Vivimos rápido y buscamos soluciones compensatorias; entonces recurrimos al yoga, la meditación y otras veces a los psicofármacos.
Pero... ¿Por qué no nos liberamos de la elevada ansiedad? Pues, está claro qué hay prácticas saludables pero a menudo funcionan solo como un antídoto. Te contaré por qué.
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La ansiedad como fenómeno social
Hoy vivimos en la época de la rapidez, sin detenernos a ver qué sucede en nuestro interior. La Agencia Española de Medicamentos (AEMPS) confirma que el 11% de la población española consume ansiolíticos. Otras tantas personas tiran de antídotos buscando una solución a corto plazo para mitigar la ansiedad y el estrés. Hay un sin número de recomendaciones para reducir la ansiedad. Solemos buscar respuestas externas y prácticas compensatorias para mitigar las consecuencias de la incómoda ansiedad. Pero, por cierto, este no es el camino y te diré lo que nunca te han contado.
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La falacia de combatir la ansiedad como al gran enemigo
Cuando sentimos ansiedad elevada solemos pensar que necesitamos más tiempo de descanso, unas vacaciones, yoga o meditación. A menudo comenzamos a buscar una serie de consejos para “combatir la ansiedad” tal cual a un enemigo y encontramos algunas acciones que parecen el perfecto antídoto:
- Practicar ejercicios de relajación: conciencia plena, meditación, respiración, yoga.
- Considerar remedios naturales: suplementos, infusiones, hierbas, aceites.
- Dietas con nutrientes especiales.
- Encender una vela y relajarse.
- Pasar tiempo al aire libre, con tus amigos, con una mascota.
- Recibir un masaje corporal, un día de spa.
- Tomar un descanso de fin de semana, unas vacaciones, dormir más tiempo.
Buscamos como aliviar la ansiedad, reducirla, calmarla, afrontarla, controlarla y hasta combatirla para eliminarla. Entonces con gran ilusión comenzamos con nuevas rutinas: las clases de yoga, una nueva meditación, etc.
No obstante, debemos salir a toda prisa del trabajo para ir a la clase de yoga, no logramos concentrarnos en la meditación porque irrumpen ideas en nuestra cabeza, encendemos las velas pero el móvil no para de sonar. Y allí dices: tendré un día estresante por lo que necesitaré desconectar al menos una hora. Aún así, la ansiedad continúa elevada y luchas contra ella para compensarla. ¿Te suena de algo?
Pero ¿te has dado cuenta que la ansiedad es la tensión elevada en el cuerpo que te indica que debes hacer un cambio en lugar de luchar contra ella como si fuera el verdadero problema?
Las prácticas que nos relajan no son buenas o malas en sí mismas. Más adelante descubrirás cuándo son un antídoto y cuándo una sana costumbre.
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¿Por qué buscamos antídotos?
Un antídoto es algo cuya función es contrarrestar los efectos de una toxina. Aquí llamo antídoto a las prácticas a las que echamos mano para impedir los efectos indeseables de la tóxica ansiedad elevada.
¿Te has preguntado por qué buscamos respuestas casi mágicas para no sufrir de ansiedad elevada? Te daré algunas de las muchas posibles respuestas:
- Nos contentamos con hacer algo para combatir la ansiedad y nos libera de la culpa.
- Nos engañamos pensando que llevamos un estilo de vida saludable y nos tranquiliza
- Nos es difícil mirar adentro, conocernos y saber que necesitamos.
- Buscamos más compensar que cambiar las causas que generan ansiedad.
- Porque buscamos recetas que seguir y respuestas armadas que valen para todos.
- Porque adoptamos el ideal de solo estar feliz y rechazar emociones displacenteras.
- Nos es más difícil construir un estilo de vida artesanal para nosotros mismos.
Entonces, nos apegamos a lo fácil: seguir una receta, el concejo, la nueva moda, combatir para no cambiar. También sucede que nos es más fácil reparar que cambiar. Por ejemplo, preferimos tomar un digestivo tras una excesiva comida que limitar la cantidad que necesitas comer.
Así pues, todo aquello que hacemos para mitigar o reparar, desafortunadamente es una solución fracasada a medio y largo plazo.
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¿Hábito saludable o antídoto?
Tal y como hemos dicho, las prácticas que nos relajan no son buenas o malas en sí mismas. Ahora descubrirás cuándo son un antídoto y cuándo una sana costumbre.
Te preguntarás ahora... ¿Cómo saber si el yoga que realizas ahora mismo es un antídoto o una rutina saludable? Por ejemplo, dime si vas corriendo a la clase, si en la clase piensas en lo que luego tienes que hacer, si identificas varias fuentes de estrés en tu día. Si la respuesta es sí, pues el yoga será un antídoto. Aquí, el yoga no es malo porque al menos mitiga la ansiedad, pero no es la cura y no es indicador de un buen vivir.
En cambio, si tomas tu tiempo para ir a la clase de yoga, disfrutar del camino, te concentras en la actividad. A ello sumas: adecuada gestión del tiempo, regular las exigencias, entre otros indicadores de salud, aquí es posible que el yoga sea parte de una vida saludable.
Entonces, para saber si es un hábito saludable o un antídoto, el secreto se devela cuando te haces estas preguntas:
- ¿Para qué lo haces?
- ¿Cómo lo haces?
- ¿Forma parte de un estilo de vida equilibrado?
Busca el equilibrio
Cuando la ansiedad es muy intensa y permanece en el tiempo podemos enfermar. Hay diversas enfermedades psíquicas, desde el trastorno de pánico hasta las fobias o crisis de ansiedad. También es frecuente que se presenten enfermedades como el colon irritable, úlceras, entre otras.
Entonces, busca el equilibrio en el área de tus conductas, tus emociones y tus acciones para que la ansiedad se encuentre en cantidades saludables. Ten en cuenta:
- No utilices una actividad como antídoto porque es una solución fallida. Esa misma actividad como parte de una vida equilibrada es salud.
- No busques mitigar la ansiedad o que sus síntomas sean más llevaderos.
- Busca realizar cambios para que la ansiedad se encuentre en su justa medida como motor de tus acciones.
Sonia E. Rodriguez Alvarez
Sonia E. Rodriguez Alvarez
Dra. en Psicologia. Mtr Ansiedad y Estrés. Coach.
Recuerda: no naturalices la ansiedad elevada. No justifiques el mal vivir. Aprende a conocerte y realiza los cambios necesarios. Como no siempre podemos solos considera contar con una guía profesional para encontrar las formas más efectivas de realizar los cambios que tu necesitas para vivir plenamente y maximizar tu bienestar.
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