Las rupturas o duelos de pareja son una de las experiencias que más malestar psicológico y emocional nos causan. En esos momentos, vivimos una especie de limbo. La incertidumbre nos conquista y, con ella, llegan momentos de ansiedad, pensamientos intrusivos y desánimo. ¿Por qué resulta tan difícil superar ese duelo? ¿Cómo podemos aliviar ese estado?
Las relaciones de pareja son también una de las experiencias más difíciles de nuestra vida. Experimentamos bienestar y un vínculo especial, pero también los mayores miedos e inseguridades. No podemos controlar lo que ocurre en nuestra relación, de ahí que surjan expectativas, comparaciones, exigencias o juicios. Cuando llega la ruptura o el duelo de pareja, sentimos que parte de nuestra identidad se rompe.
Afrontar un duelo no solo implica la pérdida de la relación en sí, sino que conlleva una revisión de nuestra historia personal, nuestros sueños y aspiraciones. ¿Cuáles son los fenómenos psicológicos y emocionales que más afectan al duelo?
En este artículo, vamos a profundizar en por qué resulta tan complicado y, sobre todo, cómo podemos solucionarlo de forma estable. No se trata de encontrar parches para alcanzar un bienestar inmediato, sino de aprovechar este momento para vivir un proceso de aprendizaje personal que te ayude ahora y en el futuro, de forma duradera.
Todo lo que voy a contarte está basado en la experiencia directa acompañando a personas en terapia en los últimos 15 años (en mi perfil puedes leer testimonios).
El significado del duelo de pareja
Un duelo es una ruptura con la rutina afectiva. Nuestra identidad y autoconcepto dependen también de la relación. Cuando esta se rompe, sentimos incertidumbre y vacío.
El duelo de pareja implica un proceso de desestructuración emocional, en el que debemos afrontar no solo la pérdida de la relación, sino también la pérdida de expectativas, sueños y un estilo de vida compartido. Este proceso es esencial para entender la profundidad de la pérdida y la necesidad de reconstruir nuestra vida emocional.
El duelo no es lineal; puede haber días en los que nos sintamos mejor y otros en los que la tristeza nos abrume. Este proceso de duelo puede estar influenciado por múltiples factores, incluyendo la duración de la relación, el contexto de la ruptura y nuestras propias características personales. Por eso, comprender el significado de esta experiencia es fundamental para poder sanarlo.
Antes de continuar te dejo un vídeo donde profundizamos en las rupturas de pareja y cómo solucionar el malestar psicológico y emocional que sentimos en esta experiencia.
Causas del malestar en el duelo
Existen tres causas principales:
Incertidumbre
No saber lo que va a pasar nos provoca angustia. La incapacidad para predecir el futuro afecta a nuestra autoestima y nos deja en un estado de alerta constante. Esta incertidumbre puede manifestarse en miedos sobre la soledad, la capacidad de volver a amar o incluso sobre cómo afrontar la vida diaria sin la otra persona.
Ansiedad
Sentimos ahogo en el pecho, pensamientos intrusivos, quizás problemas con la alimentación o el sueño. Estos son síntomas de ansiedad, un estado de alerta que puede intensificarse durante el duelo. La ansiedad puede ser paralizante y puede llevarnos a evitar situaciones o personas que nos recuerden a nuestra pareja, lo que a su vez puede dificultar nuestra recuperación.
Desánimo
La incertidumbre y la ansiedad pueden provocar un desánimo profundo, agotando nuestras energías y haciéndonos sentir que no tenemos ganas de hacer nada. Este ciclo de desánimo puede perpetuarse si no encontramos formas de gestionarlo, llevando a una posible depresión que requerirá atención profesional.
Otros factores clave
Además de las causas mencionadas, hay otros factores que afectan al duelo. La existencia de hijos en común puede complicar el proceso, ya que la incertidumbre sobre su bienestar y desarrollo añade un peso emocional considerable. Preocuparnos por su futuro, sus necesidades y su posible culpa en la ruptura son pensamientos que pueden consumirnos.
El contexto de la ruptura también influye en la intensidad del duelo. Si la separación fue estresante, con discusiones frecuentes o infidelidades, esto puede aumentar el dolor emocional y dificultar el proceso de sanación. La duración de la relación también es un factor significativo; las relaciones largas suelen implicar un mayor apego y, por ende, un duelo más profundo.
Finalmente, la personalidad y las experiencias previas de cada individuo juegan un papel crucial. Si ya existían problemas de autoestima, ansiedad o patrones de apego poco saludables antes de la ruptura, estos pueden intensificarse durante el duelo y dificultar la recuperación.
Solucionar el duelo de pareja de forma estable
Una de las preocupaciones más habituales es cómo el duelo puede afectar a largo plazo y a futuras relaciones. Por esta razón, debemos aprender ahora sobre lo que nos está ocurriendo y buscar soluciones duraderas. Aquí algunas claves:
Enfocarse en uno mismo
Es crucial centrarse en nuestro propio proceso interno, en lugar de distracciones externas, como lo que esté haciendo la pareja o situaciones futuras que no podemos controlar. Este es un momento para la introspección, para explorar nuestras necesidades y deseos.
Trabajo con la ansiedad
Practicar la mecánica respiratoria, descubrir cómo nos anticipamos a situaciones y trabajar con los pensamientos intrusivos son herramientas efectivas para manejar la ansiedad. La respiración consciente puede ayudarnos a reducir la intensidad de la ansiedad y a recuperar la calma en momentos de crisis.
Gestión de emociones
Aprender a gestionar la incertidumbre, el miedo, la inseguridad o la culpa es fundamental para avanzar en el proceso de duelo, ya que el problema no son nuestras emociones sino cómo las entendemos y gestionamos con nuestro comportamiento.
Redefinir el enfoque de la relación
Entender que una relación debe ser una experiencia para disfrutar, donde también se establecen límites, en lugar de convertirse en una necesidad que nos haga dependientes. Esto nos ayudará a construir relaciones más saludables en el futuro.
Recuperar nuestro bienestar
En los duelos, a menudo nos olvidamos de nosotros mismos. Tratar de recuperar aficiones, conectar con la vida social y reencontrarnos con nuestras pasiones es vital para nuestra salud emocional. La actividad física, el arte o el voluntariado pueden ser formas efectivas de reconectar con nosotros mismos.
Proceso de cambio y terapia
Superar el duelo depende de vivir un proceso de cambio y aprendizaje profundo que tenga resultados estables. Por este motivo, mi forma de acompañar es constante, cada día y sin límite de consulta.
Así, podemos trabajar con lo que ocurre en cada momento, permitiendo que la persona se sienta más acompañada. También trabajamos con todas las partes de la personalidad, como la autoestima, el sistema de creencias, la gestión de emociones, la comunicación y las relaciones personales. Finalmente, las sesiones permiten profundizar en lo que ocurre y encontrar soluciones y apoyo.
Si quieres vivir este proceso, agenda una sesión conmigo en mi perfil de Psicología y Mente.
Gracias por pensar en ti,
Rubén