Las vacaciones son un periodo esperado con mucha ansia por gran parte de la población, especialmente aquellos que se encuentran activos durante el resto del año tanto académicamente como laboralmente. La etapa vacacional representa unos días donde podemos alejarnos de la rutina establecida y disfrutar del tiempo para llevar a cabo las actividades que durante el año resultan más complicadas de realizar.
Existen evidencias que respaldan la importancia de estos días fuera de la rutina para nuestra salud física, mental y social. De hecho, se sabe que las vacaciones son necesarias para paliar la fatiga y la salud de los trabajadores. Yendo un paso más allá, las vacaciones son positivas para el trabajador y también para la empresa ya que ayuda contra el estrés laboral de sus empleados.
Queda más que retratada la parte divertida y bonita de las vacaciones y todos escuchamos año tras año las ganas que tiene la mayoría de la gente de nuestro alrededor para que lleguen esos días. No obstante, ¿qué efectos psicológicos trae la etapa vacacional? ¿Es todo “color de rosa”? Si te interesan las respuestas, has llegado al sitio adecuado. En el artículo de hoy, hablaremos sobre los efectos tanto positivos como negativos que tienen las vacaciones en nuestra salud.
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Beneficios de la desconexión vacacional
La completa desconexión que se genera al separarnos de nuestra vida cotidiana y tener todo el tiempo para nosotros mismos trae consigo ciertos beneficios que analizaremos a continuación:
1. Más tiempo para divertirnos
En las vacaciones tienes todo el tiempo del mundo para hacer esa actividad, ejercicio o quedar con aquellos amigos que nunca tienes tiempo de ver debido a la rutina del día a día. Las vacaciones nos permiten priorizar nuestra diversión y hace que sintamos emociones positivas y por consiguiente, mejore nuestra salud mental.
2. Aumenta la motivación
El separarnos del “bucle” de todos los días, hace que podamos desconectar en cuanto al área académica o laboral se refiere. Descansamos, realizamos otras actividades y esto es un aliado para volver llenos de energía y motivación.
3. Reduce el estrés
Las vacaciones se encuentran claramente relacionadas con una disminución del nivel de estrés. El descansar, divertirnos, conectar con los nuestros y por lo general, anteponer cualquier cosa que queramos hacer durante esos días, definitivamente reduce el cortisol en sangre.
4. Menos sedentarismo
Por norma general, al llegar de la escuela, universidad o trabajo, solemos estar tan cansados que lo único que nos apetece es hundirnos en el sofá a ver algo en la televisión o en el móvil. Durante la etapa vacacional, es más placentero centrar la atención en actividades recreativas, en salidas, paseos, etc., en vez de invertir momentos tumbados en el sofá o jugando en nuestros aparatos electrónicos.
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Desventajas de la desconexión
También hay algunas desventajas de la etapa vacacional que deben ser mencionadas para ser consciente de ellas y así poder gestionarlas adecuadamente. Las listamos a continuación:
1. Falta de rutina
La falta de tener un calendario con horarios y rutinas hace que nos acostumbremos a ello y por consiguiente, volver a nuestras tareas diarias se vuelve sumamente complicado. El habituarse a no tener horarios y de repente, tener que volver a estructurar todo es bastante impactante y genera estrés e incluso ansiedad en muchas personas.
2. Decaimiento asociado a la soledad
El calor y la sensación de soledad puede llevar a estado de angustia de separación, depresión o desánimo.
3. Síndrome postvacacional
Este síndrome hace referencia a una “depresión postvacacional” que acarrea una reactividad psicológica caracterizada por cansancio, desencanto, inhibición, anhedonia, tristeza, malestar general, ansiedad, fobia social, etc.
4. Retomar los “stand by”
La vuelta a la rutina lleva consigo el hacerle frente a todos los “stand by” que habías dejado antes de las vacaciones. Esta sensación de volver a retomar todo genera mucho estrés y ansiedad en los individuos. Por ello, es importante encontrar el equilibrio entre el descanso y la vuelta a la rutina durante las vacaciones.
¿Cómo afecta la etapa vacacional a las familias?
Las vacaciones en familia pueden ser muy beneficiosas ya que son una buena excusa para reforzar las relaciones familiares y pasar tiempo de calidad con los tuyos. La etapa vacacional es una experiencia positiva cuando se aumenta el tiempo libre y la dedicación a tus hijos, jugando y disfrutando con ellos, facilitando otro tipo de aprendizajes, mejorando la comunicación, entre otras cosas. También resulta un buen momento para reforzar la relación de pareja, tomando tiempo para realizar actividades y hobbies juntos.
En la otra cara de la moneda, también suele convertirse en una fuente de frecuentes tensiones y conflictos. Nos pasamos el año pensando en las vacaciones y lo bien que nos hacen y por consiguiente, solemos idealizarlas. Hasta tal punto que esta idealización genera frustraciones, estrés e incluso ansiedad si no se cumple con lo deseado. En las vacaciones, debido a la mala gestión de emociones, suelen aumentar los malentendidos y los conflictos intrafamiliares.
Además, muchas veces se incluye la familia extensa (abuelos, tíos, primos, etc.) en las vacaciones, y esto hace que la intimidad de la familia y de la pareja desaparezca, impide que puedan pasar tiempo de calidad entre ellos y por tanto, las emociones negativas florecen.
Para poder paliar los conflictos que surgen en las familias en los días de vacaciones, es importante que cada miembro tenga su espacio para poder expresar sus necesidades, intenciones y ganas sin que se sienta juzgado. Siempre dentro de un clima de comprensión, es vital que cada individuo se comunique para evitar malentendidos. También resulta importante reducir las expectativas y reconocer que habrá días mejores y otros peores. No todos los días pueden ser idílicos. Al fin y al cabo, el objetivo final es que todos los miembros de la familia desconecten, disfruten y puedan llevarse en su memoria unas vacaciones placenteras y tranquilas.
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Además, se debe comprender que el cambio de rutinas y horarios afecta en el estado de ánimo de las personas y esto puede generar malas contestaciones, malas caras, reproches, fatiga, etc. que llevan a una sensación de frustración y conflictos. Y finalmente, por supuesto que se debe evitar comparar la etapa vacacional con la de otros años o incluso con las vacaciones de otras familias. Cada unidad familiar lidia con sus problemas y sus diferencias al igual que tú con la tuya.
En definitiva, mantener la mente abierta y flexible a posibles cambios, respetar los gustos de cada miembro de la familia y vivir esta etapa como un desafío donde estás llevando a cabo un proyecto nuevo y diferente es la mejor forma de afrontar las vacaciones en familia. Vive el momento y aprovecha para crecer tanto de forma individual como colectiva.
