“Adolescencia”. Escuchan este nombre y muchos quieren salir corriendo. ¿Qué pasa? ¿Por qué estamos tan intolerantes con esta etapa? ¿Por qué apenas escuchamos esta palabra queremos que nuestros hijos no la atraviesen?
Hoy leí algo muy interesante que decía: “la información calma” y es que cuando sabemos que es lo que va a ocurrir nos sentimos más tranquilos porque calma nuestra intolerancia a la incertidumbre, nos sentimos más seguros y en paz.
Por ello es importante que nos informemos cada vez más y más sobre la adolescencia, si es que tenemos algún familiar o amigo o hijo de un amigo que esté pasando por esta etapa, para poder entenderlos mejor y de esta manera acompañarlos de una manera más asertiva.
El proceso natural de la adolescencia
Así que empecemos con lo que se espera que ocurra en esta etapa. Primero, es importante conocer sobre los cambios físicos, porque nosotros vamos a guiar en cualquier duda que puedan tener. Segundo, y lo más importante y en lo que nos queremos centrar hoy es en los cambios psicológicos por los que pasan como los “famosos” cambios de humor, no entendemos porque amanecen tan “amargados”, “insensibles”, “fastidiados” si recién están amaneciendo. ¿Acaso se pelearon en su sueño?
Nos parece muy raro que despierten malhumorados, no nos puedan decir ni buenos días y si les preguntamos si van a desayunar, peor se molestan. Los cambios de humor están relacionados con la falta de control de impulsos y de sus emociones, sienten algo y no saben cómo manejarlo, y más aún si la emoción se les desborda. Por ejemplo, si sienten cólera aún no pueden parar, respirar y relajarse, actúan muchas veces bajo la impulsividad del momento es por ello que les cuesta autorregularse con facilidad.
Entonces si conocemos esta primera característica de la adolescencia podemos entender que no es personal y esa es la primera recomendación que les doy: no se lo tomen nada personal, es decir no es contra uds., es parte de los cambios por los cuales está atravesando (falta de autorregulacion emocional) entonces si por ahí sus hijos ponen “mala cara”, no es porque ud. Es mala madre, o porque le haya hecho algo, su hijo no está pudiendo gestionar la emoción que está sintiendo.
Lo anterior se relaciona con la inestabilidad emocional propia de la edad, están por la mañana malhumorados y por la tarde tristes, y luego felices, son muy intensos con sus emociones, el drama los acompaña y pareciera que estuvieran viviendo una novela de televisa. Por ello es vital que entendamos que es importante para ellos, aunque nuestra mente racional nos diga “cómo eso va a ser tan importante en la vida de alguien, hay cosas que realmente valen la pena, no eso” recuerden que estamos frente a adolescentes, para quienes si es importante por ejemplo: que lo inviten a las fiestas, que su mejor amiga la siga eligiendo como su mejor amiga, que no la cambie por otra amiga, que el chico que les gusta la haya invitado a salir, cuantos likes tuve en mi última foto.
Mientras que nosotros quizás estamos pensando en cómo pagar el alquiler, cómo costear las medicinas, cómo regular los impuestos, tenemos que bajar al nivel de lo que para ellos en el aquí y en el ahora es su prioridad, y es que todos en algún momento hemos sido adolescentes, y nos ha importado más si tengo el celular del año que si hay para comer. Entonces si tu hija está sufriendo un dolor muy fuerte porque su cantante favorito no viene a Perú, es entendible.
Entendible, no significa permitirle. Y muchas veces los padres confunden crianza respetuosa con malcriarlos, y son términos totalmente alejados, que tú comprendas las características de tu adolescente, no significa que le permitas las faltas de respeto, que hagan lo que quieran, que insulten, hieran y lastimen a los demás “porque la están pasando mal”, no, no es lo que estoy promulgando.
Consejos desde la Psicología
Lo que propongo con mis más de 12 años de experiencia profesional con adolescentes y sus padres de familia es que los adultos les enseñen con el ejemplo a sus hijos a autorregular todas las características propias de su edad, que no le están permitiendo adecuarse a las normas de convivencia del hogar, del colegio y de la sociedad donde viven.
Por ejemplo, puedes intervenir de esta manera: “entiendo que estés muy molesto, comprendo que las estás pasando mal, voy a estar aquí para escucharte, abrazarte, acompañarte o simplemente estar aquí en silencio, voy a estar aquí para lo que tú necesites, pero no para que me pegues y me insultes, te voy a acompañar con tu cólera respetando lo que sientes en la medida que tú también respetes mis emociones, y cuando sienta que tú no estás respetando mi mundo emocional tomaré decisiones como dejar de ofrecerte mi compañía” (todo ello lo explico de una manera calmada y tranquila). Si actuamos con gritos, desesperación, castigos, estamos actuando desde la cólera tal cual ellos lo hacen, y entonces ¿cómo pedimos que ellos se autorregulen si nosotros mismos no lo hacemos?
Otra característica de la etapa de desarrollo en la que se encuentran es el primer amor, “aman” de una manera tan pasional, que creen que es el amor de su vida, y que no van a poder encontrar mejor hombre/mujer, que él/ella lo tienen todo, ¿quién no soñó que ese amor sería para siempre? Entonces entendamos que son dos personitas que están bajos los efectos de la oxitocina y que necesitan que los podamos orientar para que no caigan en la dependencia emocional y puedan ir aprendiendo sobre el amor y las relaciones de pareja.
“Tú qué vas a saber” sí, ellos se creen dueños de la verdad, creen que lo saben todo y que nosotros somos los “aburridos y anticuados”, mamá y papá le repiten una y otra vez la misma indicación pero no escuchan y cuando viene otra persona extraña y les dice exactamente lo mismo comentan “si tan solo alguien me lo hubiera dicho”.
Por ello es muy importante que los adolescentes reciban acompañamiento psicológico, porque a veces “no escuchan a los padres” y sí a una tercera persona, por más de 12 años acompaño a los adolescentes a pasar por esta etapa de una manera armoniosa y a sus padres a acompañarlos con sabiduría y también con autorregulación emocional, porque a veces “no pueden más”, así que te invito a que reserves una cita conmigo y así podamos profundizar en tu caso.
Si has llegado hasta aquí, ve a abrazar a tu adolescente quizás no la esté pasando bien, no es fácil sentir con tanta fuerza una emoción y que tu corteza pre frontal no esté aún desarrollada para poder ayudarte a planificar, organizar y tomar mejores decisiones.