¿Sueles sentir que tu mente es como un disco rayado? Un evento, un error o una preocupación se repite sin cesar, robándote la energía y disparando tu ansiedad. Este bucle se llama rumiación, y no es reflexionar, es una “trampa mental” que te mantiene atascado. La buena noticia es que tu cerebro puede aprender a desconectarse. Te presento un poderoso “Método Psicohábito”, basada en la terapia de segunda y tercera generación.
Se sabe que los trastornos de ansiedad sobre todo los crónicos ya son problemas que han surgido en las etapas tempranas, es más viene a ser una comorbilidad de otro trastorno como son trastornos de la personalidad y sin embargo por una serie de factores (desconocimiento, falta de recursos económicos…) se fueron normalizando y eso impidió que la persona busque ayuda oportuna.
A lo largo de mi experiencia profesional he escuchado a muchos pacientes mencionar que los síntomas o malestares por los que acuden actualmente ya los habían sentido desde la niñez, adolescencia y con el transcurso del tiempo llegando a pensar que así era vivir, es decir lo normalizaron.
En este artículo mi objetivo es brindar información sobre la rumiación y los 3 psicohábitos para que así puedan gestionarla y recuperar la calma mental.
¿Qué es la rumiación? ¿Cómo se detiene?
La rumiación es un estilo de respuesta cognitiva caracterizado por un patrón de pensamiento reiterativo y pasivamente focalizado en el malestar, los síntomas de angustia o las posibles causas y consecuencias de un problema o estado de ánimo negativo; sin enfocarse a la solución (Nolen-Hoeksema, 1991, citado en Gonzales et al. 2017). Para detener la rumiación, se requiere de dos niveles de acción:
- Nivel superficial (TCC): Herramientas prácticas para detener el pensamiento aquí y ahora. Específicamente me refiero de atención pena, meditación, reestructuración cognitiva de las distorsiones cognitivas como: catastrofización, pensamiento polarizado “todo o nada”, personalización, etc.
- Nivel profundo (Esquemas de Young): Entender la creencia fundamental (el "por qué") que activa ese bucle de rumiación. Los Esquemas Desadaptativos Tempranos, son patrones de pensamiento y emoción muy arraigados, formados en la infancia, que actúan como "disparadores" de la rumiación adulta. Si tu rumiación se enfoca siempre en el rechazo, por ejemplo, podría estar activándose un esquema de Abandono o Defectuosidad.
La rumiación no es el problema; es la forma en que tu esquema se está manifestando para hacerte sentir "la verdad" de esa vieja creencia.
¿Cuáles son los 3 psicohábitos para desconectar la rumiación?
Estos 3 psicohábitos van a ser tu herramienta de acción inmediata. Cuando sientas que el “disco rayado” de tu mente comienza, aplica esta secuencia:
Psicohábito 1: Reconocimiento (La Pausa Consciente)
El primer paso es pasar de la inconsciencia a la conciencia.
- Observa el "Modo Rumia": Identifica las señales: ¿Estás usando la palabra "por qué" (¿Por qué me pasa esto a mí?), o dando vueltas a un evento pasado sin buscar solución?
- Etiqueta sin juicio: Interrumpe el pensamiento y etiquétalo. Puedes decirlo en voz alta o mentalmente: "Alto. Esto es Rumia. No es útil." ¿Por qué funciona? Al etiquetar, conviertes la rumiación de un sentimiento abrumador a un objeto mental que puedes observar y, por lo tanto, manejar. Es una técnica clave de Mindfulness.
Psicohábito 2: Redirección (El Cambio de Foco)
Una vez que has puesto la etiqueta de "Rumia", necesitas reemplazarlo con una actividad incompatible. ¡No intentes simplemente dejar de pensar! Eso es imposible.
- Foco en el cuerpo (Ancla): Usa la Respiración Diafragmática. Inhala lentamente por la nariz (sintiendo cómo se hincha tu abdomen) y exhala largamente por la boca. Haz 5 repeticiones. Esto estimula el sistema nervioso parasimpático y reduce la activación de la ansiedad.
- Foco en la tarea (Acción): Si la rumiación persiste, redirige tu atención a una actividad que requiera foco sensorial (algo que obligue a tu cerebro a usar otras áreas, lejos del bucle). Ejemplos: Leer una novela, cantar tu canción favorita a todo pulmón, resolver un puzle, o salir a caminar prestando extrema atención a 5 cosas que ves y 5 cosas que hueles.
Psicohábito 3: Reestructuración (Del "Por qué" al "Qué ahora")
Una vez que la intensidad ha bajado (gracias a los psicohábitos 1 y 2), es el momento de aplicar la lógica de la TCC y abordar el Esquema.
- Transforma la pregunta: Cambia el inútil "¿Por qué?" (orientado al pasado y a la culpa) por un "¿Qué ahora?" o "¿Cómo?" (orientado a la solución y al futuro). En lugar de “¿Por qué siempre me equivoco?” puedes preguntarte “ ¿Qué puedo aprender de este evento?”. En lugar de “¿Por qué no puedo dejar de…?” puedes preguntarte “ ¿Qué acción pequeña y útil puedo hacer para…?
- Desafía el esquema: Pregúntate: "Si esta rumiación fuera cierta, ¿qué miedo fundamental me está confirmando?" (Ejemplo: Miedo a ser un fracaso, que se relaciona con el esquema de Fracaso). Luego, responde desde tu "Adulto Sano": "¿Cuál es la evidencia real de que soy un fracaso? Un error no define mi vida entera."
Conclusiones
La rumiación es una estrategia aprendida por tu cerebro para lidiar con el miedo (el Esquema). Aplicar los 3 psicohábitos (Reconocimiento - Redirección - Reestructuración) es la forma de enseñarle a tu mente que hay caminos más seguros y efectivos. Cada vez que logras desconectar el bucle de la rumiación, no solo reduces la ansiedad inmediata, sino que también debilitas la vieja creencia (el Esquema) que te ha limitado durante tanto tiempo.
¿Te ha servido este análisis? Si deseas explorar en profundidad tus propias, distorsiones cognitivas y esquemas desadaptativos, reserva una sesión para iniciar tu proceso psicoterapéutico online con el “Método Psicohábitos”, el cual está diseñado con las técnicas mas efectivas de los modelos de terapia de segunda y tercera generación.


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