¿Te has encontrado diciéndote a ti mismo, “eres un desastre, no te va a salir”, “no te dedicas lo suficiente, te irá mal”, “con esa apariencia, ¿quién te va a querer”?
Duele solo leer estos comentarios y, sin embargo, todos tenemos una vocecita interior que nos machaca despiadadamente. Nuestro crítico interno es nuestra tendencia a ser autocríticos y demasiado juzgones de nosotros mismos.
¿Cómo se origina la voz del crítico interno?
El crítico interno que llevamos dentro está asociado:
- A una autoestima baja en algunos aspectos de nuestra vida. Nos podemos sentir muy buenos para muchas cosas pero el crítico nos va a señalar justo donde percibe que no lo somos.
- Al perfeccionismo donde hay unos estándares auto impuestos demasiado altos e irreales y un miedo muy grande a fallar.
- Al no sentirnos lo suficientemente buenos en algunas áreas; por ejemplo, no percibirnos guapos, listos, exitosos, etc.
Fíjate en si algo de esto te suena:
El crítico interno suele tener múltiples orígenes, la mayoría surge de nuestras interacciones de la infancia y la adolescencia. Puede que hayamos tenido padres muy ocupados y que nos haya tocado gestionar el estrés de cada día sin el apoyo y la guía amorosa de estos adultos, lo cual puede haber sido muy agobiante.
Puede que algunos miembros de nuestra familia, maestros o compañeros hayan sido muy mordaces con nosotros y que nos haya quedado una herida emocional profunda. A lo mejor alguien nos ha juzgado cruelmente una vez y hemos internalizado la idea de que no valemos demasiado. Nuestro crítico interno también puede ser el resultado de las expectativas y estándares de nuestro círculo y la sociedad sobre lo que constituye el éxito, cómo debemos vernos, y cómo conducirnos en la vida. El crítico interno se hará oír más fuerte cada vez que sintamos la necesidad de ocultar lo que percibimos como una falencia o de evitar cometer cualquier error que incida en nuestra imagen.
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¿Cómo podemos desenmascarar a nuestro crítico interno?
La manera más evidente para detectar al crítico interno en acción es escuchando cómo nos hablamos a nosotros mismos. Ejemplo, “¿no puedes mantener la boca cerrada? ¿Cómo se te ocurre?”, etc.
De una manera más insidiosa, el crítico interno nos hace sentir culpables y avergonzados por lo que hemos dicho o hecho o por lo que hemos dejado de decir y hacer. Es notable también cómo hay una mayor propensión a compararse con los demás cuando el crítico está muy activo.
Ejemplos
Veamos ahora algunos ejemplos de críticos internos que pueden estar apareciendo en tu vida:
- El perfeccionista: este crítico interno se centra demasiado en los detalles y la perfección, lo que provoca una gran ansiedad y dudas sobre nuestra capacidad.
- El que avergüenza: este crítico interno es demasiado punzante, lo que provoca sentimientos de vergüenza e inutilidad.
- El cuestionador: este crítico interno siempre cuestiona nuestras habilidades, lo que provoca sentimientos de inseguridad y baja autoestima.
- El que intimida: este crítico interno es brutal en lo que nos dice, lo que provoca sentimientos de miedo y parálisis.
- El que culpa: este crítico interno usa la culpa y el reproche, lo que causa sentimientos de ansiedad y falta de autonomía.
- El que duda: Este crítico interno es demasiado negativo y pesimista, provocando sentimientos de desesperanza, desánimo, y muchas veces llevándonos a la inacción.
¿Cómo podemos calmar a nuestro crítico interno?
Donde nuestro foco de atención va, fluye nuestra energía. Si utilizamos nuestra energía para criticarnos, reprocharnos y reprobar nuestras conductas, es probable que baje nuestra felicidad, nuestra esperanza, nuestra satisfacción en general, y nuestra confianza. Al mismo tiempo, un crítico interno sin gestión puede hacernos sentir ansiosos, tristes, dudosos de nuestras capacidades, menos creativos, y replegados en la inacción, etc.
Veamos ahora cómo calmar a nuestro crítico interno:
1. Imagina a tu crítico interno como una persona
Imagínalo como un sujeto que, aunque con métodos dañinos, está tratando de protegerte. Acéptalo y busca las motivaciones detrás de lo que te dice. Una vez entiendas sus objetivos, intenta lograrlos de una manera más constructiva. Por ejemplo, si tu crítico te castiga porque llegas tarde a todos lados, entiende que su motivación es que seas puntual. Busca maneras de llegar a horario desde un lugar interno de tranquilidad.
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2. Recuerda que equivocarse es normal
Los errores te ayudarán a aprender para la próxima vez. ¡Y también celebra tus éxitos y buenas experiencias! Tenemos una tendencia a dar por sentado lo que sale bien y una fijación con lo que no sale como lo hemos planeado.
3. Trátate como lo haría un amigo
Cuando te des cuenta de que estás siendo demasiado duro/a contigo mismo/a, da un paso atrás y pregúntate qué le dirías a un amigo en la misma situación. Recuérdate que eres digno/a y merecedor/a de amor y respeto.
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4. Aprende a centrarte en el aquí y ahora
Cuando te sientas triste o preocupada/o, tómate unos momentos para hacer una pausa y respirar profundamente para anclarte en el momento presente.
5. Reformula los mensajes de tu crítico interno de una manera más positiva
Por ejemplo, en lugar de decirte "No soy lo suficientemente bueno para…", di, "Estoy haciendo lo mejor que puedo” o "estoy trabajando para dar lo mejor de mí".
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Para concluir…
La capacidad de observarnos y desarrollar una mayor conciencia de nuestro crítico interno y sus pensamientos y creencias negativas nos dará información sobre los factores que lo desencadenan. Esta habilidad nos ayudará a crear una distancia entre nuestro crítico y nosotros.
Georgina Hudson
Georgina Hudson
Terapeuta Transpersonal, Coach Vida Y Estrategia, Coach Transformacional
Los mensajes de nuestro crítico no son ciertos pero analizados positivamente pueden ayudarnos a descubrir cualquier necesidad subyacente que pueda estar impulsando esa voz interna que nos pone tan inseguros. Siempre es conveniente pedir ayuda profesional, donde obtendremos una perspectiva diferente así como las herramientas para gestionarla.