Las fobias se caracterizan por la gran variedad de formas que adoptan. Si existe un elemento de la realidad o incluso un fenómeno imaginable por el ser humano, probablemente en algún momento alguien habrá llegado a desarrollar una fobia a eso.
Por ejemplo, existen la fobia a los gatos y a las arañas, formas de miedo que, aunque irracionales en la gran mayoría de los casos, tienen cierto sentido; pero también existen la fobia a los payasos, la fobia a los agujeros, o la fobia a los pájaros, las cuales es más complicado comprender sin sentirlas en las propias carnes.
Sin embargo, más allá de toda esta variedad de formas, existe un tipo de fobia que parece la más pura de todas, la más troncal. Se trata de la fobofobia, o la fobia al propio miedo. En este artículo veremos cómo es, qué síntomas caracterizan a este trastorno psicológico, y cómo se trata en psicoterapia.
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¿Qué es la fobofobia?
Tal y como hemos avanzado en los párrafos anteriores, la manera más simple de comprender lo que es la fobofobia consiste en considerarla la fobia al miedo, o la fobia a las crisis fóbicas. Dicho de otro modo, es una pescadilla que se muerde la cola, un círculo vicioso que se retroalimenta a costa de la ansiedad que la persona que la sufre mantiene latente por varias circunstancias (esto último lo veremos más adelante).
Quien sufre fobofobia puede llegar a vivir con normalidad durante la mayor parte del tiempo, pero ocasionalmente notará que le pasan varias cosas: evitará lugares y contextos en los que cree que le pueden dar ataques de miedo, y por otro lado padecerá dichos ataques de miedo extremo... o mejor dicho, de ansiedad.
¿Qué tipo de situaciones son las que desencadenarán las crisis fóbicas? Potencialmente, cualquiera. Esto es así porque en este caso la raíz del miedo es el miedo en sí mismo, un fenómeno que no emana del entorno: el miedo no "brota" de un perro que ladra de manera amenazante, ni en la cumbre de una montaña de pendiente pronunciada.
En todo caso, el temor, lo que desencadena los picos de ansiedad, es algo contextual, un proceso que se da en la interacción entre el individuo y una situación que será interpretada y valorada de manera subjetiva por el primero. Debido a esto, aquello que puede dar miedo es a la vez todo y nada.
Debido a esto, la fobofobia es uno de los tipos de fobia más imprevisibles, dado que no se ata a ningún tipo de estímulo concreto y fácil de objetivar, sino que surge de algo tan subjetivo como la idea que cada uno tiene acerca de lo que da miedo dependiendo de la ocasión.
Síntomas
¿Cuáles son los síntomas de la fobofobia? Dicho rápidamente, son los típicos de prácticamente cualquier fobia ya que las principales diferencias entre ellas son el tipo de situaciones o de estímulos que las desencadenan. Por ejemplo, generalmente la fobia a los ratones y la fobia a conducir se manifiestan de manera muy similar.
Entre los síntomas característicos de las fobias encontramos los mareos, las náuseas, los temblores, el sudor frío, la elevación de la frecuencia de la tasa cardíaca, los pensamientos catastróficos sobre lo que sucederá en los siguientes segundos o minutos, y las ganas intensas de salir huyendo del lugar en el que se está, o de esconderse.
Causas
En cuanto a las causas de la fobofobia, estas son en parte desconocidas, aunque sí se sabe que hay muchas y cada una de ellas probablemente contribuye poco al desarrollo de este tipo de trastorno de ansiedad.
Se asume que las predisposiciones genéticas explican parte de por qué algunas personas terminan desarrollando fobofobia, y también que ciertas experiencias desagradables son capaces de dejar una especie de huella en nuestra memoria emocional, haciendo que de manera progresiva el miedo al miedo vaya generando una bola de nieve colina abajo, cada vez más grande a la vez que nuevas experiencias desagradables se van sumando a este conjunto de recuerdos ansiógenos.
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Tratamiento
¿Cómo se trata la fobofobia en los centros de salud mental? La psicoterapia ha demostrado ser muy efectiva lidiando con esta clase de trastornos de ansiedad. Lo que hacemos los psicoterapeutas es ir creando situaciones en las que el paciente aprenda a ir debilitando el vínculo que mantiene ligados entre sí dos recuerdos en la memoria emocional: el recuerdo de cómo se reacciona ante la posibilidad de tener miedo, y el recuerdo de lo mal que se pasa al tener grandes crisis de miedo o de ansiedad.
De esta forma, la parte inconsciente de la mente de los pacientes con fobofobia deja de establecer una relación de equivalencia entre "tener la expectativa de tener miedo" y "sufrir una intensa crisis de ansiedad".
En el centro de psicología Psicomaster, situado en Madrid, contamos con un equipo de psicólogos con amplia experiencia en el tratamiento de los trastornos de ansiedad como las fobias, y los principios a aplicar son siempre potenciar la autonomía de los pacientes haciendo que, poco a poco, vayan siendo capaces de comprobar por sí mismos que al exponerse a aquello que les da tanto miedo no pasa nada.
Así a través de la experiencia en terapia, se consiguen cambios a mejor tanto en su manera de comportarse (no evitando situaciones objetivamente inofensivas) como en su manera de interpretar la realidad.
Referencias bibliográficas:
- American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5a ed.). Washington, DC: Author.
- Griez, E.J. & Van den Hout, M.A. (1983). Treatment of Phobophobia by Exposure to CO2-Induced Anxiety Symptoms. The Journal of Nervous and Mental Disease 171: 506 - 508.
- Mark, I.M. (1978). Living with fear: understanding and coping with anxiety. USA: McGraw Hill.