7 motivos por los que no es imprescindible tener pareja para ser feliz

Veamos por qué no es necesario tener pareja para alcanzar la felicidad.

Motivos por los que no es imprescindible tener pareja para ser feliz

A lo largo de los años, se ha ido transmitiendo de generación en generación la idea de que encontrar una pareja adecuada para nosotros, casarnos y formar una familia forma parte de lo que suele entenderse por “felicidad”. Es un fenómeno cultural basado en el concepto de la media naranja, según el cual toda persona es incompleta si no encuentra a alguien especial para ella.

Contrariamente a esta idea preconcebida, debemos tener en cuenta que tener una pareja estable es solamente una de las opciones que tenemos en la vida y que existen muchas otras formas de ser felices sin tener una relación de pareja estable. Veamos las distintas razones por las que lo más recomendable para nuestra salud mental es asumir que no es imprescindible tener pareja (aunque esto no suponga cerrarnos en banda ante la posibilidad de tener citas o empezar una relación de noviazgo).

¿Por qué no es necesario tener pareja para ser feliz?

Las personas que no tienen pareja estable son perfectamente capaces de encontrar la felicidad en muchos ámbitos de su vida, y aunque esta misma felicidad también puede ser hallada por aquellos que viven en matrimonio o con noviazgo, la soltería nos ofrece un sinfín de posibilidades diarias.

A continuación veremos de manera resumida los motivos por los que no es imprescindible tener pareja para ser felices en la vida.

1. Tienes tiempo para centrarte en ti

Las personas que tienen pareja disponen de menos tiempo libre y pocas veces pueden centrarse exclusivamente en sus proyectos, sueños y ambiciones personales.

Cualquier relación de pareja se basa en una comprensión mutua y en realizar todo tipo de actividades pensando siempre en la otra persona y teniendo en cuenta que cualquier decisión debe satisfacer a ambas partes. Esto implica compromiso y esfuerzo; si dicho esfuerzo no se produce de manera simétrica por ambas partes, surgen los problemas en la relación.

Cuando no tenemos pareja tenemos todo el tiempo del mundo para pensar en nosotros mismos e iniciar todo tipo de proyectos personales que nos llenen y nos hagan felices. Esto significa tener libertad casi total para emprender cualquier tipo de trabajo, proyecto laboral, estudio, afición o forma de vida que nos interese.

2. La autorrealización se centra en el individuo

Una de las razones principales para estar solo es que podemos encontrar la felicidad en nosotros mismos, es entonces cuando nos damos cuenta de que no necesitamos una pareja para autorrealizarnos como seres humanos.

La felicidad puede encontrarse en muchos lugares a la vez, tanto en el propio trabajo o los proyectos profesionales futuros, como en los amigos, la vida social, las aficiones, la familia, el estudio o el deporte. Desde luego, estos contextos no tienen por qué pasar siempre por las actividades que solo pueden ser hechas en pareja.

La felicidad está íntimamente ligada a la posibilidad de sumergirnos en una forma de ida que nos aporte significado; este es un proceso introspectivo y privado, que normalmente no requiere de la implicación de más personas. En este sentido, la soltería es plenamente compatible con ese proceso de búsqueda de significado y experimentación con lo que hacemos.

3. Ofrece más margen de maniobra para buscar la libertad financiera

De igual manera, sin tener una pareja estable podemos contar con la energía y el tiempo suficiente para, por ejemplo, volcarnos en nuestra vida laboral durante unos meses o años y luego disfrutar de cierta libertad financiera. Estas maneras de vivir tan basadas en cambios radicales entre una y otra etapa de la vida laboral son mucho más fáciles si no se tiene pareja.

Aunque es cierto que con pareja se puede hacer igualmente, resulta evidente que en una relación de pareja no tendríamos tanto tiempo ni tantas energías para dedicar al ámbito profesional.

4. Conocerse a uno mismo no requiere de la presencia de otra persona

Profundizar en el autoconocimiento necesario para conectar con nuestros propios valores e intereses y buscar la felicidad a partir de ellos no es un proceso que necesite que estemos en una relación de pareja. Sí suele ser necesario tener trato habitual con otras personas (para conocer a través de ellas nuestras diferentes facetas), pero no necesariamente una en específico.

El tiempo libre que nos da el hecho de no tener pareja también nos permite dedicarnos a conocernos de manera consciente a nosotros mismos, lo que nos permitirá descubrir quiénes somos y cuáles son nuestros deseos en la vida, así como objetivos, intereses y aficiones.

5. No hay que infravalorar las relaciones de amistad

Algunas parejas suelen encontrar dificultades para encontrarse de manera frecuente con sus amistades, debido a las obligaciones diarias en el ámbito laboral y también a la necesidad de pasar tiempo juntos.

Por otro lado, la idea de que las relaciones de amistad son una versión menos satisfactoria de las relaciones de pareja es un mito; hay diferencias cualitativas entre ambas cosas, y las dos tienen cosas que ofrecer.

6. Puedes invertir más tiempo en crecer como persona

Conocernos a nosotros mismos también es una buena forma de conocer nuestras virtudes y defectos, así como los puntos fuertes y débiles de nuestra personalidad.

Esto nos permitirá, al final, mejorar y crecer como persona diariamente y trabajar aquellos defectos que podamos tener tanto a nivel emocional y psicológico como de relación interpersonal.

7. Puedes configurar tu futuro

Como se ha indicado anteriormente, estar solos nos permite tomar nuestras propias decisiones en la vida, y también tomar el rumbo que decidamos respecto a nuestro futuro.

Las parejas deben tomar habitualmente decisiones conjuntas respecto al porvenir en común; sin embargo, cuando no tenemos pareja tenemos mucho margen de maniobra para construir la vida que deseamos.

Esto significa que tenemos total libertad y flexibilidad en, por ejemplo, viajar a cualquier parte del mundo cuando queramos o ir a vivir a la zona de la ciudad que más nos guste.

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Mi nombre es Lorena Irribarra y soy psicóloga e Instructora certificada en Mindfulness; ofrezco servicios de psicoterapia y formación en autoliderazgo, autoestima y Mindfulness MBSR.

Lorena Irribarra es Directora de Mentefeliz, centro situado en Barcelona en el que colaboran profesionales expertos en formación y programas de Mindfulness MBSR de la Universidad de Massachusetts; ofrece psicoterapia individual, coaching, terapia de pareja y formación y training para particulares y empresas.

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