En la era digital actual, los dispositivos móviles y las pantallas se han convertido en una parte integral de nuestras vidas. Desde la comunicación hasta el entretenimiento y el trabajo, dependemos cada vez más de estos dispositivos. Sin embargo, detrás de esta dependencia hay una creciente preocupación sobre la adicción a estas, y cómo está afectando nuestra salud mental y bienestar.
Las últimas Estadísticas globales revelan que las personas pasan 6 horas y 37 min al día conectados a internet en sus dispositivos móviles. Esto representa un cuarto de nuestro día dedicado a la navegación en la red, unas 48 horas semanales, además se estima que el 70% de la población mundial ya está en línea.
Brasil Argentina y Colombia tienen los tiempos de navegación más elevados con más de nueve horas diarias, México destina al menos un tercio del día aproximadamente ocho horas, España se encuentra casi una hora por debajo de la media global con cinco horas y cuarenta y cinco minutos de uso diario de Internet, Japón tiene el tiempo más bajo de presencia online al día con tres horas y cuarenta y cinco minutos. En el año 2022 la media global de tiempo en redes sociales superó los 150 minutos, lo que equivale a dos horas y media al día.
Impacto en la salud mental en adultos y niños
La adicción al móvil y las pantallas puede tener graves repercusiones en la salud mental. Estudios han demostrado que el uso excesivo de dispositivos móviles está asociado con niveles más altos de ansiedad, depresión y problemas de sueño, así como conducir a la adicción.
Además, el constante bombardeo de información y notificaciones puede dificultar la concentración y el enfoque, afectando negativamente el rendimiento académico y laboral. Investigaciones han identificado criterios para determinar cuándo el uso de dispositivos móviles cruza la línea de ser un comportamiento adictivo:
- Tiempo de uso excesivo que interfiere con las responsabilidades diarias.
- Scrolling infinito: pasarse horas en redes sociales hipnotizados. Esta actividad libera dopamina En áreas del cerebro relacionadas con las emociones el movimiento y el aprendizaje generando una sensación adictiva similar a la de las drogas
- El aumento de la tolerancia (necesidad de más tiempo en el dispositivo para obtener la misma satisfacción)
- Abstinencia cuando no se puede acceder al dispositivo.
- Constante verificación del móvil.
Consecuencias psicológicas en adultos
En personas adultas puede llegar a generar lo siguiente:
- Ansiedad y estrés: La constante exposición a contenido estresante en redes sociales o noticias, así como la presión por mantenerse conectado y responder rápidamente a las notificaciones.
- Depresión: La comparación constante con otros en las redes sociales y el consumo excesivo de contenido negativo pueden contribuir al desarrollo de la depresión en personas que tienen una adicción a las pantallas. El exceso de tiempo en pantalla también puede interferir con las actividades sociales y el disfrute de actividades fuera de línea, lo que puede aumentar el riesgo de depresión.
- Problemas de sueño: La luz azul emitida por las pantallas puede suprimir la producción de melatonina, la hormona del sueño, lo que dificulta conciliar el sueño y obtener un descanso adecuado. Esto puede provocar fatiga diurna, dificultades para concentrarse y otros problemas de salud.
- Aislamiento social: Aunque las pantallas pueden conectarnos virtualmente con otras personas, su uso excesivo puede llevar al aislamiento social en el mundo real. Las personas pueden retirarse de las interacciones sociales cara a cara en favor de la interacción en línea, lo que puede provocar sentimientos de soledad y aislamiento.
- Dificultades de atención y concentración: Las constantes distracciones y la multitarea asociada con el uso de dispositivos electrónicos pueden dificultar la capacidad de concentrarse en tareas importantes y completarlas de manera efectiva.
- Problemas de autoestima: El contenido en redes muestra una versión idealizada de la vida de los demás, esto puede afectar la autoestima de una persona. La comparación constante con otros puede llevar a sentimientos de inferioridad y una imagen distorsionada de uno mismo.
Uso de pantallas en niños
El uso de pantallas en los primeros años de vida ha aumentado considerablemente. Según un informe de la Academia Estadounidense de Pediatría, el 92% de los niños menores de 2 años tienen una presencia digital en sus vidas, lo que incluye el acceso a dispositivos móviles y pantallas.
Sin embargo, diversos estudios han demostrado que el uso excesivo de pantallas en esta etapa puede estar asociado con problemas de desarrollo del lenguaje, retrasos en la adquisición de habilidades motoras, dificultades de atención y aumento del riesgo de trastornos del sueño. Estas complicaciones psicológicas pueden tener un impacto duradero en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños. Los comportamientos asociados con la adicción a las pantallas en niños y adolescentes son los siguientes:
- Uso excesivo: Pasar largas horas frente a pantallas, ya sea jugando videojuegos, navegando por internet o usando redes sociales, a menudo en detrimento de otras actividades importantes como la escuela, el ejercicio y la interacción social cara a cara.
- Obsesión: Pensamientos constantes sobre los dispositivos electrónicos, ansiedad por estar desconectado y una necesidad compulsiva de revisar constantemente los dispositivos.
- Negación de problemas: Negarse a reconocer el impacto negativo del uso excesivo de pantallas en la vida diaria, las relaciones personales y el rendimiento académico.
- Cambios de comportamiento: Experimentar cambios de humor, irritabilidad, problemas de atención y dificultades para dormir.
Tratamiento para la adicción a las pantallas en niños y adolescentes
El abordaje debe consistir en:
- Establecer límites claros: Es fundamental establecer límites saludables en el tiempo de pantalla y el uso de dispositivos electrónicos. Esto puede incluir horarios específicos para el uso de dispositivos, períodos de tiempo sin pantalla y áreas de la casa libres de tecnología.
- Promover actividades alternativas: Fomentar actividades alternativas que no impliquen el uso de pantallas, como deportes, juegos al aire libre, lectura, arte y actividades sociales.
- Crear un entorno de apoyo: Es importante crear un entorno de apoyo en el hogar y la escuela donde los niños y adolescentes se sientan seguros para hablar sobre sus preocupaciones y recibir ayuda si están luchando con la adicción a las pantallas.
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC puede ser efectiva para abordar los pensamientos y comportamientos problemáticos asociados con la adicción a las pantallas. Ayuda a los niños y adolescentes a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos y desarrollar habilidades para controlar el uso de dispositivos electrónicos.
- Apoyo familiar: Involucrar a la familia en el proceso de tratamiento puede ser beneficioso para brindar apoyo emocional, establecer límites y promover un ambiente saludable en el hogar.
- Monitorización y supervisión: Los padres y cuidadores deben supervisar de cerca el uso de dispositivos electrónicos y establecer reglas claras sobre el uso adecuado de la tecnología.
- Modelar comportamientos saludables: Los adultos deben servir como modelos a seguir al demostrar un uso equilibrado y responsable de la tecnología.
Es importante abordar la adicción a las pantallas en niños, adolescentes y adultos de manera temprana y efectiva para evitar consecuencias negativas a largo plazo en su salud física, mental y emocional. Pide ayuda si te sientes dependiente del móvil, es una condición que sufre a menudo nuestra sociedad moderna.
