración de este complejo trastorno.
¿En qué consiste el TEA o Trastorno de Espectro Autista?
El TEA o Trastorno de Espectro Autista es un trastorno complejo que presenta diversos síntomas relacionados con varios aspectos de la persona. Los afectados por TEA pueden presentar desde dificultad en la interacción social hasta conductas repetitivas, pasando por problemas en la comunicación.
Sin embargo, el diagnóstico del TEA no es para nada sencillo. A los síntomas más evidentes relacionados con el aprendizaje y la interacción social pueden sumarse otros como una sensibilidad sensorial especial y diferentes habilidades motoras y cognitivas. En suma, se trata de uno de los trastornos más complejos y difíciles de diagnosticar adecuadamente.
Por otro lado, no todas las personas que padecen TEA presentan las mismas dificultades, ni tampoco en las mismas áreas. Además, el grado de dificultad puede variar considerablemente de una persona a otra; hay afectados que pueden llevar una vida independiente sin problema, pero también existen otros pacientes cuyo día a día representa un auténtico desafío.
Una nueva mirada al autismo
El punto de partida de este estudio son las evidentes limitaciones en materia de diagnóstico del autismo, mayormente basadas en los síntomas más claros. Este enfoque no resulta suficiente, puesto que, tal y como demuestran los resultados del estudio, dos personas pueden presentar un mismo nivel de dificultades de tipo social y/o cognitivo y, al mismo tiempo, tener una estructura cerebral completamente distinta.
Por tanto, es fundamental tener presente que la biología del cerebro puede tener un papel importante en el surgimiento del autismo, más allá de los síntomas evidentes. El objetivo, en resumen, es comprender con una mayor profundidad cómo afectan las estructuras cerebrales a la aparición y desarrollo del TEA.
Tal y como afirma el citado Xiwen Li, la heterogeneidad de las estructuras cerebrales de las personas puede ser la clave para un mejor diagnóstico y tratamiento del trastorno, al facilitar una comprensión más profunda de su funcionamiento.
Un algoritmo para detectar tipos de TEA
La investigación de la Universidad de Correos y Telecomunicaciones de Chongqing se basó en un conjunto de datos denominado Autism Brain Imaging Data Exchange, que aplicaron sobre dos grupos: uno, formado por 225 personas diagnosticadas con TEA; otro (el grupo de control) con 255 personas que no padecían autismo.
Las edades de los voluntarios oscilaban entre los 10 y los 20 años, y todas las personas eran varones. El equipo consideró más acertada esta opción, puesto que está comprobado que el TEA afecta mayoritariamente a los hombres. Sin embargo, los mismos investigadores reconocen que esto puede ser una limitación importante a la hora de validar los datos resultantes.
A través de imágenes de resonancia magnética, se procedió a analizar las estructuras cerebrales de los miembros del grupo y, luego, se construyeron nuevas redes basadas en la similitud de la materia gris de algunas zonas concretas del cerebro. La materia gris es uno de los elementos básicos para entender cómo procesa nuestro cerebro la información. A partir de aquí, consiguieron dividir la estructura cerebral de los voluntarios en tres subtipos de TEA, que analizamos a continuación.
Los 3 nuevos tipos de autismo según el estudio
Basándose en el procedimiento antes citado, los investigadores descubrieron 3 tipos de autismo, relacionados cada uno con las conexiones de regiones concretas del cerebro:
- Un primer subtipo de TEA, en el que se observan altas capacidades de conexión en las regiones vinculadas a la función sensomotora;
- Un segundo subtipo, que presenta una conexión reducida en el control motor, así como una conexión alta en el proceso visual y el lenguaje;
- Y, por último, un tercer subtipo, que presenta alteraciones en los procesos cognitivos de orden superior, tales como la toma de decisiones o la planificación.
Además de esto, el estudio también indicó que las personas del subtipo 3 obtenían mayor puntuación en pruebas de inteligencia verbal, mientras que las del subtipo 1 presentaban mayor dificultad de comunicación e interacción social.
Todo ello, apunta el profesor Xinwei Li, demuestra la enorme complejidad del trastorno investigado. Se requieren todavía más estudios que arrojen luz a las muchas preguntas que todavía están presentes, y que, además, establezcan como base a grupos de personas con mayor diversidad. Por ejemplo, la investigación de la Universidad de Correos y Telecomunicaciones de Chongqing no ha tenido en cuenta el TEA en las mujeres, lo que representa un sesgo importante que hay que tener en cuenta.