Sí, las emociones son innatas, vienen con nosotros; sí, son la reacción física a interpretaciones propias de nuestro ambiente, a pensamientos o recuerdos; y sí, van a favor de nuestra supervivencia por adaptación. Entonces será muy importante conocerlas, identificarlas y validarlas.
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¿Qué significa validar las emociones?
Validar las emociones es el reconocimiento y aceptación de la experiencia emocional de otra persona y comunicar esa aceptación. En palabras simples, es permitir a las emociones estar porque tienen motivos para estar. Sin embargo, a la validez emocional se interpuso un modelo cultural, pues en la identificación de lo que es aceptable para cada género y edad; se clasificó entre lo permitido emocionalmente a los hombres y a las mujeres; a los niños y a los adultos. Así que a los hombres se les permitió solamente experimentar la ira y la alegría, entonces se puede ver como el miedo y la tristeza son expresados usualmente desde el enojo.
En algunas culturas un hombre con miedo, tristeza o asco se considera una debilidad para su género. Esta invalidacion emocional lleva a unas consecuencias catastróficas; al alejar a los hombres de la mayoría de las emociones, las estadísticas hablan del alarmante cifra de suicidios de hombres en españa que llega al 65%. El desconocimiento de las emociones y la dificultad para identificarlas anula las estrategias de afrontamiento ante las molestias emocionales.
Por el contrario a las mujeres se les permite la emoción de la tristeza, el miedo y la sorpresa. No es aceptable para ellas la ira ya que se relaciona con un estado "hormonal", que son "emocionales" o "histéricas". Así mismo, se invalida la emoción en los niños, pues usualmente se cree que sus problemas no son tan grandes y se justifican dificultades con el estado de ánimo como un trastorno de ansiedad o una depresión infantil. Es en la infancia donde más se presenta la invalidación emocional y por ende aprendemos la autoinvalidación.
La necesidad de los padres de hacer feliz a sus hijos y de encontrar una pronta solución ante las adversidades de los chicos, aunque exista una buena intención. Su sesgo no les permite entender la vivencia emocional que estan teniendo los niños, ignorando así posibles síntomas depresivos o ansiosos en sus hijos ya que esto les confrontaría también con su valor personal de ser buenos padres.
El déficit de educación en salud mental y el aprendizaje del ambiente lleva a la invalidación de las emociones. Cuando un niño se aleja de alguna emoción no es porque no la pueda sentir o no tenga la capacidad de producirla, es porque en algún momento aprendió que no está bien mostrarla. Si a un niño se le dice o se le enseña de alguna manera que no debe estar triste, con miedo o asco, que está mal sentirse de esta manera o con estas emociones, aparece la culpa por estar sintiendo lo que no debería sentir. La culpabilidad lleva a una molestia emocional y a una autoinvalidez aprendida.
La autoinvalidación emocional
La autoinvalidación emocional es el rechazo y menosprecio a las propias experiencias emocionales, es juzgar de una forma negativa las relaciones físicas y psicológicas de las emociones. Por el contrario, la validez emocional es el principio de la aceptación de la condición humana dado que por naturaleza las emociones están en la mayoría de los seres vivos, entre ellos los animales vertebrados. La invalidez emocional produce confusión, ansiedad e irritabilidad sensación de insuficiencia y culpabilidad, al final se tiene una necesidad de evitar las emociones porque no la sabemos identificar y menos regularlas.
Invalidar emocionalmente es cuando no permitimos a otra persona tener la emoción del momento y las reacciones físicas de las mismas; pretendemos saber cómo debería sentirse, juzgando desde nuestra propia experiencia personal. Del mismo modo, creer que las personas que sufren por alguna condición en su estado de ánimo es porque no saben gestionar sus emociones, nos lleva también a invalidar la forma de percibir su mundo, identificarlo y valorarlo emocionalmente debido a su propia experiencia y aprendizaje.
En terapia es necesario acercarse al paciente validandolo emocionalmente, sabiendo que cuando una persona busca ayuda profesional en salud mental es porque está teniendo alguna clase de malestar emocional y ese malestar tiene motivos suficientes para estar, como primer paso la validación del paciente luego hay que guiar a la autovalidación, por medio de la psicoeducación sobre las emociones y la necesidad de la validación emocional.
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