Monurol (2 g y 3 g): para qué sirve, cómo tomarlo y efectos

Un repaso a las características de este medicamento para tratar ciertas infecciones.

Monurol
Resumen de las características de este fármaco.

El Monurol es uno de los medicamentos más utilizados para tratar las infecciones del tracto urinario, que incluye la vejiga, los riñones, la uretra y los uréteres. Algunas de las más comunes son la cistitis, la pielonefritis o la uretritis, por mencionar algunas.

Están generalmente causadas por bacterias que viajan desde la uretra a la vejiga, y son más comunes en mujeres que en hombres (debido a que la uretra es más corta en ellas). También son comunes en personas de edad avanzada y en personas con distintas enfermedades, como la diabetes.

Gracias sus propiedades bactericidas, el Monurol es un medicamento efectivo para tratar dichas infecciones. Veremos a continuación qué es el Monurol, cómo actúa dentro del organismo, de qué manera debe administrarse, y finalmente, sus contraindicaciones y efectos secundarios.

¿Qué es y para qué sirve el Monurol?

El Monurol es un medicamento de tipo antibiótico. Como tal, sirve para tratar infecciones del tracto o las vías urinarias (conocidas como “ITU” de manera abreviada). Este fármaco se compone de una sustancia química con propiedades antiinfecciosas llamada “ácido fosfónico”. A partir de este último se deriva una sustancia más, “formocina trometamol”. Es precisamente la formocina trometamol el principio activo del Monurol.

Lo que hace la fosfomicina es bloquear el desarrollo de bacterias a partir de frenar o impedir la sintetización de una de las enzimas esenciales para su crecimiento. Específicamente bloquea el crecimiento de las bacterias que causan las ITU más comunes. Así pues, el Monurol tiene una propiedad bactericida, que ayuda a aliviar infecciones de orina no complicadas, como la cistitis y la uretritis.

Este fármaco es útil para tratar infecciones bacterianas no complicadas, que son aquellas causadas por bacterias sensibles al principio activo. Es decir, en el caso de infecciones graves (provocadas por bacterias altamente resistentes a la formocina trometamol), el Monurol no será un medicamento efectivo, o bien, tendrán que ajustarse las dosis de acuerdo con la severidad de la infección.

Por ejemplo, este puede ser el caso de infecciones presentadas en adultos mayores o también en pacientes que pasan mucho tiempo en cama. En el mismo sentido, el Monurol no es efectivo para el tratamiento de infecciones no causadas por bacterias sino por virus (como la gripe).

Presentación y dosis recomendadas

El Monurol se comercializa en la sobres que contienen un granulado soluble en agua. Su concentración puede ser de 2 o 3 gramos y es de rápida absorción. Para favorecer esto, se recomienda no tomar monurol con alimentos, o bien, tomarlo un par de horas después de la última comida. Igualmente puede tomarse una hora antes de la ingesta y se recomienda tomarlo después de vaciar la vejiga. De lo contrario, la absorción del Monurol en el interior de nuestro organismo se vuelve más lenta.

Por otro lado, la dosis recomendada para adultos que padezcan infecciones leves, suele ser de una sola toma (sólo un sobre). La decisión sobre tomar Monurol de 3g o el Monurol de 2g depende en gran medida de la severidad de la infección.

Para adultos mayores, o en el caso de personas con infecciones graves, la recomendación general es tomar dos dosis (2 sobres) a lo largo de un mismo día. Nuevamente, de acuerdo con la gravedad de la infección, pueden administrarse Monurol de 3g o Monurol de 2g.

Una vez administrado, se espera que el Monurol tenga los efectos esperados en el transcurso de dos a tres días. Esto último también depende del historial clínico de la persona (por ejemplo, si ha tenido infecciones o inflamaciones recurrentes en el periodo anterior a la toma del Monurol). De hecho, es común que el tratamiento tome unos días más en hacer efecto cuando ha existido previamente alguna inflamación.

Contraindicaciones

El Monurol está contraindicado en el caso de personas que presenten las siguientes condiciones:

  • Alergia al principio activo (a la fosfomicina trometamol).
  • Enfermedades renales graves.
  • En el caso de hemodiálisis.
  • En menores de 6 años.
  • Durante el periodo de lactancia, ya que una pequeña parte del fármaco se excreta en la leche materna. En el periodo de embarazo puede administrarse, aunque bajo estricto control médico.
  • En el caso de estar comando metoclopramida, ya que este medicamento puede impedir la absorción de la fosfomicina trometamol.

Efectos secundarios

Tal como ocurre con todos los medicamentos, el Monurol produce algunos efectos adversos. Se trata de efectos leves y moderados, entre los que se encuentran náuseas, sensación de quemazón en el pecho y diarrea. En muy pocas ocasiones se han reportado casos de anafilaxis, específicamente por alergia al principio activo.

También es necesario un control médico especial cuando se trata de personas con diabetes, debido al alto contenido de sacarosa que contiene este medicamento. En caso de haber ingerido una dosis mayor a la recomendada, es importante tomar agua, ya que la fosfomicina trometamol se expulsa a través de la orina.

Referencias bibliográficas:

  • Lozano, A. (2008). Fosfomicina. Informe para la Comisión de Farmacia y Terapéutica del Hospital de Cabueñes. Recuperado 24 de octubre de 2018. Disponible en http://gruposdetrabajo.sefh.es/genesis/genesis/Documents/Fosfomicina_HCabuenes_08.pdf.
  • Pigrau, C. (2013). Infección del tracto urinario. Salvat: Madrid.
  • Vademecum (2016). Fosfomicina. Recuperado 24 de octubre de 2018. Disponible en https://www.vademecum.es/principios-activos-fosfomicina-j01xx01.

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