El compromiso con el trabajo es una aptitud positiva y requerida los empleados de todo el mundo en cualquier ámbito laboral al que se dediquen.
Sin embargo, en ocasiones algunos empleados se obsesionan con el trabajo hasta el punto de desarrollar una adicción que puede generar efectos muy negativos en la persona tanto a nivel personal como profesional.
Se considera que en España hay más del 10% de empleados con adicción al trabajo o workaholics, una alteración que puede tener múltiples causas y que se caracteriza por una obsesión por el trabajo y una incapacidad para desconectar del mismo. Por eso, es importante conocer las señales para detectar la adicción al trabajo.
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Identificar la adicción al trabajo: las principales señales para detectar este problema
A continuación encontrarás resumidas una serie de señales para identificar el problema de la adicción al trabajo en el día a día.
1. Tendencia a poner excusas para no descansar
Una de las características principales de la adicción al trabajo es el hecho de negarse a descansar del mismo y poner en todo momento excusas que permitan a la persona seguir trabajando durante jornadas maratonianas. La persona asume que esos minutos u horas dedicadas a descansar son “tiempo perdido”.
Creer que descansar no es importante y tener siempre cosas que hacer más importantes, relacionadas con el trabajo, es también una de las señales definitorias de la adicción al trabajo, algo que a la larga afecta tanto a nivel físico como psicológico.
Esto también se aplica a las vacaciones, ya que estas personas suelen tomar el menor número de días de vacaciones para ponerse a trabajar cuanto antes.
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2. Imposibilidad para desconectar
Otra de las señales que puedan alertarnos de que estamos ante un caso de adicción al trabajo es la imposibilidad que presenta la persona para desconectar al 100% del trabajo.
La necesidad de estar conectado a Internet o al correo durante las 24 horas del día para atender posibles eventualidades del trabajo es habitual en workaholics, algo que puede ejercer, nuevamente, un verdadero problema a nivel psicológico y de salud mental.
Además de eso, también es habitual la necesidad de estar disponible en todo momento para cualquier llamada o petición relacionada con el trabajo, ya sea para hablar con superiores o con compañeros de trabajo.
3. Incapacidad de delegar
Del anterior apartado se desprende una incapacidad para delegar trabajos a otras personas o a subordinados, por el hecho de considerar que otras personas no lo harán tan bien como nosotros.
Esta incapacidad indica un importante déficit de habilidades sociales y laborales como son la cooperación o el trabajo en equipo y acaba generando a largo plazo una sobrecarga de trabajo.
4. Práctica ausencia de vida social fuera de lo laboral
Tal y como sucede con la vida amorosa, la vida social de las personas adictas al trabajo también se suelen ver resentidas.
Las personas afectadas por esta alteración suelen poner cada vez más excusas para trabajar y progresivamente van perdiendo el contacto con sus amistades de siempre.
Estar todo el día ocupado con el trabajo y dejar de salir con los amigos habituales puede ser un síntoma de que podemos estar ante un caso de adicción u obsesión por el trabajo.
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5. Tendencia a posponer otros planes para trabajar
Posponer planes sociales, reuniones familiares, viajes o todo tipo de eventos de ocio por trabajar es otro de los signos inequívocos y más visibles de la adicción al trabajo.
Así como también lo es considerar que no hay nada más importante del trabajo y estar obsesionado con trabajar o con estar disponible para el trabajo las 24 horas del día.
6. Incapacidad para establecer límites ante el trabajo extra
Las personas adictas al trabajo no saben establecer límites en sus obligaciones laborales, lo cual significa que no se negarán a realizar cualquier tarea encomendada por jefes o cargos superiores.
Esta incapacidad para poner límites se traduce nuevamente en un exceso de trabajo, una afectación física relacionada con la fatiga o la sobrecarga de trabajo y una afectación también psicológica.
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7. Perfeccionismo excesivo
Ser excesivamente perfeccionista lleva a las personas con adicción al trabajo a dedicar ingentes cantidades de tiempo a sus obligaciones laborales diarias, tareas que podrían hacer en menos tiempo y tener mayor productividad.
Las personas con estas alteraciones nunca están contentas del todo con el resultado de su trabajo, lo que les genera ansiedad, estrés, impotencia e incluso síntomas depresivos.
Tomas Santa Cecilia
Tomas Santa Cecilia
Psicologo Consultor: Master en Psicología Cognitivo Conductual
8. Conflictividad laboral y familiar
Desarrollar una adicción al trabajo puede tener como consecuencia un aumento en los conflictos de la persona tanto a nivel laboral como familiar.
Cada una de las alteraciones y desajustes psicológicos o de personalidad que presentan estas personas pueden ocasionar problemas con sus compañeros de trabajo o superiores, así como también con familiares cercanos o con la pareja.