Los problemas de espalda pueden causar mucho dolor a la persona que los sufre, y dificultar la realización de actividades de la vida cotidiana. Uno de estos problemas de esta zona del cuerpo es la escoliosis, una desviación de la columna vertebral en forma lateral y que se puede apreciar en una vista frontal del individuo.
Si has sido diagnosticado con escoliosis, seguramente quieras saber qué puedes hacer para mejorar tu situación. En este artículo te proponemos una serie de ejercicios que puedes realizar si estás afectado con esta condición.
Qué es la escoliosis
La escoliosis es un problema de salud de cierta gravedad, se trata de una desviación lateral de más de 10º de la columna vertebral, que se caracteriza por una curva en forma de “S” o en forma de “C”, y provoca alteraciones anatómicas que la persona que la sufre no puede cambiar voluntariamente.
La gravedad y los síntomas de esta condición dependen de la edad de aparición, las características de la lesión, la localización y la magnitud de la curva, pues algunas son pronunciadas que otras. En casos graves, la escoliosis se corrige a través de la cirugía, pero en casos leves pueden realizarse ejercicios que ayuden a mejorar los síntomas. En casos moderados es posible realizar corsé corrector
Si una persona sospecha que sufre escoliosis, debe consultar a su médico para poder recibir tratamiento.
Causas
La escoliosis suele apreciarse en la infancia, pero también puede ocurrir en la edad adulta. En la actualidad, las causas exactas se desconocen, aunque puede ocurrir debido a una variedad de razones, incluyendo los motivos genéticos, la posición pélvica desigual, cirugías espinales, mala posición de la rodilla o el pie, etc.
Esta condición suele tener un buen pronóstico en la mayoría de los casos, y la mejoría tiene mucho que ver con el momento de la detección y el tratamiento aplicado. Cuando antes se detecte y se trate mejor.
Tipos de escoliosis
La escoliosis puede clasificarse de diferentes maneras. Son las siguientes:
- Escoliosis idiopática: Su causa no se conoce, pero es la más frecuente. Suele observarse entre los 10 y 15 años, y se diagnostica en más mujeres.
- Escoliosis congénita: Aparece tras malformaciones en la columna o por un mal desarrollo de las vértebras antes de nacer.
- Escoliosis neuromuscular: Se asocia a distintas enfermedades neurológicas o musculares. Por ejemplo, atrofia muscular o parálisis cerebral.
- Escoliosis por distintos orígenes: Las enfermedades del tejido conectivo, las infecciones óseas o los traumatismos pueden causar escoliosis.
Consejos útiles para afectados
Si padeces escoliosis es necesario que seas consciente de tu cuerpo, especialmente de la columna vertebral. Ser consciente te ayuda a corregir la postura durante las actividades de la vida cotidiana.
- Practica natación, pues es uno de los mejores deportes para prevenir y tratar esta afección. Causa tracción axial de toda la columna vertebral y, por tanto, la endereza.
- Haz Mindfulness. Esta práctica milenaria ha demostrado que es clave para reducir el dolor. Para saber más, puedes leer nuestro artículo “Dolor crónico: el papel del Mindfulness y el Biofeedback en el tratamiento del dolor persistente”
- Cuidar la postura en las distintas actividades del día a día: al sentarnos, en el trabajo, al coger algo, etc.
- Prestar especial atención al realizar actividad física y deporte.
- Cuidar el estrés general y la salud. Pues condiciones como el estrés pueden provocar un empeoramiento.
- Realizar ejercicios regularmente, ya sean de estiramiento o fortalecimiento muscular.
Ejercicios básicos para cuidar la espalda
Existen distintos ejercicios que puedes practicar para estirar y fortalecer la espalda como los que te mostramos a continuación.
1. Inclinación pélvica
Uno de los mejores ejercicios para las personas que sufren escoliosis es la inclinación pélvica.
Para realizarlo, debes tumbarte en el suelo boca arriba y flexionar las rodilla. Los brazos deben estar relajados a los lados. Debes llevar la presión o fuerza hacia la zona abdominal para liberar la tensión de la zona baja de la espalda. Entonces debes levantar la zona pélvica hacia arriba con un movimiento natural, y cuando la espalda esté recta, parar durante 5 segundos. Después volver a la posición inicial.
2. Gato-camello
El ejercicio gato-camello es muy popular en el yoga. Para realizarlo, debes ponerte a cuatro patas con las manos y las rodillas en el suelo. Los abdominales debes estar apretados y la cabeza recta. Respira profundamente y levanta la caja torácica inferior, arqueando la espalda y relajando el cuello. Exhala hacia fuera, bajando el pecho hacia el interior del cuerpo y mirando ligeramente hacia arriba. Vuelve a la posición inicial y repite.
3. Superman
El ejercicio superman simula la acción de este personaje al volar, y es sumamente beneficioso, al ser un movimiento parecido a la natación. Para realizarlo, túmbate boca abajo con el cuerpo extendido y relajado, y con las manos al frente el ejercicio consiste en levantar los brazos las piernas mientras el tronco permanece en el suelo.
4. Plancha
La plancha es un ejercicio que aporta muchos beneficios para la espalda y su postura. Pertenece grupo de los ejercicios isométricos, por lo que es necesario mantener el músculo tenso en una posición determinada. Cuando la plancha se hace bien, los hombros, los abdominales y, por supuesto, la espalda notan los resultados.
5. Extensión de espalda
Es un ejercicio muy bueno para la espalda. Consiste en tumbarse boca abajo y levantar el tren superior solamente con las manos. Para ver cómo realiza el ejercicio, puedes ver el siguiente contenido audiovisual.