¿Sabías que para reducir la ansiedad no solo puedes realizar actividades relajantes, sino también celebrar? Al celebrar pequeños momentos pondrás en práctica la valoración y la gratitud, dos ingredientes esenciales para reducir la ansiedad y el estrés, aumentando tu bienestar.
La ansiedad es un estado de tensión en el cuerpo y la mente que se origina por la manera en que actuamos y pensamos. A menudo, cuando la ansiedad es elevada buscamos frenos para reducirla, combatirla, minimizarla. Así es que echamos mano a diversas prácticas, como meditar, yoga, entre otras. Estas actividades nos dan un respiro al ajetreo, al malestar y la tensión. Por cierto, también pueden convertirse en buenos hábitos saludables.
Entonces, para reducir la ansiedad y el estrés hay varios caminos. Por un lado, es necesario encontrar lo que causa la tensión y realizar los cambios necesarios. Por otro lado, es bueno mover la balanza de las sensaciones y emociones en positivo y aquí entran las actividades relajantes y la celebración.
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Celebrar como aliado del bienestar
Celebrar, como digo a mis consultantes, es un momento de toma de conciencia en la que empleamos dos grandes aliados del bienestar: la gratitud y la valoración. Ambos son disparadores de emociones positivas o agradables.
La gratitud tiene importantes implicancias favorables para la salud, las relaciones sociales, y colabora en reducir los niveles de ansiedad y estrés. En el campo de la psicología positiva son numerosos los estudios que afirman que poner en práctica el agradecimiento permite activar la emoción de la gratitud y con ello tener una vida más satisfactoria.
La valoración de lo que es bueno para ti, de tus relaciones, de lo que tienes, de lo que se te da bien hacer, la valoración de pequeños aspectos del día a día... Todo ello suma a tu calidad de vida, porque justamente la satisfacción con la vida es producto de la valoración positiva de la misma.
Recuerda que valorar, agradecer, tomar conciencia y compartir son ingredientes esenciales para tu bienestar y felicidad.
Celebrar es un acto en el que valoramos algo que nos hace bien. Celebrar no es necesariamente sinónimo de realizar un festejo. Asimismo, cuando el celebrar es compartido se duplican sus beneficios, pues el celebrar y compartir con otros suma salud y bienestar. De allí que el brindar es un acto simbólico compartido que pone un sello a un momento que no solo será fuente de placer en ese mismo instante, sino cada vez que puedas recordarlo.
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4 tipos de celebraciones
¿Qué celebramos? Hay innumerables celebraciones y festejos asociados a cada cultura, cada país y región. Desde las tribus a las ciudades, desde la prehistoria a nuestros tiempos, la celebración es parte de nuestras vidas. Hemos aprendido a celebrar algunas fechas, como las navidades, los aniversarios, y también al alcanzar algunos logros, pero nos olvidamos de algo importante, el celebrar pequeños momentos.
Por ello he desarrollado una clasificación de cuatro tipos de celebraciones:
- Celebraciones culturales: son fechas que celebra, en general, toda tu comunidad, y están pautadas en un día cada año. Por ejemplo, navidades, día del amigo, día de la madre, del padre, fiestas religiosas y culturales de tu comunidad.
- Celebrar tus aniversarios. Son las fechas que en un día al año recuerdas algo importante para ti y tus seres queridos. Por ejemplo: cumplir años, aniversario de bodas, entre otros.
- Celebrar logros. Son fechas en las que culmina un camino, en las que alcanzas una meta. Pueden ser: ganar una competencia, terminar una carrera, inaugurar un negocio, comprar tu casa, etc.
- Celebrar pequeños momentos: Esta es una nueva categoría en la que solo tú escoges celebrar valorando lo bueno en tu vida. Por ejemplo, podrás hacer honor a la amistad, el amor, la salud, la vida.
Antes de adentrarnos en la última categoría, quizás estás pensando: “No soy fan de realizar festejos”, “No puedo sentirme feliz de festejar cuando debería”, “Planear una fiesta no es bonito y es estresante a tope”, “No se me da bien festejar”, “No encuentro motivos importantes para festejar”. Ahora dime tú mismo: ¿Te identificas con alguna de estas ideas?
Pues si tu respuesta es sí, quizás piensas que celebrar es solo cumplir con obligaciones pautadas, como lo pueden ser los festejos culturales y aniversarios. También, puede suceder que te consideres ser o no ser una persona de festejar cuando esto no va de “ser” sino de generar momentos bonitos, y todos tenemos esa capacidad en potencial.
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Celebrar pequeños momentos
Celebrar pequeños momentos, es una categoría que he diseñado, luego de investigar sobre la felicidad y el bienestar y está basada en poner en práctica la valoración y el agradecimiento en pequeños momentos.
Esta es una celebración que solo tú escoges cuándo y qué celebrar. Permite que la celebración no quede ceñida a aquellas fechas marcadas o se piense únicamente para grandes hitos. Podemos beneficiarnos de celebrar un pequeño momento en cada semana si seguimos los pasos que explicaré más adelante. Por ejemplo, puedes quedar esta semana con un amigo, escoger un bonito lugar, y brindar diciendo alto y claro que brindan en ese día por la amistad.
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Dos tareas y cuatro pautas para celebrar pequeños momentos
Para celebrar debes generar un momento bonito y para ello te recomiendo dos tareas importantes:
- La primera, reflexiona. Escribe todas las cosas por las que estás agradecido y son bonitas en tu vida. Piensa en lo que eres, lo que quieres ser, lo que tienes, y lo que haces.
- La segunda, ponte en acción. Comienza a generar tus celebraciones.
Claves a tener en cuenta
Para generar tus celebraciones, podrán ser de ayuda estas pautas:
- Qué celebrar escoge un motivo para celebrar de tu lista.
- Cuándo: marca en tu agenda en qué día y horas celebrarás,
- Dónde y con quién: escoge un lugar bonito, en tu casa o fuera de ella. Piensa si en esta celebración estarás solo tú, o mejor aún, si invitarás a otra persona.
- Celebra: en el día de la celebración debes hacer dos cosas. Poner en palabras: “Hoy celebro/celebramos…”. Brinda por ello valorando y agradeciendo ese momento.
Concluyendo
Es importante que celebrar sea algo elegido por ti, agradable y no algo impuesto.
Tal y como hemos visto, celebrar no solo suma momentos bonitos, sino que permite poner en práctica la valoración y el agradecimiento de innumerables cosas en nuestra vida.
Sonia E. Rodriguez Alvarez
Sonia E. Rodriguez Alvarez
Dra. en Psicologia. Mtr Ansiedad y Estrés. Coach.
Recuerda, celebra pequeños momentos. No es necesario un gran festejo para celebrar un maravilloso instante. Celebrar sumará bienestar y reducirá la ansiedad que resta calidad de vida. Pues, ahora te toca a ti ¡Celebra!
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