Hoy en día es común haberse acostumbrado a programar todas las horas de cada día de la semana, tratando de llenar cualquier espacio que se encuentre vacío de manera que no queda espacio para la improvisación ni mucho menos la libertad. Es por ello que cabe preguntarse cómo sería nuestra vida si le hiciéramos un hueco a la improvisación en lugar de panificarlo todo.
Entre las ventajas y beneficios de improvisar podemos destacar que nos podrá ayudar a estar enfocados en el momento presente, ser más flexibles, tener una mayor capacidad para salir de nuestra zona de confort y afrontar nuevos retos, así como también nos podría ayudar a ahorrar energías.
En eeste artículo veremos las diferentes ventajas y beneficios de improvisar pero antes es conveniente que empecemos por entender en qué consiste la improvisación.
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¿Qué es la improvisación?
Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), el acto de improvisar se refiere a “hacer algo de pronto, sin estudio ni preparación”; es esa forma que tenemos de actuar las personas en una amplia variedad de contextos en los que no hay tiempo suficiente como para llevar a cabo una planificación o simplemente porque ha surgido algún imprevisto y no se puede tener todo bajo control, pudiendo resultar muy útil actuar así.
No obstante, cabe destacar que a pesar de que la improvisación podría aportarnos grandes beneficios en una amplia variedad de situaciones y puede ser aconsejable entrenar esta manera de actuar, ello no quiere decir que no sea bueno llevar cierta planificación en nuestro día a día.
Podríamos decir que lo ideal sería llevar una planificación razonable sobre todo de las tareas importantes de nuestro día a día y además estar preparados para la improvisación frente a aquellos momentos en los que surgen imprevistos que se escapan de nuestro control y en momentos que están hechos para el ocio y disfrute, como podrían ser los fines de semana o al final de la jornada laboral cuando estamos en casa con nuestra familia.
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Las diferentes ventajas y beneficios de la improvisación
Ahora que ya hemos visto en qué consiste la improvisación es el momento de explicar las ventajas y beneficios de improvisar, siendo muy relevantes para nuestro día a día debido a que, como seguramente hayamos podido observar, las cosas no siempre salen como esperamos y además hay muchas cosas que se escapan de nuestro dominio, por lo que es muy importante que seamos capaces de improvisar y buscar alternativas sobre la marcha para tratar de salir adelante de la mejor manera posible. A continuación, explicaremos cuáles son esas ventajas y beneficios-
1. Nos ayuda a estar enfocados en el momento presente
En primer lugar, entre las ventajas y beneficios de improvisar hay que destacar que nos ayuda a estar enfocados en el momento presente y, por ende, disfrutar más de ciertos momentos de la vida cotidiana que merecen ser vividos de manera consciente.
Y es que cuando una persona deja de pensar tanto en otras cosas y logra estar presente en ese preciso instante que está viviendo, podría obtener grandes beneficios para su salud mental.
Por otra parte, hay profesiones en las que improvisar podría ser muy beneficioso debido a que requieren concentración y enfoque hacia lo que está sucediendo alrededor. No obstante, conviene destacar que este beneficio será de gran utilidad en aquellos momentos que podrían resultarnos placenteros y además podría ser contraproducente para personas que estén sufriendo ciertos trastornos mentales en los que los pensamientos rumiativos o cualquier tipo de preocupaciones sean frecuentes.
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2. Da la posibilidad de ser más flexibles psicológicamente
En segundo lugar, improvisar nos ofrece la posibilidad de ser más flexibles y, por ello, tener una mayor agilidad mental a la hora de reaccionar frente a una amplia variedad de acontecimientos que se podrían llegar a presentar de manera imprevista. Gracias a ello podríamos resolver diversos problemas en nuestro día a día. De lo contrario, la rigidez nos podría llegar a bloquear de manera que no logremos avanzar en busca de alguna solución o alternativa frente a cualquier imprevisto.
Además, la improvisación nos podría servir de gran ayuda en aquellos momentos en los que es necesario reaccionar de inmediato debido a que hay varios factores que se escapan de nuestro control y, por ello, es necesario que seamos flexibles tratando de adaptarnos a todo tipo de situaciones.
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3. Nos podría ayudar a salir de nuestra zona de confort y afrontar nuevos retos
Entre las ventajas y beneficios de improvisar también podemos encontrar que nos podría ayudar a salir de nuestra propia zona de confort y afrontar nuevos retos que se nos presenten a la largo de nuestra vida; siendo flexibles y tratando de buscar soluciones improvisando sobre la marcha en situaciones que no habíamos previsto lograremos ir más allá de lo que ya conocemos y no caeremos en la tentación de dejar las cosas "para otro momento" usando la falta de planificación como excusa para procrastinar.
Además, esto podría favorecer el desarrollo del autoconocimiento al vernos envueltos en tareas que creíamos que nunca llegaríamos a llevar a cabo y mucho menos frente a situaciones que no habíamos previsto.
4. Nos podría ayudar a ahorrar energías
Aunque pudiera parecer sorprendente en un primer momento, entre las ventajas y beneficios de improvisar podríamos destacar el ahorro energético que podría suponer el hecho de dejar de tratar de tener todo bajo control, pudiendo ser más flexibles y permitiéndonos disfrutar de varios momentos de nuestra vida sin controlar lo que suced, relajando de esta manera nuestro cuerpo y nuestra mente. De esta forma podríamos disminuir nuestros niveles de estrés y ansiedad, pudiendo tener unos momentos de descanso de mayor calidad y duración.
5. Nos ayuda a desarrollar mejores habilidades para hablar ante una audiencia
Entre las principales ventajas y beneficios de improvisar conviene destacar la importancia que tiene a la hora de ayudarnos a hablar en público de manera que podamos aparentar naturalidad. Además, podría haber ocasiones en las que nos pudiera tocar improvisar en público algún discurso porque haya surgido la ocasión de manera inesperada.
Estas habilidades de improvisar como oradores nos aportan autoconfianza y pueden resultar muy útiles también en nuestro día a día a al hora de entablar conversación con otras personas, cuando tenemos que exponer un proyecto, o incluso cuando tengamos que hacer alguna entrevista.
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La improvisación y la salud mental
El psicólogo Wayne Dyer habló en su famoso libro Tus zonas erróneas acerca de los beneficios para la salud mental que podría tener esa capacidad, porque nos predispone a disfrutar de las decisiones espontáneas que tomamos en el momento, al sentirnos en sintonía con un contexto concreto. Dicho de otro modo, improvisar es una manera de no dejar oportunidades en lo relativo a lo que nos motiva y lo que encontramos estimulante.
Muchas veces la improvisación podría estar detrás de grandes descubrimientos, creaciones o cambios y por ello, en ocasiones necesitamos salir de la rigidez del día a día que nos mantiene estancados sin poder avanzar en la dirección que desearíamos. Pasan los días y continuamos repitiendo las mismas rutinas de hábitos y tareas, por lo que nuestra salud mental podría verse perjudicada.
Muchas de las personas que siguen una estricta rutina tal vez no se hayan dado cuenta de que, a pesar de que buscan una alta productividad, en realidad están saturadas y lo que están logrando es precisamente lo contrario a lo que querrían para sus vidas. Por otro lado, hay que tener en cuenta que muchas veces lo desconocido le podría estar ocasionando cierto miedo, por lo que prefieren tenerlo todo pautado y bajo control en lugar de dejar un espacio para la improvisación a pesar de que hay una amplia variedad de beneficios que podrían ser de gran ayuda fomentando el aumento de la satisfacción laboral y, por ende, de la productividad.
Pautas para empezar a poner en práctica la improvisación
Para empezar a poner en práctica la improvisación conviene tener en cuenta una serie de pautas, empezando por aplicar la improvisación en tareas sencillas que no sean muy relevantes en la vida de las personas, ya que de lo contrario podríamos obtener unos resultados negativos (p. ej., empezar a aplicar la improvisación cuando estamos en un contexto seguro como podría ser rodeados de familiares, haciendo planes improvisados, probando nuevos restaurantes, cambiando los trayectos para llegar a nuestros destinos habituales, etc.).
También es importante que se empiece a poner en práctica la improvisación de manera progresiva, comenzando desde las cosas más sencillas hasta lograr improvisar frente a situaciones de mayor complejidad. Con la práctica, siendo constantes y teniendo la paciencia suficiente, podremos observar que nuestra capacidad de improvisación mejora notablemente y con ello veremos ciertos beneficios como los que habíamos mencionado con anterioridad.