¿Cómo priorizar objetivos con la llegada del Año Nuevo?

Con la llegada de un año nuevo, establecer objetivos es una manera efectiva para enfocarse en el crecimiento personal y profesional. Hay que tener en cuenta cada circunstancia y las aspiraciones de cada uno, pero priorizar tus propósitos es una habilidad importante para así gestionar el tiempo y esfuerzo. La eficiencia es clave para no frustrarse.

Si quieres saber priorizar tus objetivos de año nuevo, sigue leyendo: aquí encontrarás las pautas para organizar tus metas.

Pasos a seguir para priorizar tus objetivos de Año Nuevo

En primer lugar sería conveniente realizar un listado con todos los objetivos que se pretende cumplir, ya sean metas personales, metas laborales, de salud, etc. Una vez se tenga claro, hay que clasificarlos por órden de importancia los objetivos y decidir cuales se realizan en primer lugar y cuáles pueden esperar.

Establecer plazos para cumplir los objetivos de manera realista es conveniente para que no se acumulen y haya cierta organización. Marcar fechas límites para cada uno de ellos.

Una vez tengamos claros qué objetivos queremos cumplir primero y cuál es el tiempo establecido para ello, hay que evaluar los recursos disponibles para llevarlos a cabo como por ejemplo tiempo, dinero o apoyo externo.

Por otro lado, distinguir entre objetivos a corto y largo plazo. Priorizar los que necesiten ser cumplidos de manera inmediata y los que podamos aplazarlos, fijar las fechas lejanas para que no agobien pero tampoco olvidarlos.

Del mismo modo, clarificar las posibles consecuencias que pueden surgir de lograr o no lograr los objetivos. Esto ayudará a establecer prioridades a la hora de elegir qué objetivos se realizarán antes.

A medida que pasa el tiempo, las circunstancias pueden ir cambiando y es conveniente revisar la lista de manera periódica para ir ajustando los objetivos a los nuevas situaciones que se presenten.

Además, si hay varios objetivos que tengan relación unos con otros, pueden ser agrupados para así ser más eficaz y disminuir el tiempo que se vaya a emplear para lograrlo.

Los objetivos deben ajustarse a la etapa de la vida que se esté viviendo. Deben ser realistas en cuanto a edad, nivel adquisitivo, situación familiar, entre otros. Las personas de confianza también pueden ser un gran apoyo para organizar los objetivos y aportar otra perspectiva.

Cabe recordar, que no todas las personas son iguales y que en ocasiones al buscar apoyo externo nos aconsejan en base a experiencias personales, por lo que siempre hay que tener claro las prioridades y etapa de vida de cada uno para no compararse con la de los demás.

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Ejemplos de propósitos de Año Nuevo

A la hora de establecer objetivos, hay personas que se sienten perdidas porque no saben cómo empezar ni qué parte de su vida organizar. Algunos ejemplos de objetivos para la llegada del nuevo año:

• Desarrollo profesional: participar en formaciones para ampliar conocimientos sobre tu profesión hará que mejore las habilidades.
• Cuidado personal: fijar rutinas saludables para priorizar el autocuidado como por ejemplo realizar ejercicio, dedicar tiempo a actividades que te aporten felicidad y bienestar emocional, dormir las horas adecuadas para lograr un descanso correcto, entre otros.
• Equilibrio en el estilo de vida: ni dedicar la mayor parte del día al trabajo ni tampoco a actividades de disfrute, es decir, el equilibrio sería lo correcto para evitar el agotamiento o sentimientos de frustración. Para ello, lo conveniente es establecer límites claros.
• Promoción de servicios: en la actualidad, todo lo relacionado con internet o “online” está en pleno crecimiento. Un objetivo para el nuevo año podría tener relación con ello, como por ejemplo actualizar el sitio web, participar en formaciones sobre marketing digital, introducir nuevos modelos de trabajo que tengan relación con trabajar en línea, etc.
• Innovación: incluir nuevas técnicas o enfoques en el sector al que se dedique cada persona que puedan beneficiar a los clientes.
• Conexiones con otros profesionales: establecer conexiones con otros profesionales del sector para así poder compartir conocimientos, ampliando el aprendizaje mutuo y dialogar posibles colaboraciones conjuntas.
• Gestionar el tiempo: organizar el tiempo para establecer metas realistas y priorizar tareas para así aumentar la productividad de ellas. Una organización temporal permitirá dedicar el día a diferentes tareas, además de tener un espacio para el autocuidado.
• En cuanto a salud y bienestar: es importante establecer metas para mantener la salud física como realizar ejercicio de manera regular, que a su vez llevará a mantener un equilibrio mental. Introducir hábitos de alimentación saludable como por ejemplo incorporar alimentos necesarios a la dieta (fruta y verduras) y planificar una rutina de descanso saludable.
• Desarrollo personal: un ejemplo de propósito personal podría ser la práctica de mindfulness o meditación, además de practicar la lectura para ampliar conocimientos sobre temas que interesen.
• Relaciones interpersonales: incorporar una comunicación efectiva para fortalecer las relaciones familiares o amistosas y para establecer relaciones más sólidas. También es aconsejable plantear objetivos para ampliar la red social como por ejemplo acudir a actividades placenteras que se realicen de manera grupal.
• Finanzas: ahorrar para metas concretas como por ejemplo comprar una casa, ir de viaje o para tener un fondo de emergencia. Con una correcta organización financiera también se puede lograr reducir deudas.
• Contribución a la comunidad: participar de manera activa en causas sociales y colaborar con causas benéficas. Además, una buena opción es compartir conocimientos mediante voluntariados.
• Creatividad: trabajar en habilidades creativas y establecer ciertos días para dedicarlos a actividades que aporten momentos de felicidad y alegría. Es importante que tras días de trabajo, desconectemos realizando alguna actividad o algún plan que sea beneficioso para la salud mental.
• Crecimiento espiritual: reflexionar sobre los valores personales y fijar metas que tengan relación con el sentido del propósito. Las personas que realicen prácticas espirituales, puede proponerse ampliar sus conocimientos sobre su comunidad religiosa.

Los objetivos dependen de cada persona y de las circunstancias de vida, pero todos deben compartir ciertas características y es que deben ser medibles, alcanzables y realizables en un tiempo determinado. Además, a medida que pasa el año éstos pueden irse ajustando dependiendo de los acontecimientos que se vayan presentando.