Es cierto que es imposible leer la mente de las personas observando sus gestos, pero eso no significa que en el mundo del lenguaje no verbal no existan unos códigos de comportamiento.
No son unas normas que nos enseñen en aulas ni que hayamos tenido que memorizar leyendo textos, desde luego, pero, aun sin darnos cuenta, estamos siempre juzgando qué tipo de posturas y movimientos nos hablan bien de una persona y cuáles nos hablan mal de ella.
El hecho de saber utilizar o no este código o "etiqueta" de la comunicación no verbal nos afecta en muchas facetas de nuestra vida, pero si hay un contexto en el que esta dimensión de nuestro comportamiento es decisiva, es en la entrevista de trabajo, donde la persona que nos entrevista intentará saber lo máximo posible sobre nosotros en el mínimo tiempo.
Gestos y posturas evitar en un proceso de selección
A continuación puedes ver los errores más comunes durante una entrevista de trabajo en lo que respecta a la comunicación no verbal.
1. Apretón de manos débil o "mano filete"
El apretón de manos suele ser la primera toma de contacto con la persona que nos va a entrevistar, y por tanto tiene gran importancia como manera de causar una primera impresión en el sentido más literal. En esta situación, algunas personas pueden llegar a dar un apretón muy débil (lo que se conoce como "mano de bistec") a causa de los nervios o por el hecho de sentirse intimidadas ante la situación.
Es importante evitar esto: el apretón ha de ser firme, para mostrar asertividad y evitar mostrar una actitud pasiva. Además, ha de ir acompañado por la mirada directa hacia los ojos de la otra persona.
2. Manos en los bolsillos
Cuando aparecen los nervios, es frecuente darse cuenta de que "se tiene un par de manos" y no se sabe qué hacer con ellas. Tenemos tanto miedo a equivocarnos que empezamos a cuestionar todos nuestros posibles movimientos, y eso nos paraliza. Una de las soluciones que se encuentra a esto es terminar con el problema haciendo que nuestras manos desaparezcan dentro de los bolsillos. Sin embargo, es una mala idea.
Tener las manos en los bolsillos durante una entrevista de trabajo o durante la transición entre el apretón de manos y el momento en el que vamos a sentarnos en la silla que la otra persona nos ofrece causa la impresión de pasividad y de inseguridad. La alternativa a esto es dejar que los brazos cuelguen normalmente y utilizar las manos para gesticular acompañando nuestro discurso.
3. El cruce de brazos
Cruzar los brazos aparece como solución al problema de los nervios señalado antes. Sin embargo, es aún peor que meter las manos en los bolsillos, ya que es un gesto menos discreto y además denota una actitud a la defensiva.
4. Abalanzarse sobre la mesa
Una vez sentados ante la mesa en la que se realizará la entrevista, es importante mantener una posición erguida, haciendo que la espalda y los muslos mantengan un ángulo de 90 grados. Adelantar el cuerpo sobre la mesa apoyando mucho peso en los brazos es un gesto de cansancio y causa mala imagen por considerarse poco profesional.
5. Tocarse la cabeza
Otra de las reacciones a las situaciones estresantes es tocarse ciertas partes de la cabeza y la cara. Normalmente, estas son la nariz, la boca o el pelo. Es importante ir vigilándose a uno mismo para asegurarse de que esto no ocurra como un acto repetitivo, porque obstaculiza la comunicación al obligar a mantener la mirada algo baja u ocultar parte de la cara tras la mano y el brazo.
6. Evitar el contacto visual
Mantener la mirada fija en la cara y ojos de la persona que nos entrevista cuando esta nos habla es esencial. Sin embargo, es importante que, en vez de centrarnos en mirarla a los ojos, nos preocupemos más por no dejar de mirarla a los ojos, es decir, tomar consciencia de cuando rompemos el contacto visual en vez de hacerlo durante el contacto visual, ya que lo contrario puede hacer que nos preocupemos demasiado por la imagen que damos y dejemos de prestar atención a lo que se nos dice.
7. Apoyar la cabeza en la mano
Aguantar el peso de la cabeza sobre un brazo puede ser un gesto automático que aparezca como respuesta al estrés y el cansancio que nos produce la la situación de tener que gestionar bien nuestro papel durante la entrevista. Sin embargo es algo que tenemos que evitar por completo, entre otras cosas porque hace que nuestra postura pase a ser asimétrica, lo cual da una imagen de cansancio y desinterés.
8. Acercarse demasiado
Es importante tener en cuenta que una entrevista de trabajo pertenece al ámbito profesional, en el que las distancias personales son mayores que durante el trato informal. Eso debe traducirse en nuestro lenguaje no verbal y debemos dejar un espacio entre nosotros y el entrevistador o entrevistadora.
9. Mantener una postura oblicua
Posicionarse en diagonal respecto a la persona que nos entrevista es una reacción automática que algunas personas tienen cuando quieren esconder una parte de su cara o prefieren no revelar todo su cuerpo. Esto es interpretado como un signo de inseguridad y una estrategia para mantenerse a la defensiva.
10. Doblar la espalda
Mantenerse en una posición encorvada mientras se está sentado es muy frecuente en personas poco acostumbradas a sentarse correctamente y, además de ser malo para la salud, da mala imagen, al ser signo de cansancio.
11. No gesticular
Los nervios pueden hacer que "congelemos" todo el cuerpo y nos limitemos a hablar. Esto convierte nuestro mensaje y nuestra expresión en algo vacío de matices y poco interesante. Lo recomendable es acompañar lo que decimos con gestos de manos y brazos al mismo ritmo en el que hablamos.
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