¿Cómo gestionar el estrés laboral mediante los hábitos?

Seguro que alguna vez te has sentido abrumado en el trabajo o superado por la cantidad de trabajo que debías realizar; o también angustiado por tu futuro como profesional, o perdido la perspectiva de tus metas laborales al centrarte solo en las presiones del corto plazo.

Este fenómeno de angustia y malestar en el puesto de trabajo se conoce como estrés laboral, y en la actualidad es uno de los principales problemas de salud mental que tienen los trabajadores de todo el mundo.

Si quieres aprender varias de las principales claves sobre cómo manejar el estrés laboral a lo largo de tu trayectoria en el ámbito profesional, sigue leyendo.

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Consejos para gestionar el estrés laboral a través de hábitos

El estrés laboral puede estar originado por múltiples causas y algunas de las siguientes son: un exceso de responsabilidades demasiado elevadas; un sueldo bajo; una falta de autonomía; la conflictividad laboral o las jornadas laborales demasiado largas.

Las personas que presentan un caso de estrés laboral pueden verse afectadas de distintas maneras, ya que no todo el mundo experimenta los mismos síntomas. De igual manera, existen también diversas estrategias que se pueden poner en práctica para superar la que es considerada como una de las enfermedades del siglo XXI.

Si tú o algún conocido tenéis estrés laboral por algún motivo en particular, en el artículo de hoy podrás encontrar consejos que te serán útiles para superar este trastorno que afecta a los trabajadores tanto en su físico como a su salud mental. Eso sí, recuerda que en todos los casos es recomendable combinar estas pautas con la asistencia a psicoterapia.

1. Organízate

Organizarse es el primer paso para lograr un rendimiento óptimo en el lugar de trabajo y por ende para evitar el desarrollo de casos de estrés laboral de todo tipo que puedan poner en peligro nuestra salud psicológica. Esto pasa por tener una perspectiva global de las tareas a realizar y de cómo debe ser nuestro espacio de trabajo.

Además de mantener una organización horaria, empezando y finalizando la jornada laboral a la misma hora, es importante iniciar la jornada sabiendo en todo momento todo lo que debemos hacer.

Esto puede lograrse apuntando de antemano todas aquellas tareas a las que debemos hacer frente justo antes de ponernos a trabajar y todos los objetivos que debemos cumplir en ese mismo día.

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2. Establece objetivos razonables

Además, debemos procurar que los objetivos que nos planteamos son objetivos, razonables y realizables, para no frustrarnos en caso de no poder conseguirlos en el tiempo marcado.

Para lograrlo debemos analizar cuáles son nuestras posibilidades y las capacidades que tenemos en un tiempo determinado, y en base a eso, establecer objetivos que nos motiven y que puedan ser realizables, nunca aceptando más tareas de las que somos capaces de abarcar. Hay que crear hipótesis optimistas y pesimistas para, a partir de estos dos extremos, hacernos una idea de lo que seguramente lograremos en los próximos meses.

A este respecto es recomendable siempre hablar con un superior para determinar cuál puede ser el grueso de trabajo aceptable para ambas partes.

3. Toma un descanso

El estrés laboral puede llegar a cronificarse y convertirse en un problema grave de salud mental en el futuro. Para evitar que eso ocurra es importante tomar un descanso para recuperarnos y curarnos del todo de este problema.

Este descanso puede ser de un día o de varios según lo acordado con los superiores o con los clientes, lo importante es desconectar durante un tiempo de la fuente del estrés y dejar atrás el sentimiento de urgencia para ver las cosas con perspectiva.

4. Aprende a relajarte durante las pausas

Existen diferentes actividades que podemos realizar para relajarnos, las más habituales son las técnicas de relajación que son utilizadas en psicología y medicina para lograr estados de calma y equilibrio.

Algunas actividades relajantes que podemos realizar en nuestro tiempo libre o durante los descansos son los paseos, comer un tentempié o bien hablar con alguien que nos reconforte.

Además de eso, las principales técnicas de relajación que podemos emplear diariamente son: la respiración consciente, la meditación, el Mindfulness, el yoga o la relajación muscular progresiva.

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5. Establece límites

En los casos en que las condiciones laborales sean excesivas, peligrosas o incómodas debemos establecer límites y comunicar a nuestros superiores o gerentes aquellos problemas o inconformidades que podamos tener.

Además de eso, también es importante establecer límites respecto al uso de redes sociales y dejar claro que no estaremos disponibles las 24 horas del día laboralmente, permitiéndonos dejar el móvil o cualquier dispositivo electrónico en nuestro horario de descanso.

6. Identifica focos de estrés

Identificar los focos de estrés o las causas que nos provoquen angustia, miedo o estrés laboral es esencial para empezar a superar nuestro problema.

Una vez identificadas aquellas causas que nos provocan estrés podremos trabajar de manera personal o bien con la ayuda de profesionales de la psicología para reducir cada vez más los síntomas de estrés.

7. Delega

Aprender a delegar tareas es esencial para evitar posibles casos de sobrecarga de trabajo y por consiguiente casos de estrés laboral.

Delegar significa que podemos trasladar algunas de las tareas accesorias que se nos encomiendan a otros compañeros o cargos intermedios para que nosotros podamos centrarnos en tareas más importantes o centrales.

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8. La comunicación es clave

Como se ha indicado, reunirnos con nuestro jefe puede para comentar aquellos focos de estrés que nos pueden estar dificultando la productividad puede resultar de gran ayuda para estar más relajados y prevenir problemas posteriores.

El interés de cada jefe es que sus empleados estén lo más a gusto posible en la empresa, por ese motivo es interesante compartir, siempre que se necesite, cualquier problema que podamos tener en nuestro puesto de trabajo y buscar soluciones conjuntas con nuestros superiores.

9. Realiza rutinas saludables

Algunas actividades saludables que podemos realizar durante la semana antes o después de la jornada laboral pueden ser: hacer deporte, salir con amigos, pasear, estar en contacto con la naturaleza o bien leer y hacer otra actividad preferida.

Lo importante es hacer aquello que nos llena y nos hace feliz, y de paso que nos pueda tranquilizar y hacernos sentir menos estresados.

10. Crea una descripción clara de tu puesto

En casos en los que podamos dudar sobre nuestras atribuciones, funciones o nuestro rol en la organización o empresa, podemos escribir una descripción detallada de nuestro puesto de trabajo.

Esto nos ayudará a aclarar cuales son nuestras funciones y saber a cada hora de nuestra jornada qué debemos hacer en cualquier momento.