Por lo general, después de una ruptura, alguna de las dos partes podría quedar con la intriga de saber si la otra persona aún la sigue queriendo. Las relaciones amorosas son un tema complejo, y no siempre lo evidente es lo que parece.
En ocasiones las parejas terminan y es en ese intervalo de tiempo en el que permanecen separadas que se dan cuenta cuánto les hace falta la otra persona, y deciden volver a intentarlo. Por supuesto, esto no es una ciencia exacta, y no es lo que ocurre en todos los casos.
En este artículo revisaremos algunas de las señales para cómo saber si tu ex te sigue queriendo, y daremos algunas indicaciones sobre cómo proceder en estos casos. Eso sí, hay que tener en cuenta que independientemente de nuestras sospechas siempre debemos respetar las decisiones que tome la otra persona, incluso si eso implica cortar la relación por completo.
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Cómo saber si tu ex-pareja te sigue queriendo: varias señales
La pregunta de cómo saber si tu ex te sigue queriendo se responde principalmente fijándonos en las señales no verbales que manda la otra persona. Como bien dice el refrán, “no hace falta hablar claro para decirte que te quiero”.
Pasemos entonces a ver cuáles son estas señales, pero teniendo en cuenta que amor y atracción no son lo mismo; es muy común que una ex-pareja aún se sienta atraída por ti e incluso quiera volver a tener una relación de pareja y no lo haga por amor sino por sentirse sola o por retomar su vida de antes.
1. Se mantiene presente
Si a pesar de haber terminado la relación la otra persona sigue haciéndose notar dentro de tu cotidianidad y esto no se debe a sus obligaciones o responsabilidades, esto es un indicador de que aún se sigue sintiendo atraído o atraída hacia ti, y quiere que te des cuenta.
Por ejemplo, si coincidís con mucha frecuencia en algunos lugares y esto no se explica por el barrio en el que vive ni por los círculos de amigos con los que socializa, esto puede no ser siempre casual.
2. Trata de no perder el contacto
Cuando la otra persona insiste en mantener el contacto después de la ruptura mediante mensajes de texto, llamadas para preguntar alguna cosa trivial, e incluso tomas de contacto de carácter más indirecto, como reaccionar a las publicaciones en tus redes sociales, esto deja entrever atracción. Son un indicador de que esa persona podría seguir sintiendo algo por ti.
3. Cuando otras personas te hablan de él o ella
Este criterio se refiere a que cuando algunas amistades que tienes en común con tu ex pareja comienzan a hablarte de esa persona de una manera sospechosa, como si quisieran que hiciéramos algo para retomar la relación, con frases como “hacíais una bonita pareja”, entre otras…
Este comportamiento particular puede no ser casual, dado que muchas veces cuandfo una ex pareja quiere volver, intenta que los demás le ayuden a recuperar la relación amorosa que tenía antes.
Cuidado: sentir nervios es normal
Hay que tener cuidado en no confundir los nervios con una señal de amor, en estos casos. La incertidumbre y la ambigüedad en la que se encuentra la relación (una vez que ha dejado de ser una de pareja) puede generar ansiedad, y eso es independiente de si se quiere o no a la otra persona.
Cómo debemos actuar frente a esta posibilidad
En caso de percibir estas señales por parte de nuestra ex pareja es normal que podamos llegar a sentirnos confundidos al respecto, sobre todo teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado desde la ruptura. Lo mejor siempre será tomarse las cosas con calma, sin actuar precipitadamente.
Debemos recordar que a pesar de que estas son señales bastante claras de que aún le gustamos a nuestra ex pareja, existe la posibilidad de que esto no sea así. Además, tomarnos el tiempo necesario para reflexionar sobre nuestros sentimientos y si le queremos dar otra oportunidad a esa persona debe ser siempre el primer paso.
Después de que hayamos determinado cómo nos sentimos al respecto sobre la posibilidad de que aún le gustemos a esa persona es cuando procedemos a salir de la duda. Haciendo uso de la comunicación asertiva hablaremos con nuestra ex pareja y le planteamos la posibilidad de vernos en un lugar tranquilo. Una vez allí, le expresamos abiertamente nuestra duda, y le pedimos que nos dé respuesta. Esto ayudará a cerrar ese ciclo de incertidumbre que posiblemente existía en ambas partes.
Después de tener la respuesta clara por parte de la otra persona, expresamos nuestros pensamientos y sentimientos al respecto (los que ya hemos meditado con anterioridad).
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¿Qué pasará después?
Habiendo escuchado lo que la otra persona tiene que decir, y una vez expuesta nuestra posición al respecto, sentiremos que nos hemos quitado un peso de encima.
Independientemente de la respuesta que nos de la otra persona, o de la respuesta que nosotros le demos a ella, después de ese momento será mucho más fácil seguir adelante con nuestra vida diaria, regresar a nuestra rutina o encontrar nuevas maneras de vivir.
Sin la ansiedad que nos podía generar el no saber claramente lo que ocurría, incluso después de haber cerrado ese ciclo, la relación con esa persona podría evolucionar, y podríamos comenzar a verla con otros ojos. Una amistad podría gestarse desde ese momento, o también podría ocurrir que nos demos cuenta de que lo mejor para los dos sea tomar caminos separados. En cualquier caso, la incertidumbre y la angustia se disiparán.
Resulta saludable para nosotros el ser honestos con lo que sentimos, pero al mismo tiempo afrontar la realidad de las cosas y verlas como realmente están sucediendo, y no como nos gustaría que sucediera. Consideraciones finales
En estos casos lo más importante es darnos a nosotros mismos el valor que tenemos, y no permitir que nuestros propios sentimientos puedan jugarnos en contra. Muchas veces sucede que la persona de quien nos hemos enamorado resulta negativa para nuestras vidas, y compromete nuestra salud mental. Cuando esto sucede debemos revisar bien los hechos, evitando los sesgos cognitivos que pueda haber, teniendo en cuenta nuestros sentimientos hacia la otra persona.
Recuerda que tu paz mental no es negociable, y que las relaciones están para hacernos creer como personas, no para limitarnos.
Referencias bibliográficas:
- Fehr, B., Russell, J. (1991). The Concept of Love Viewed From a Prototype Perspective. Journal of Personality and Social Psychology.
- Laurie, Timothy; Stark, Hannah (2017), "Love's Lessons: Intimacy, Pedagogy and Political Community", Angelaki: Journal of the Theoretical Humanities, 22 (4): 69–79.