¿Has tenido la sensación de estar en tu casa viendo una película, coger el móvil, entrar a alguna red social y al ver todos los planes divertidos de la gente a la que sigues inmediatamente sentir que estás perdiendo el tiempo? Esto tiene nombre y se llama “FOMO”. Es un término anglosajón que sus siglas representan “Fear of Missing Out”. Se traduce como el miedo a perderse las cosas. Por tanto, los individuos que experimentan FOMO tienen una extraña sensación de estar desaprovechando su tiempo al ver fotos o videos de personas viviendo una maravillosa y casi inalcanzable vida en las distintas plataformas de las redes sociales.
Como contrario a esto, recientemente ha surgido el término “JOMO” o “Joy of Missing Out”. Es decir, el placer de perderse las cosas. Al experimentar JOMO, la sensación de estar perdiendo tiempo de disfrute de tu vida desaparece y más bien, esta filosofía permite que las interpretaciones de las fotos o videos de las redes sociales no interfieran en la vida de la persona. Además, abre las puertas a priorizar e invertir el tiempo en cosas que realmente le interesen a cada uno, sin mirar a los demás.
Dar un paseo escuchando música, tocar la guitarra solo en casa, leer la saga de tu libro favorito o ir al cine con amigos son algunos ejemplos de estos planes que a uno le hacen sentir estupendo pero no son lo suficientemente idílicos como para publicarlos en las plataformas. En definitiva, el JOMO busca reducir el uso de las redes sociales o por lo menos reducir la necesidad de enseñar constantemente de forma superficial nuestras vidas, novios, propiedades, cuerpos y planes perfectos para dejar de compararnos con el resto.
Eso hace que disminuya la incontrolable inseguridad que nace al comparar lo que otros hacen o tienen. El JOMO busca poner distancia de la falsa realidad que la mayoría de personas exhiben en sus redes sociales y sentirse bien por decir que no a aquellos planes que en realidad no te apetecen. Si te has sentido identificado con el FOMO y te gustaría cambiar esa sensación por algo parecido al JOMO, has llegado al sitio adecuado. En el artículo de hoy, analizaremos en profundidad esta novedosa filosofía conocida como Joy Of Missing Out o JOMO y como puedes fomentarlo e incorporarlo a tu día a día.
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¿Por qué es beneficioso el JOMO?
Nos hemos acostumbrado a estar pendientes de las constantes notificaciones que nos llegan a nuestros aparatos electrónicos. No solo esto, sino que nos parece normal el estar enganchados a las innumerables publicaciones que la gente sube sobre su vida. Es habitual escuchar a nuestro alrededor frases de personas comparando su vida con los escaparates irreales que aparecen en las redes sociales. El JOMO es beneficioso e importante sobre todo en aquellos casos en los que alguien sienta que es dependiente de las plataformas y las vidas supuestamente idílicas que en ellas se exponen.
Seguir la filosofía JOMO disminuye los niveles de ansiedad y estrés que genera estar ocupados y conectados de forma continua. Nuestro cerebro se encuentra en un estado de alerta y estimulación que resulta realmente agotador. Con JOMO, se consigue tomar distancia y permitir que la cabeza y el cuerpo descansen aliviando la sintomatología ansiosa. Dicho de otra forma, necesitamos esos ratos de intimidad haciendo lo que realmente nos encanta para nuestra salud mental.
Otra cuestión interesante que persigue el JOMO es la gratitud. Los seguidores de esta filosofía se han dado cuenta que hoy en día al buscar siempre lo último y lo mejor, no apreciamos lo que tenemos enfrente. Ellos consideran que nuestra sociedad ha perdido la cualidad de agradecer cada detalle positivo que tenemos en nuestra vida cotidiana. Al desaparecer de las redes sociales (que tanto nos consumen), podemos empezar a trabajar el agradecimiento y el aprecio por lo que ya tenemos.
Desventajas del estilo JOMO
Cada persona es distinta, y como bien dice el refrán cada maestrillo tiene su librillo, todos tenemos una distinta manera de actuar y de pensar. Hay personas que prefieren y se sienten cómodas en una actividad constante, rodeadas de mucha gente y otras que son más introvertidas y aprecian tiempo a solas. En suma, la filosofía JOMO no tiene ninguna desventaja si es algo que funciona y va acorde con tu personalidad y te produce satisfacción.
A este respecto resulta importante destacar que el estilo JOMO no puede servir de excusa para aislarse de las responsabilidades académicas, laborales o sociales. Es importante encontrar el equilibrio entre lo que a ti realmente te gusta y mantener los compromisos y las relaciones interpersonales. En otras palabras, se debe encontrar el equilibrio entre las filosofías FOMO y JOMO.
¿Cómo implementar el estilo JOMO a tu vida?
A continuación, hablaremos sobre algunas maneras de fomentar la filosofía JOMO en tu vida:
1. Desconecta
Resulta evidente que para fomentar el JOMO lo principal sea tomar distancia y desconcertar de los aparatos electrónicos. Con esto, no queremos decir que dejes de utilizarlos, más bien, ponte límites y guarda momentos en tu día para estar completamente ausente del teléfono.
2. Vive el momento
Estamos acostumbrados a funcionar en piloto automático y estar siempre pensando en lo que viene después. Esto está muy relacionado con la preocupación de perderse algo o como ya sabemos, FOMO. Las personas que experimentan esta sensación seguramente no sepan disfrutar del momento y siempre están pensando en que podrían estar haciendo. Como consejo, empieza a meditar y a aprovechar cada segundo sin que el FOMO tome control de tu vida.
3. Prioriza tus preferencias e intereses
Analiza en profundidad cuáles son las cosas que realmente te hacen feliz y qué factores son importantes para ti. Al estar constantemente aturdido por todos los inputs externos no te permites tomarte el tiempo necesario para aclarar tus preferencias e intereses. Reflexiona sobre cuáles son las actividades que te aportan algún beneficio y priorizarlas. Nunca las dejes de lado por anteponer lo que a otros les apetece hacer. Al fin y al cabo, es una forma de amor propio.
4. Aprende a decir no
Ligado con el punto anterior, una vez tengas claras tus prioridades, debes aprender a decir que no y sobre todo, no culparte ni avergonzarte por ello. Si es algo que te cuesta, empieza pensando los beneficios que tiene el decir que no sobre tu salud mental. Recuerda que estás en tu derecho a no querer hacer ciertas cosas y las personas de tu alrededor deben aceptarte y respetarte.
5. Mejora tu autoestima
Aquellas personas que les pesa tanto el no perderse nada y el FOMO interfiere de manera significativa en su vida, puede que necesiten trabajar seriamente su autoestima. La mejor manera de fomentar el JOMO es aumentando tu valor y amor propio.
6. Tómate tu tiempo para reflexionar
Es importante tener un espacio para la introspección donde puedas pensar y sacar conclusiones sobre el FOMO. Las personas llenas de planes, rodeadas de personas, con pareja, con figuras preciosas y con propiedades no tienen porqué ser más felices ni significa que estén aprovechando su vida de una mejor forma que tú. Te recomendamos cambiar tu foco de atención a ti mismo. Centrate en ti, en tus metas, tus miedos, tus fortalezas y debilidades.
7. Disfruta de la soledad
Estar solos es todo un reto para muchos de nosotros. Sin embargo, aprender a estar solos mejora nuestro amor propio, autoestima y por consiguiente, nuestras relaciones interpersonales. Esto ocurre porque al estar solos, tenemos tiempo de pensar, comprender nuestras emociones, saber gestionarlas, y como consecuencia desarrollamos la capacidad de comprender las emociones de los demás, es decir, la empatía. A este respecto, hay que añadirle el aburrimiento. La soledad muchas veces trae consigo el aburrimiento y esto no es malo. Concede aburrirte de vez en cuando y verás los beneficios que tiene en la creatividad y la imaginación.
8. Acude a un profesional
Si te has sentido identificado con el estilo de vida FOMO y por tanto, tienes la sensación de que te estás perdiendo cosas constantemente, es hora que pidas ayuda a un profesional. El estar pendiente de una forma obsesiva de lo que ocurre a tu alrededor genera ansiedad, depresión, estrés, y en definitiva, genera un impacto perjudicial en tu salud mental.