La astereognosia, también llamada agnosia táctil, es un trastorno poco conocido a causa de que no suele afectar de forma muy negativa la vida de las personas que lo sufren. Se trata de un tipo de agnosia (es decir, un trastorno en la identificación de objetos que no se debe a alteraciones sensoriales) que altera de forma específica el reconocimiento a través del tacto.
En este artículo describiremos los rasgos clínicos más significativos y las causas más habituales de la astereognosia o agnosia táctil. Antes de proceder nos detendremos brevemente en el concepto de agnosia, puesto que es importante contextualizar adecuadamente la astereognosia y compararla con otros trastornos de la misma clase.
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¿Qué son las agnosias?
Las agnosias son un conjunto de trastornos que se caracterizan por la ausencia de reconocimiento de estímulos que se presentan en una determinada modalidad sensorial, como por ejemplo el tacto o el oído. En estos casos los déficits no son consecuencia de alteraciones en los órganos de los sentidos, sino en niveles superiores de las vías perceptivas.
Este tipo de síntoma aparece generalmente como consecuencia de lesiones que dañan la corteza cerebral, interfiriendo en la transmisión de los impulsos sensoriales a las vías relacionadas con el reconocimiento consciente. Algunas de las causas más frecuentes de la agnosia incluyen los accidentes cerebrovasculares isquémicos y las enfermedades neurodegenerativas.
En general las agnosias se dan en una sola modalidad, y con frecuencia se las clasifica en función del sentido en el que se presente la alteración. Así, podemos encontrar agnosias visuales, auditivas, táctiles o somatosensoriales, motoras y corporales, que consisten en dificultades para identificar el propio cuerpo o una parte de éste, con frecuencia una de las mitades.
Un ejemplo de este tipo de trastorno sería la incapacidad de reconocer que el objeto que la persona tiene delante es una toalla a través de la vista, aunque sí la podría identificar mediante el tacto; en este caso hablaríamos de una agnosia visual. En ocasiones, si el daño cerebral que causa la alteración es muy grave, pueden verse afectadas varias modalidades sensoriales.
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Definiendo la astereognosia y la agnosia táctil
“Astereognosia” es un término que se utiliza habitualmente para denominar a la agnosia táctil, esto es, a la incapacidad de identificar objetos a través del tacto en ausencia de anomalías en la percepción en sí misma. Por contra, la estereognosia sería la capacidad básica que nos permite percibir y reconocer este tipo de estímulos de forma normal.
En este tipo de agnosia la persona no consigue recuperar de la memoria la información necesaria para identificar claves estimulares relacionadas con el tacto, como la temperatura, la textura, el tamaño o el peso. Sin embargo, sí es capaz de hacerlo cuando utiliza otros sentidos (generalmente la vista), a menos que estén presentes otras clases de agnosia.
Algunos autores utilizan la denominación “agnosia táctil” únicamente en los casos en que la afectación se limita a una de las manos o como máximo a las dos, mientras que si el problema implica a la percepción táctil de un modo más general prefieren hablar de astereognosia. En cualquier caso, no parece existir consenso en torno a estas nomenclaturas.
En muchas ocasiones la astereognosia y la agnosia táctil no son diagnosticadas debido a que no suelen interferir de forma significativa en el funcionamiento de quienes las sufren. Esto ha llevado a una infravaloración del número de casos de astereognosia, así como a la escasez de investigaciones al respecto que se detecta al revisar la literatura científica.
Causas de este trastorno
La evidencia disponible revela que la astereognosia aparece como consecuencia de lesiones en dos regiones específicas de cualquiera de los hemisferios cerebrales: el lóbulo parietal y la corteza de asociación (compuesta por partes de los lóbulos parietal, temporal y occipital). También se asocia a daños en la columna dorsal o posterior de la médula espinal.
La localización específica de las lesiones determina las peculiaridades de los síntomas. De este modo, cuando la parte ventral de la corteza está dañada se afecta especialmente la percepción táctil de objetos tridimensionales, mientras que si sucede lo propio en la corteza dorsal es más habitual que los problemas de reconocimiento tengan un carácter cognitivo.
Uno de los trastornos que se relacionan de forma más directa con la astereognosia es la enfermedad de Alzheimer, caracterizada por un deterioro cognitivo progresivo que afecta de forma especialmente intensa a la memoria. Esta asociación da apoyo a los planteamientos que defienden que las agnosias son principalmente un trastorno de la memoria, y no de la percepción.
La agnosia táctil, o más específicamente la digital (que afecta a los dedos), también es un signo característico del síndrome de Gerstmann. En este trastorno la astereognosia cursa con otros síntomas peculiares como las dificultades para orientarse entre izquierda y derecha, para calcular o para hacer representaciones gráficas, en especial para escribir.