Cómo dejar de sentirse culpable por todo: 5 consejos útiles

Consejos de gestión emocional para saber cómo dejar de sentirse culpable por todo.

Cómo dejar de sentirse culpable por todo

La culpa, si aparece con bastante frecuencia y por una amplia variedad de causas sin que sepamos cómo gestionarla, puede llegar a ser una de las emociones más perjudiciales que podríamos sentir; aunque en ciertas ocasiones también nos puede ayudarnos a aprender de nuestros errores.

Hay una serie de consejos que pueden servir de ayuda a la hora de buscar cómo dejar de sentirse culpable por todo, entre los que podemos encontrar los siguientes: buscar las posibles causas de la culpabilidad, asumir nuestra parte de responsabilidad, hablar de nuestros propios sentimientos con personas de confianza o con un psicólogo, o buscar ayuda profesional.

En este artículo encontrarás consejos sobre cómo dejar de sentirse culpable por todo, pero antes hablaremos acerca de los sentimientos de culpabilidad (sus posibles causas, consecuencias, funciones, etc.).

Los sentimientos de culpabilidad

Para comprender cómo dejar de sentirse culpable por todo es conveniente comprender una serie de factores relacionados con los sentimientos de culpabilidad. En primer lugar, hay que decir que muchos psicólogos y filósofos han tratado de comprender cuál es realmente la función de la culpa, habiendo desarrollado diversas hipótesis al respecto (por ejemplo, es un componente útil de la experiencia humana, es un componente realista, se trata en realidad de una emoción inútil, entre otras hipótesis).

En segundo lugar, debemos comentar que la culpa es una emoción que puede llegar a experimentarse a raíz de diversas conductas y/o pensamientos, como pueden ser los siguientes ejemplos: haber hecho algo que consideramos que no debíamos haber hecho y luego tener la creencia de que somos una mala persona por haber hecho algo en concreto que creemos que está mal. En este ejemplo podemos ver que la primera distorsión, cuando nos sentimos culpables, es por el supuesto de que hemos hecho algo mal; mientras que la segunda distorsión, nos causa sentimientos de culpabilidad al etiquetarnos como una mala persona.

Ante este tipo de casos deberíamos reflexionar si realmente era para tanto esa acción que consideramos que no deberíamos haber hecho y, una vez analizado, preguntarnos si realmente haber hecho eso nos convierte en malas personas. Para hacer correctamente este ejercicio explicaremos brevemente unas pautas más adelante.

Dejar de sufrir culpa siempre

En muchas ocasiones los sentimientos de culpabilidad pueden llegar a añadir una innecesaria carga que podría incrementar conductas y pensamientos contraproducentes. Un ejemplo de esto sería lo que le ocurre a algunas personas que tienen problemas con el alcohol, que se sienten culpables cuando han bebido en exceso el dci anterior y, como se sienten culpables, pueden llegar a beber de nuevo en exceso para tratar de “olvidar” esa culpabilidad que sienten. En estos casos deberían buscar ayuda para aprender a controlar ese tipo de conductas y las autocríticas por haber vuelto a recaer.

Cómo dejar de sentirse culpable por todo

Los sentimientos de culpa podrían llegar a causarnos mucho sufrimiento si persisten en el tiempo y no somos capaces de controlarlos, de manera que nos influyan en diversas facetas de la vida, como puede ser a nivel familiar o laboral, entre otros. Por ello, es importante aprender algunos mecanismos para dejar de sentirnos culpables constantemente y por todo.

1. Buscar las posibles causas de la culpabilidad

El primero de los consejos acerca de cómo dejar de sentirse culpable consiste en reflexionar acerca de las posibles causas de nuestras preocupaciones. Esto nos puede servir para analizar y comprender si las causas de nuestras preocupaciones tengan realmente la importancia que nosotros le damos, y además nos permiten aprender de nuestros propios errores y estar preparados para posibles futuras ocasiones en las que nos ocurran situaciones similares a las que desencadenaron nuestros sentimientos de culpa.

Imaginemos el siguiente ejemplo: nos sentimos culpables debido a que no le dedicamos demasiado tiempo a nuestros hijos, porque esta mañana le hemos dicho algo a alguien que no ha sido del todo acertado y le ha sentado mal y encima creemos que a nuestro jefe no le ha entusiasmado nuestro proyecto; siendo este tipo de situaciones varios ejemplos que nos pueden servir para comprenderlas como signos de alarma que nos indican que deberíamos pararnos para tratar de comprender lo que estamos sintiendo y qué podemos extraer de este tipo de situaciones para aprender y mejorar de cara al futuro.

Reflexionando detenidamente acerca de cómo nos sentimos y cómo podemos aprender de cada situación, puede conducirnos hacia un cambio positivo que se encuentre orientado hacia el camino que más se ajuste a lo que consideramos correcto de acuerdo con nuestros propios valores.

A la hora de buscar las posibles causas de nuestra culpabilidad es importante evitar los pensamientos dicotómicos de “blanco y negro”, causantes de que consideremos que ante una determinada situación solamente podamos hacerlo todo perfecto o, si por el contrario no lo hemos hecho según lo esperado, es porque lo hemos hecho todo muy mal.

2. Asumir nuestra parte de responsabilidad y aceptar los posibles errores

El segundo de los consejos acerca de cómo dejar de sentirse culpable por todo es que asumamos nuestra parte de responsabilidad con respecto a las situaciones que hayan desencadenado nuestros sentimientos de culpabilidad y para ello deberíamos analizar con detenimiento hasta qué punto nuestras palabras y/o nuestros actos han influido en lo que desencadenó nuestros sentimientos de culpa.

Muchas veces ocurre que la culpabilidad surge a causa de la idea que tenemos acerca de que deberíamos controlar todo lo que nos sucede, cuando en realidad es imposible hacerlo ya que hay muchas cosas a nuestro alrededor que se escapan de nuestro control y además son impredecibles.

En aquellos casos en los que consideremos que las causas de nuestros sentimientos de culpabilidad han sido responsabilidad nuestra o al menos en parte, debemos tener en cuenta, antes que nada, que ya no podemos cambiar lo sucedido. Sin embargo, sí que podemos hacer algo en el presente, por lo que si hay algo que podamos hacer, por pequeño que sea, lo hagamos, sirviéndonos de lección para tratar de no volver a repetir algo similar que nos haga sentirnos otra vez culpables.

3. Hablar de nuestros propios sentimientos

Otro de los consejos sobre cómo dejar de sentirse culpable por todo, sería dejar de reprimir nuestros sentimientos negativos o disfóricos, entre ellos el de culpabilidad y cualquiera que esté asociado, ya que reprimirlos solo hará que vayan en aumento y nos terminan sobrepasando.

Con ello no quiere decir que se lo contemos al primero que nos encontremos por la calle, pero sí que podría ayudarnos si hablamos con personas de confianza acerca de cómo nos sentimos ya que además de servirnos como desahogo, estas nos pueden mostrar su apoyo y además no pueden dar diferentes perspectivas sobre los motivos que desencadenaron nuestra culpabilidad, y con ello a lo mejor podemos reflexionar sobre ello de forma más matizada y justa. También nuestras personas de confianza podrían darnos algunos consejos que nos sirvan para el futuro.

4. Perdonarnos

Otra de las estrategias a tener en cuenta a la hora de tratar de comprender cómo dejar de sentirse culpable por todo sería aprender a perdonarnos y, en caso de que nuestro malestar haya surgido a raíz de un comportamiento inadecuado por nuestra parte, debería servirnos para tomar nota y que no se vuelva a repetir. Asimismo, el perdón es imprescindible para dejar de sentirse culpable por todo.

Hay que tener presente que, al igual que trataríamos de dar cariño y de animar a un ser querido que está pasando por un mal momento debido a que se siente culpable por algún motivo, deberíamos hacer lo mismo con nosotros mismos cuando nos sintamos culpables, ya que de lo contrario solo conseguiríamos hacer crecer los sentimientos de culpa y ello no solucionaría ningún problema.

5. Buscar ayuda profesional

Por último, uno de los consejos clave es buscar la ayuda profesional de un psicólogo si la situación se vuelve muy difícil. La psicoterapia es un recurso muy recomendable en aquellas circunstancias en las que los sentimientos de culpabilidad nos sobrepasan y no logramos controlar la situación, ni encontramos la solución para encontrarnos mejor, pudiendo llegar a afectarnos a varios niveles (por ejemplo, laboral, relacional, etc.).

Un psicólogo podría ayudarnos a comprender de otra forma cuáles son los motivos de nuestra culpabilidad y, en base ello, no podría ayudar a desarrollar y entrenar diferentes estrategias para poder afrontar este tipo de situaciones con el fin de que no nos sobrepasen los sentimientos de culpa, y es que el psicólogo podría ayudarnos a ver las cosas de una manera más objetiva y con cierta perspectiva, con el fin de aprender a perdonarnos y también para desarrollar estrategias de cara al futuro para que estemos preparados en ocasiones similares a las que desencadenaron nuestra culpabilidad.

  • Beck, A. T., Rush, A. J., Shaw, B. F. & Emery, G. (2005). Terapia cognitiva de la depresión. Bilbao: Desclée De Brower.
  • Burns, D. (2010). Sentirse bien: una nueva terapia contra las depresiones. Barcelona: Paidós.
  • Dyer, W. W. (2001). Tus zonas erróneas. Barcelona: Grijalbo.

Psicólogo

Mario Arrimada es Graduado en Psicología en la Universidad Pontificia de Salamanca y dispone de un Máster de Actualización en Intervención Psicológica y Salud Mental en la Universidad a Distancia de Madrid. Varios cursos de formación, entre ellos el de Experto en Trastornos de la Personalidad con la Asociación Española para el Fomento y Desarrollo de la Psicoterapia, de Experto en Mindfulness y de Experto en DSM5 y CIE11, ambos en la UDIMA.

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