La sociedad ha modificado mucho su forma de comunicarse en las últimas décadas. Este cambio ha sido gracias al desarrollo tecnológico exponencial que ha tenido lugar en este periodo. El resultado es una comunicación online continua en nuestras vidas, incluso con nuestras parejas.
En ellas, las redes sociales acaparan gran parte de nuestra atención y tiempo. Tanto es así, que muchos contenidos que vemos en ellas las adoptamos y las incorporamos a nuestro día a día. Así han surgido muchos fenómenos sociales distintos, como, por ejemplo, la fiebre que hubo con el método Konmari.
Actualmente ha surgido un nuevo fenómeno: el pebbling. ¿Qué es? Pues tendrás que seguir leyendo este artículo para poder averiguarlo. Solo te voy a dar dos pistas: tiene que ver con el romanticismo y les hemos robado la idea a los pingüinos.
¿Qué es el pebbling?
Exactamente, pebbling (de pebble, guijarro en inglés) es el término que se utiliza para describir un comportamiento muy curioso de algunas especies de pingüinos, en concreto los pingüinos papúa y los de Adelia: los ejemplares machos de estas aves le regalan piedras a las hembras que les gustan.
¿Y por qué hacen esto? Pues porque los pingüinos construyen sus nidos con estas piedrecitas (ten en cuenta que no cuentan con muchos materiales en la Antártida con los que hacer un nido para proteger a sus crías). Por ello, regalarle un guijarro a una hembra es una muestra de interés de formar una familia con ella.
Si has visto “Happy Feet”, te gusta leer sobre animales (o en concreto sobre pingüinos) o lo has conocido por las redes sociales, puede que te suene de lo que te hablo. Popularmente, se ha tomado este acto como un gesto romántico, en vez de limitarse a la necesidad de apareamiento y la atracción sexual entre pingüinos.
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¿Y por qué es romántico el pebbling?
El pebbling se ve como romántico porque los pingüinos son mayormente monógamos sociales, ya que en época de celo suelen aparearse con la misma pareja que el año anterior y volver a formar una familia (aunque siempre hay excepciones y “cuernos”).
De esta forma, se puede interpretar que al regalar la piedra también están escogiendo a su compañera de vida. Dentro de esta idea, regalar piedras es una forma de decir “he visto esto y me he acordado de ti”.
En este sentido, no nos ha de extrañar que los humanos, que vivimos también en una sociedad con unas expectativas mayormente monógamas, hagamos gestos similares y veamos las relaciones de los pingüinos como románticas. Tanto es así, que se ha viralizado en las redes sociales el pebbling y ya lo hacemos nosotros también.
¿Cómo es el pebbling entre las personas?
El pebbling se ha adaptado a la cultura humana. ¿Cómo lo hacemos, nos regalamos guijarros? No, suelen ser otras cosas (o no sé, puede que a algunas parejas les gusten las piedras, cada una tiene su propio gusto e historia detrás).
El caso es que hemos adaptado solo una parte determinada del pebbling, en concreto el mensaje subyacente que interpretamos de este acto: el decir “he visto esto y me he acordado de ti” y así demostrar interés romántico.
La cuestión es tener un detalle con la persona que nos gusta o a la que amamos y que transmita esto mismo. Así, muchas parejas buscan maneras de hacer pebbling, como forma de demostrar el compromiso y afecto que sienten mutuamente.
Como resultado, el detalle puede ser cualquier cosa, y es probable que incluso dependan de historietas internas dentro de la relación. Pueden ser desde clásicos como flores, bombones o notas; hasta versiones más modernas detallistas, como bombardear con memes o imágenes con mensajes románticos encontrados en las redes sociales.
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El surgir de la comunicación online
Los teléfonos móviles, las aplicaciones de mensajerías gratuitas y las redes sociales han transformado completamente nuestras vidas, de manera que gran parte del día lo pasamos con el móvil en la mano.
Navegamos por la infinitud de las redes sociales, viendo noticias, historias y pensamientos de otras personas, imágenes y vídeos, compartiéndolos con otras personas. Dentro de estos contenidos tienen gran popularidad los memes: imágenes, vídeos o textos, que tienen intenciones humorísticas y son difundidos por Internet.
Si, por lo que sea, no conocías el término como tal, seguro que en realidad sí que puedes recordar algún meme que te haya mandado alguien. Es muy conocido, por ejemplo, el del Baptisterio Romano, un vídeo del programa de “Callejeros”, de hace ya muchos años. O en los que aparece el señor conocido como Pain Harold.
Los memes perduran a lo largo del tiempo, y solo van a más, apareciendo siempre nuevos. Incluso van surgiendo tendencias, en las que se usa un mismo meme, pero con diferentes textos. Y es que en los memes no hay copyright que valga, se copian los unos a los otros, a pesar de que alguien ha tenido que inventar un meme primigenio que se está usando de plantilla. Pues estos memes tendencias también se usan en el ámbito romántico.
Los memes: la nueva forma de pebbling
Vuelvo a retomar el tema romántico y el pebbling, aunque no he dejado de escribir sobre ello realmente. La aparición de las apps de mensajería y las redes sociales han propiciado que gran parte de nuestra comunicación sea de manera online. Ahora mantenemos el contacto con nuestro entorno y tenemos muchas interacciones sociales a través de Internet.
Es por ello que las maneras de comunicar los sentimientos y el afecto que tenemos por otras personas también han sufrido cambios, y se hace en parte tecnológicamente. A su vez, dentro de las formas para hacer saber que alguien nos importa, está el tema principal de este artículo: el pebbling. Pues el pebbling entre personas también se ha digitalizado. Aunque el pebbling no es algo nuevo, las personas buscamos maneras de reinventarnos.
¿De qué manera podemos hacer pequeños regalos como gestos simbólicos a través de las redes sociales y las aplicaciones como Whatsapp? Concretamente, enviando memes. Es más, una gran parte de los memes son cómicos sobre sucesos y hechos habituales en las parejas, o directamente tienen contenidos románticos. Incluso actualmente existen millones de cuentas en las redes sociales que tienen estos memes como único contenido.
Un ejemplo que hace no mucho se hizo viral es el meme “Who´s that wonderful girl?”, procedente de un show canadiense llamado “Nanalan’”, pero hay muchos otros. Y es que mandarles memes a tus seres queridos es una manera de demostrarles que te acuerdas de ellos, que te gusta reíros juntos y que quieres compartir algo especial con ellos.
El pebbling entre personas neurodivergentes
El pebbling no es cualquier cosa, el mensaje que subyace a este gesto es muy potente y especial. De hecho, es muy buen recurso para aquellas personas a las que les cueste decir explícitamente “me he acordado de ti”, “me importas” o “te quiero”, porque les resulte difícil socializar o expresar tal grado de intimidad y de sentimientos.
Por ejemplo, las personas que tienen cierta ansiedad social pueden usar el pebbling, mandando un meme para poder iniciar una conversación de forma fácil y natural (o al menos, lo que hoy en día se ve ya como natural). También puede darse en otras personas que tengan otros problemas o trastornos psicológicos.
Por eso, en las propias redes sociales se ha hecho popular esta ventaja del pebbling entre las personas neurodivergentes. De hecho, es algo que llevan haciendo mucho tiempo, solo que sin darle un nombre concreto. Quién nos hubiese dicho que adoptar costumbres de pingüinos podría ayudar a las personas a superar dificultades del día a día.
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