Cómo se trabajan en terapia de pareja los problemas de convivencia

¡Los problemas de convivencia en pareja! Un tema complejo, ¿eh? Sin embargo, a veces, son mucho más complicados en la cabeza de lo que realmente son.

Sin importar qué tan perfecta se vea una pareja en Instagram, ninguna se libra de los problemas de convivencia. Muchos logran sobrevivir a ellos con éxito, mientras que otros se quedan estancados, como si se tratara de un bucle sin fin. ¿Sabes cuál es la diferencia? La manera en cómo se abordan esos problemas y la disposición de cada una de las partes a solucionar como equipo.

Cuando abordar estos inconvenientes entre dos parece cuesta arriba, la terapia de pareja aparece como una buena alternativa para solucionar esas dificultades desde una mirada externa. ¡A continuación, veremos cómo es este proceso!

¿Para qué sirve la terapia de pareja?

Vamos a comenzar con un ejemplo muy común en pareja. Pongámosle nombres: digamos que hablamos de Manuel y Antonio. Ellos llevan 5 años casados y, aunque el primer año fue toda una luna de miel, ya tienen un año teniendo problemas que no saben cómo solucionar.

Manuel es una persona bastante reservada y, por miedo a no saber cómo comunicar sus emociones, temiendo que sean mal recibidas, ha arrastrado un malestar durante mucho tiempo: la mala gestión económica de Antonio. Esa desestabilidad fue haciendo mella en la relación sin que ninguno se diera cuenta.

Al principio no parecía un problema; si Antonio no podía aportar suficiente para el mercado, los servicios u otros asuntos del hogar, Manuel se ocupaba de todo. Poco a poco, fue sintiendo el peso sobre sus hombros hasta que no aguantó más. En un momento cualquiera, descargó toda su rabia contra Antonio y le gritó ante un asunto aparentemente insignificante.

Desde dentro, Antonio podría pensar que Manuel “enloqueció” de un día para otro, ya que el pequeño incidente no era para tanto. Manuel, seguramente, se sentirá culpable por perder los estribos sin aún poder explicar que la gota que derramó el vaso no fue la causa de su malestar.

A veces, estando dentro de una relación, es difícil ver la raíz de los problemas de frente. Y es aun más difícil saber cómo solucionarlos, sobre todo cuando no nos han enseñado a explorar nuestras emociones y expresarlas de forma asertiva para poder encontrar una solución conjunta.

Es allí donde la figura de un terapeuta de pareja cobra importancia. Si ambas partes de la relación están de acuerdo, un terapeuta especializado en el área cumplirá una labor de observador, un oyente libre de juicios y un proveedor de herramientas para que la pareja aprenda a comunicarse mejor y solucione sus inconvenientes desde el respeto y el amor que en un principio los unió.

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¿Qué problemas se abordan en terapia de pareja?

Cuando hablamos de problemas de convivencia, estamos hablando de esos retos que aparecen al compartir la vida con alguien; en este caso, con tu pareja. Algunos de los más comunes son:

• Celos constantes: Estos pueden convertirse en actitudes controladoras que terminan desgastando la relación.
• Pérdida de confianza: Los casos de infidelidad o mentiras afectan mucho la seguridad en la relación. Además, los problemas de autoconfianza también influyen en la dinámica.
• Dificultades para comunicarse: La falta de conversaciones honestas o los malentendidos constantes suelen generar distancia emocional.
• Conflictos sobre tareas del hogar: Las discusiones sobre quién hace qué en casa suelen ser una muestra de desequilibrios en la pareja.
• Metas incompatibles: Tener ideas distintas sobre el futuro, como si tener hijos o no, o las prioridades profesionales, puede generar tensiones.
• Problemas en la intimidad: Inseguridades o tabúes que afectan la conexión física y emocional entre los dos.
• Actitud defensiva en las discusiones: Respuestas automáticas o actitudes que cierran la posibilidad de un diálogo abierto.

¿Terapia de pareja o terapia individual? ¿Cuál elegir?

Decidir entre terapia de pareja o terapia individual depende de lo que cada situación demande. Por ejemplo, si sientes que tus conflictos en la relación están ligados a temas personales, como inseguridades o dificultades emocionales propias, podría ser más útil explorar primero la terapia individual. Esto te ayudará a trabajar en ti para contribuir de manera positiva a la dinámica de pareja.

Por otro lado, la terapia de pareja es ideal cuando los problemas afectan directamente la relación y necesitan ser abordados en conjunto. Esto incluye situaciones como patrones de comunicación ineficaces, conflictos recurrentes o un distanciamiento emocional que ambos perciben.

Algo importante a considerar es que no siempre se trata de elegir uno sobre el otro. Hay casos donde un enfoque combinado puede ser lo más beneficioso. Por ejemplo, si ambos miembros tienen temas personales que están interfiriendo en la relación, trabajar en terapia individual y luego abordar los problemas comunes en pareja puede ser una estrategia efectiva.

Ahora, ¡importante! Hay algunos casos en los que la terapia de pareja no es lo más recomendable. Por ejemplo: si una de las partes no quiere comprometerse con el proceso, si ha habido violencia física o emocional, si uno de los dos ha decidido divorciarse, etc.

¿Cómo es el proceso de trabajo en terapia de pareja?

El trabajo en terapia de pareja no ocurre al azar o “como vaya ocurriendo”. De hecho, se divide en varias etapas que ayudan a abordar los problemas de convivencia de manera ordenada. Así es como suele desarrollarse:

1. Inicia con una etapa de evaluación

Las primeras sesiones son para entender qué está pasando. El terapeuta escucha a cada uno, conoce la historia de la relación y las expectativas que tienen. Es un momento clave para identificar qué patrones están generando conflictos.

2. Se establecen objetivos

Una vez que se tiene claro qué está fallando, se establecen metas concretas. Por ejemplo, aprender a comunicarse mejor o encontrar formas más sanas de manejar los desacuerdos. Tener un rumbo definido ayuda a que ambos trabajen en la misma dirección.

3. El psicoterapeuta interviene con sus herramientas

Durante las sesiones, el terapeuta les dará estrategias prácticas. Esto puede incluir ejercicios para mejorar la comunicación, practicar cómo resolver conflictos o actividades que fomenten la empatía y el entendimiento mutuo.

4. Se evalúa la evolución

A medida que avanzan, se hace una revisión de los progresos. Si algo no está funcionando, el plan se ajusta para que siga siendo útil y relevante.

5. Se brindan claves para prepararse para el futuro

La idea es que eventualmente la pareja pueda solucionar sus conflictos sin necesidad de ayuda externa, es por eso que, cuando ya han alcanzado las metas principales, se trabaja en consolidar lo aprendido.

¿Ves lo importante de la terapia de pareja para resolver problemas de convivencia? Pero, ojo, el éxito de la terapia no depende solo del terapeuta. Es importante que ambos se comprometan a participar activamente, reflexionar sobre sus propias actitudes y aplicar lo que aprenden fuera de las sesiones. Es un trabajo en equipo.