Siempre escuchamos sobre los riesgos de los videojuegos: que generan adicción, que fomentan la violencia, que aíslan a las personas. Pero, ¿qué tanto sabemos sobre sus beneficios? Porque, sí, también existen. En los últimos años, distintos estudios han empezado a mostrar cómo los videojuegos pueden ayudar a calmar el cuerpo y distraer la mente, especialmente en momentos de tensión o cansancio emocional.
Veamos qué ha descubierto la ciencia sobre este tema y cómo, usados con medida, los videojuegos podrían ser un aliado más para luchar contra el estrés y cuidar tu bienestar.
Videojuegos y estrés: ¿una combinación útil?
Cada persona tiene su forma de manejar el estrés. Algunas prefieren hacer ejercicio, otras meditar, y muchas se sumergen en una buena serie o en su música favorita. Pero, últimamente, los videojuegos están ganando terreno como una opción más.
Lo interesante es que, aunque muchas veces se piensa que los videojuegos generan más tensión, lo que ha empezado a decir la ciencia no va del todo en esa dirección.
De hecho, hay evidencias que sugieren que pueden tener un efecto calmante, incluso cuando el juego es algo intenso o tiene escenas violentas, así que hablaremos sobre esto.
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¿Qué han descubierto los estudios?
Uno de los trabajos más llamativos sobre este tema se publicó en el International Journal of Psychophysiology. Un grupo de investigadores liderado por Gary L. Wagener quiso observar cómo responde el cuerpo de una persona cuando juega a un videojuego después de haber pasado por una situación estresante.
Para esto, usaron el juego A Plague Tale: Requiem y un test de estrés bastante fuerte llamado SECPT, donde las personas deben sumergir la mano en agua helada mientras las observan y les hacen preguntas. Es decir, no es precisamente cómodo.
Después de pasar por esa prueba, dividieron a las personas en dos grupos. Un grupo jugó escenas violentas del juego, y el otro, escenas más tranquilas. Lo curioso fue que quienes jugaron las partes violentas dijeron sentirse más tensos y hasta más agresivos que el otro grupo.
En cambio, quienes jugaron las partes no violentas se sintieron más relajados. Pero, ojo, cuando midieron lo que pasaba en el cuerpo (cosas como el ritmo del corazón o los niveles de cortisol, que es una hormona relacionada con el estrés) los resultados fueron bastante parecidos para todos.
Es decir, aunque una persona dijera sentirse más estresada, su cuerpo mostraba señales de que se estaba relajando después de jugar. Esto hace pensar que, a veces, no somos del todo conscientes de lo que realmente está pasando en nuestro organismo. La mente y el cuerpo pueden no estar del todo sincronizados cuando se trata de estrés.
Lo que sugiere este estudio es que los videojuegos, incluso los que parecen más exigentes emocionalmente, podrían ayudar al cuerpo a salir de un estado de estrés agudo. Y eso ya es bastante interesante, ¿no?
Jugar con moderación también podría mejorar el bienestar emocional
Otro estudio, esta vez publicado en Nature Human Behaviour, quiso ir más allá. En lugar de usar un laboratorio, se fijaron en lo que ocurría en la vida real, con personas de distintas edades en Japón, y en un momento muy concreto: cuando era difícil conseguir consolas de videojuegos como la PlayStation 5 o la Nintendo Switch.
Durante esos años (2020-2022), conseguir una consola era tan complicado que muchas se vendían mediante sorteos. Y ese azar fue aprovechado por los investigadores como una oportunidad para estudiar si las personas que ganaban una consola experimentaban cambios en su salud mental respecto a quienes no la conseguían. También se tomaron en cuenta datos sobre hábitos de juego, estado de ánimo, edad, género, situación laboral y entorno familiar.
Lo que encontraron fue que quienes lograban acceder a una consola y jugaban con cierta frecuencia reportaban sentirse mejor anímicamente y menos estresados. También dijeron estar más satisfechos con su vida. Pero, aquí va un dato clave: ese efecto positivo se perdía en personas que jugaban más de tres horas al día. Es decir, jugar puede ser beneficioso, pero pasar demasiado tiempo frente a la pantalla puede tener el efecto contrario.
Además, el impacto del juego no era igual para todos. Por ejemplo, influía si la persona tenía trabajo, si vivía sola o acompañada, y su edad. También importaba si jugaban solos o si lo hacían en grupo, ya que el componente social de los videojuegos en línea parece tener un papel importante en el bienestar emocional.
Videojuegos y salud mental: algunas cosas a tener en cuenta
Después de ver los resultados de estos estudios, hay varios puntos que conviene tener presentes si estás pensando en los videojuegos como una forma de relajarte o desconectar del día:
1. Tu percepción puede engañarte
A veces puedes sentir que estás más alterado o tenso después de jugar, especialmente si el juego es intenso o tiene momentos muy competitivos. Pero, internamente, tu cuerpo podría estar bajando el nivel de estrés que tenías acumulado.
2. No todos los juegos son iguales
Los efectos pueden variar dependiendo del tipo de juego, del contenido y de cómo lo vivas. Juegos más tranquilos o con historias inmersivas pueden ayudar a relajarte, mientras que otros muy dinámicos pueden sentirse como un reto.
3. Jugar en grupo puede ayudar
Compartir partidas con otras personas, sobre todo si hay buena comunicación y risas de por medio, puede aumentar los efectos positivos. Esto también fortalece vínculos y da sensación de pertenencia.
4. Moderar el tiempo es clave
Pasar demasiadas horas jugando puede afectar otras áreas importantes de tu vida, como el descanso, la alimentación o las relaciones personales. Y cuando eso pasa, el estrés vuelve por otro lado.
5. El contexto también importa
Los videojuegos no existen en el vacío. Tus emociones, tu rutina y lo que te pasa en el día a día también influyen en cómo los experimentas. Por eso, es importante observar cómo te sientes antes y después de jugar.
Entonces, ¿vale la pena jugar para desestresarse?
Todo parece indicar que sí, siempre que lo hagas con conciencia. Si, por ejemplo, sientes que tu día fue muy largo, que estás cargando con preocupaciones o simplemente quieres distraerte un rato, los videojuegos pueden darte ese espacio.
Y no solo se trata de apagar el mundo un momento, sino también de crear un entorno donde el cuerpo pueda calmarse, aunque no siempre lo notes de inmediato.

Javier Ares Arranz
Javier Ares Arranz
Psicólogo especialista en Depresión, Ansiedad y Pareja.
Eso sí, claramente, no es algo que va a resolver todo por sí solo, pero puede formar parte de tus recursos personales, como lo es leer, salir a caminar, hablar con alguien o hacer algo creativo. Y, como con cualquier otra actividad, lo importante es cómo y cuánto lo haces.
Así que, si disfrutas los videojuegos y sientes que te ayudan a desconectar, adelante. Sólo presta atención a cómo te hacen sentir, qué espacio ocupan en tu rutina y cómo los combinas con el resto de tu vida.


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