Egocentrismo

El egocentrismo es un constructo psicológico que designa a un patrón de comportamiento en el que todas las acciones van orientadas a conseguir objetivos que básicamente benefician a uno mismo, independientemente de si también benefician a los demás. A la práctica, esto significa que con frecuencia estas acciones perjudican al resto de personas.

El egocentrismo se plasma tanto a través de la conducta que modifica materialmente el entorno (basada en el movimiento) como a través de la conducta verbal (cuyos efectos también son físicos dado que afectan al sistema nervioso del oyente, pero no obedecen a una lógica mecánica). Así, una persona egocéntrica puede tanto terminarse un plato de comida que estaba puesto para que varias personas compartiesen su contenido, como quejarse constantemente para que se repita un sorteo en el que ha ganado otra persona y no uno mismo.

La conducta egocéntrica lo es independientemente de si para su realización ha habido una pausa para considerar las implicaciones éticas de actuar de una manera o de otra. Así, los niños y niñas de muy corta edad tienden naturalmente hacia el egocentrismo, dado que no tienen la capacidad para generar un concepto sofisticado acerca de lo que "el otro" quiere.