Muchas personas experimentan las traiciones como unas de las experiencias más dolorosas y emocionalmente drenantes de la vida. Se habla de las traiciones como episodios en los que se quiebra la confianza que depositamos en personas cercanas y allegadas a nosotros/as. Es normal la decepción o los errores en relación a nuestra relación con otras personas; se hacen sin intención de dañar y pueden ser comprensibles. La traición, por lo contrario, se hace de forma intencional.
La traición puede llegar a dañar para siempre y dejar una cicatriz que cueste mucho tiempo y esfuerzo curar. Cuando la confianza que teníamos en otra persona se rompe, aparece el miedo a que otra persona vuelva a llevar a cabo lo mismo, y se generaliza a otras relaciones sociales, dificultando el establecimiento de vinculaciones saludables y que no funcionen mediante miedos o desconfianza.
En este artículo vamos a hablar sobre la traición, ampliando los conocimientos sobre ella y exponiendo diferentes formas para gestionar emocionalmente el daño provocado por una traición. Es importante reconocer el dolor, aceptarlo y buscar la curación; debemos ser responsables de que el daño que produce una traición no nos dure para siempre.
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¿Qué es la traición?
La traición se ha definido como el acto o conducta de deslealtad o falta de compromiso que existe entre dos o más personas. La lealtad, por su parte, se conoce como el sentimiento de respeto y fidelidad hacia los propios principios morales y a los compromisos que se han establecido con otras personas.
Cuando tiene lugar una traición, la persona traidora rompe con la confianza que habían depositado en ella, normalmente con el fin de obtener algún beneficio. Se da de forma intencional, y se conoce el daño que va a causar en la persona a la que se traiciona.
La traición puede manifestarse de diferentes formas en función de la naturaleza de esta o de la relación entre la persona traidora y la o las traicionadas. Algunos ejemplos de traición son:
1. Traición amorosa
La traición amorosa o la infidelidad es probablemente de las más comunes y extendidas, y a su vez, la que más miedo genera. En esta, en una relación de pareja se rompen los límites establecidos con la otra persona, como, por ejemplo, rompiendo la exclusividad relacional o sexual en caso de una relación cerrada y exclusiva. También existen traiciones amorosas en el ámbito del dinero o del tiempo.
Básicamente, toda traición amorosa sería aquella que no cumple con los límites o valores establecidos en la relación y cuyas consecuencias genere un malestar significativo en la otra persona.
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2. Traición amistosa
La traición en una amistad sucede cuando se rompe el vínculo de amistad con una persona cercana porque esta ha llevado a cabo algo que nos ha dolido o ha incidido en la confianza depositada en esta persona. Puede ser, por ejemplo, una traición amistosa, que tu amigo/a hable mal de ti a tus espaldas, que desaparezca en tus malos momentos o que te critique constantemente hasta el punto de herirte.
3. Traición familiar
La traición familiar muchas veces está ligada a traumas familiares y asuntos económicos o de pertenencias. Estas son especialmente dolorosas debido a que el núcleo familiar, en la mayoría de los casos, es nuestra primera red de apoyo y vinculación, por lo que superar este tipo de rupturas o desconfianzas puede llegar a ser mucho más complicado que en otros casos. "
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4. Traición laboral
La traición laboral hace referencia al compromiso entre dos o más personas en el ámbito laboral o corporativo. En esta traición, una de las parte perjudica o daña el negocio de la otra persona, en la mayoría de los casos, con el objetivo de obtener mayores beneficios a costa de perjudicar los de la parte traicionada.
Estrategias para gestionar emocionalmente una traición
La gestión emocional es fundamental para superar una traición y ajustar la nueva forma en la que percibes a la persona que te ha traicionado y a vuestra relación en tus esquemas mentales. A continuación y a modo de conlusión, te proponemos algunas estrategias que pueden ser útiles para gestionar tus emociones en este contexto:
1. Acepta y procesa tus emociones
Tras experimentar una traición, es natural experimentar una mezcla heterogénea de emociones intensas que pueden ser muy confusas. Es importante que te permitas sentir estas emociones; lo que te ha sucedido con esta persona te ha dañado y es normal, no debes ignorarlo. Permítete llorar, sentir ira o confusión y no reprimas tus sentimientos; esto puede prolongar tu proceso de curación. Algunas formas de hacer esto pueden ser escribiendo un diario, hablando con amigos/as de confianza o considerando la terapia psicológica para explorar y conocer más a fondo tus sentimientos.
2. Practica el autocuidado
Una parte muy importante de la recuperación es el autocuidado; al haberte traicionado, es posible que te genere desconfianza contar con otras personas, pero siempre podrás contar contigo mismo/a. Presta atención a tus necesidades físicas y emocionales, dedica tiempo a actividades que te alegren y te calman y establece rutinas de sueño saludables para recargar tus energías y descansar adecuadamente.
3. Busca apoyo
Además de confiar en ti mismo/a, es muy positivo que intentes desarrollar vínculos con otras personas. Compartir tus sentimientos y experiencias con personas de confianza puede darte el consuelo que necesitas, además de ver tus realidades con otras perspectivas.
Paloma Rey Cardona
Paloma Rey Cardona
Psicóloga General Sanitaria
4. Enfócate en tu crecimiento personal
Puede que te resulte muy difícil verlo todavía si estás en el inicio de tu proceso de recuperación, pero de una traición también se aprende. Es importante buscar oportunidades de crecimiento personal en este tipo de experiencias desafiantes. Reflexiona sobre lo aprendido, identifica fortalezas y debilidades personales y sé consciente de qué tipo de actitudes no tolerarás en el futuro en otras personas.
