En medio de la prisa, las responsabilidades y el afán de ser super poderosas, aparece la desconexión entre nosotras como mujeres y nuestra feminidad, lo cual se hace evidente a través de desequilibrios hormonales, vínculos problemáticos, agotamiento, depresión, ansiedad, baja autoestima e incluso enfermedades psiquiátricas.
La velocidad con la que se transforma la sociedad en relación a los roles de género, y las múltiples cargas que día a día incrementan para las mujeres con el objetivo de lograr estándares de éxito y perfección, han traído como consecuencia la adopción de posturas y actitudes masculinas excesivas, que confrontan nuestra propia naturaleza y que llevan a forzar vínculos en donde no se establecen límites y en donde se permite incluso el maltrato o la desaprobación de quienes somos.
Cultivar vínculos en donde nos sintamos cómodas, soportadas y valoradas, y poder expresar nuestra feminidad y aportar desde está, es clave para cuidar de nuestra salud física y mental y desde aquí construir realidades que resulten interesantes y que nos permitan fortalecernos y existir con libertad.
Acciones para cultivar el amor propio
Es por esto que resulta clave parar por un momento, observarnos, reconectar y cultivar nuestra feminidad. Y aunque poner en práctica acciones encaminadas hacia este propósito, va más allá de conquistar a una pareja o de atraer la aceptación de otros, los ejercicios que te propongo a continuación, te permiten reconocer tu propio poder y desde aquí, darte el valor que mereces. Solo así, reconociendo y entendiendo quién eres y la fuerza que te habita, podrás enseñarle a otros cómo deben tratarte para hacer parte de tu vida y construir relaciones profundas basadas en el amor incondicional y el crecimiento mutuo.
1. Enamórate de ti misma
Crea y aprende cosas nuevas, observa tu poder para engendrar. Desarrolla actividades que te permiten ver tu poder para dar vida. Abre paso a nuevos proyectos, pinta, escribe, canta, realiza alguna actividad que te permita exponer tus talentos.
2. Déjate cuidar por otros
Acepta los actos o palabras de amor sin reproches, sin miedo, sin decir "No gracias". !Si gracias! a todo aquello que te haga sentir feliz y valorada. Acepta lo mejor que los otros tienen para ofrecerte. No sientas vergüenza por dejar que otros te de. Tú eres un ser capaz de desbordar amor, capaz de transformar el amor en vida, así que permite que otros te llenen de alegría, para que luego reboses y la puedas compartir.
Permite a tu pareja ser útil, jugar su rol, dar lo mejor de sí, porque esto la lleva a moverse, a explorar, lo cual fortalece también su naturaleza. Aprende a pedir, en ti está también la capacidad de solicitar lo que te resulta importante, hazlo sin temor, con amor, propósito y claridad.
3. Cuida de tu cuerpo
No se trata de lo estético exclusivamente. Alimentate sanamente, ejercítate, regalate tiempo de calidad. Baila frente al espejo, nada y enfócate en la fuerza de tu cuerpo, corre y siente lo libre que puedes ser, práctica yoga y disfruta de tu flexibilidad, camina tu sistema nervioso y muscular por permitirte movilizarte, sube las escaleras cuando sea posible, práctica cualquier actividad que te permita conectar con tu vitalidad, sentir la fuerza y poder que posees y al mismo tiempo salir de tu zona de confort. Incluso si tienes limitaciones físicas puedes hacerlo, realizando actividades físicas que no son habituales para ti y qué te exigen algún esfuerzo.
4. Explora tu sexualidad
Mírate al espejo y tócate, hablate con amor, disfruta de quién eres. Cuida tu piel, peina tu cabello, masajea tus piernas. Admira tu belleza, ama tus cicatrices e imperfecciones, porque estás cuentan una historia. Dedícate días de placer personal, ten citas contigo misma, ponte hermosa y disfruta de tu belleza.
Estimula tus sentidos, permítele a tu cuerpo deleitarse con los aromas, la luz y los colores, la música que,las flores, las telas, los sabores del agua, de las frutas, de las nueces, disfruta con todo tu cuerpo lo múltiples estímulos que te ofrece el entorno. Sedúcete a ti misma, y permítete seducir a otros, con tu mirada, tus movimientos, tu voz, calidez, tu frescura, tu historia de vida, tus miedos y tus sueños.
5. Reencuéntrate con la niña interior sana y curiosa que te habita
Conéctate con tu inocencia, con tus ganas de explorar, de jugar, de moverte con libertad, y deja atrás tus inseguridades, miedos y prejuicios. Mantente alegre, sonríe, baila mientras caminas, canta o tararea cuando estés sola, salta en la calle, permítete divertirte. Confía, incluso si luego las personas no actúan como tú esperas. Permítete mantenerte asombrada ante el mundo, su magia, su inmensidad y la maravilla que esconde. Entrénate para hacer nuevos amigos, para hablar con personas desconocidas sin miedo, vence el miedo y sonríe a quienes te encuentres.
6. Inspírate con otras mujeres
Lee y escucha podcast o videos de otras mujeres que te motiven, de las que puedas tomar lo mejor. Investiga, comprende y honra tu linaje femenino: ¿Quiénes son las mujeres de dónde vienes? ¿Cuáles fueron sus luchas, dolores y aportes para que tú seas la mujer que eres? Conecta con otras mujeres, crea círculos de apoyo. Frecuenta mujeres de todas las edades, aprende de ellas, escúchalas, contenlas, apóyate en ellas, encuentra todo lo valioso que sus vidas pueden sumar a la tuya y suma a la de ellas.
7. Conecta con tu dulzura
Contempla la belleza de la naturaleza. Disfruta de cuidar de ti y de otros. Acaricia, riega tus plantas, disfruta de lo simple, lo delicado, lo sutil. Cuida la fragilidad de la vida, incorpora prácticas de consumo consciente, aprende técnicas para el cuidado del medio ambiente, incorpora prácticas de servicio y cuidado a otros.
8. Hazte consciente de tus ciclos hormonales
Observa tus cambios físicos y emocionales. Las mujeres somos cíclicas en muchos aspectos, así que lleva un calendario que día a día te permita entender la transformación que experimenta tu cuerpo y las relaciones o patrones que aparecen.
9. Conecta con tus emociones
Observa y descubre qué te emociona, qué te duele, que te alegra y a qué le temes. Lleva un diario de emociones, de pensamientos o de historias, que te permita recoger tus experiencias y hacerlas visibles para ti. Cultiva emociones positivas como la amabilidad, el agradecimiento, la compasión, contigo y con otros. Escribe esas situaciones que has vivido y de las cuales has aprendido por que aunque quizás son dolorosas, te han permitido conocerte.
10. Medita
Utiliza herramientas como el tantra, el yoga, los baños de bosque, la horticultura, la oración, la cocina o cualquier actividad que te permita desconectarte de las exigencias del mundo exterior y conectar con la calma de tu ser y la divinidad que hay en ti.
Conclusiones
Recuerda que esto es un proceso en el que al dedicarte tiempo, atención y cuidado, vas a cultivar un amor propio genuino, que contribuya a fortalecer tus capacidades, que te permita ver de qué estás hecha y contribuya a fortalecer tu cuerpo y tu autoestima.
Si tú eres capaz de reconocer la mujer que eres, de aceptar tu feminidad y usarla con sabiduría y contundencia, sabrás darte a ti misma el lugar que corresponde y sin duda lo proyectarás, de esta forma los corazones que se acerquen a ti, entenderán tu valor y el trato y respeto que mereces y con el que deben corresponder y sin duda no darás paso a personas que no estén preparadas para recibir lo mejor de ti.
Cultivar la autoestima es un trabajo diario, que implica práctica continua y constancia, sin embargo es sin duda el mejor proyecto que puedas llevar a cabo en tu vida. Si estás buscando un acompañamiento más cercano no dudes en escribirme y juntas encontraremos la mejor forma de pulir ese diamante que llevas en ti.