La neurosis o neuroticismo es una tendencia psicológica a mantener ciertas dificultades para el control y la gestión emocional.
Las personas que padecen altos niveles de neuroticismo suelen presentar estados de ánimo bajos, cercanos a la depresión o a la distimia, y muestran sentimientos negativos como la envidia, ira, ansiedad, sensación de culpabilidad… Las personas neuróticas presentan esta sintomatología de forma mucho más frecuente y severa que las personas que no padecen esta condición.
¿Qué es la neurosis?
La neurosis es un concepto con el que se engloban una serie de alteraciones psicológicas relacionadas con problemas para reaccionar a la realidad de una manera emocionalmente coherente. Por ejemplo, en las personas con tendencia al neuroticismo pueden darse casos de reacción excesivamente intensa ante críticas por parte de los demás, incluso si son hechas bromeando o de una manera muy indirecta.
En cualquier caso, a diferencia de lo que pasa en la psicosis, en la neurosis técnicamente se percibe correctamente la realidad (o al menos, aquello que ocurre objetivamente en ella sin entrar a analizar intenciones, deseos o planes que tienen quienes nos rodean).
Por otro lado, la neurosis es un fenómeno complejo cuyas causas aún no han sido establecidas claramente, motivo por el que hay varias teorías explicativas acerca de los factores que propician su aparición en las personas.
Personas neuróticas: cómo identificarlas
Hay algunas señales y varios síntomas con los que podemos identificar a una persona con propensión a la neurosis. Las personas neuróticas son especialmente vulnerables ante los cambios en el medio ambiente, padecen más estrés y son menos capaces de enfrentarse a él.
Por otro lado, el neuroticismo hace referencia a problemas de gestión emocional en prácticamente todas las áreas de la vida de una persona, no en unas pocas. Los individuos que obtienen una alta puntuación en los test que miden el neuroticismo son más propensos a sufrir afectividad negativa, es decir, ansiedad y síntomas de tipos depresivos. Tienden a experimentar vaivenes emocionales con mayor frecuencia que el resto de personas, dado que son más sensibles a las potenciales fuentes de frustración o de preocupación de su entorno.
Por otro lado, las personas que sufren neurosis (como entidad clínica y que va asociada a un cierto nivel de psicopatología) suelen presentar mayor temor ante situaciones que otras personas toleran y manejan eficazmente. Suelen percibir la realidad de forma más negativa de lo que realmente es, y se desesperan con facilidad ante pequeñas frustraciones que, en ojos de los demás, no revisten mucha importancia.
La personalidad neurótica y su comorbilidad
Los individuos con neurosis suelen presentar también otras características relevantes, como la ansiedad, una mayor presencia de cuadros depresivos o la tendencia a la timidez. Las personas que son propensas a la neurosis también suelen presentar fobias y trastornos de pánico.
La neurosis es un trastorno psicológico que hace sufrir a las personas que lo padecen, pero es una condición relativamente manejable, puesto que no hay presencia de cuadros graves que se suelen asociar con la psicosis, como por ejemplo los delirios y las alucinaciones.
En la neurosis, el individuo permanece en contacto con la realidad; no hay despersonalización. Los pacientes que puntúan alto en la escala de neuroticismo son emocionalmente inestables y son menos capaces de gestionar su malestar y su estrés respecto a aquellas personas que puntúan bajo en neuroticismo.
Las personas que no tienen neurosis suelen mostrarse relajadas, son más capaces de lidiar con altas cotas de estrés y presentan una mejor disposición a enfrentarse a los retos del día a día.
Señales y síntomas
Los síntomas y señales más comunes entre las personas neuróticas son los siguientes:
- Sensación permanente de tristeza
- Apatía y falta de interés por realizar actividades placenteras
- Problemas en sus relaciones personales debido a su baja tolerancia hacia los demás
- Alta sensibilidad y susceptibilidad
- Se muestran irritables, agresivos y frustrados
- Emocionalmente inestables
El neuroticismo y las dificultades para relacionarse y comunicarse
Además de los síntomas y las características ya descritas, las personas neuróticas suelen tener problemas en su lugar de trabajo, así como en todos los ámbitos donde exista convivencia con otras personas, hasta el punto en que, en casos severos, pueden ejercer como maltratadoras psicológicas.
Además, suelen tener en común una peor destreza para tomar buenas decisiones. Todos estos síntomas, si no se tratan y se enquistan en la vida personal del neurótico, pueden conducir a cuadros graves de depresión y aislamiento.
El neuroticismo y su parecido con el Trastorno Obsesivo-Compulsivo
Otro estilo de afrontamiento de la neurosis es el de algunas personas que desarrollan, poco a poco, pensamientos y preocupaciones recurrentes sobre eventos catastróficos que podrían suceder, aun cuando no hay ningún elemento racional que los justifique. Es decir, es muy fácil que su atención quede centrada en preocupaciones poco realistas, sin demasiado fundamento empírico o que simplemente se basan en algo que objetivamente tiene un poder de afectar a su calidad de vida muy limitado.
Ante estos pensamientos negativos, algunos individuos neuróticos pueden tratar de contrarrestar las posibilidades de que la catástrofe se produzca realmente, empleando ciertos rituales mentales o conductas reiteradas que pueden confundirse con las propias de las personas que padecen trastorno obsesivo-compulsivo.
Aislamiento social: ¿un problema asociado a la neurosis?
El conjunto de síntomas y características de los individuos que padecen algún grado de neurosis pueden provocar que las personas de su entorno se alejen de ellos, por ser vistos como raros y excéntricos. Esto puede conllevar cierta reclusión y aislamiento social.
En otros casos, la ansiedad y el estrés puede ir elevándose a lo largo del tiempo, dificultando sobremanera la vida diaria de estos pacientes, que viven en permanente tensión. Usualmente, son personas que se sienten heridas con facilidad; viven en un estado de ansiedad constante y con la sensación de que les puede ocurrir algo malo de un momento a otro.
Neurosis, insomnio y somatizaciones
Hay otros problemas que, muy frecuentemente, refieren las personas neuróticas. Uno de ellos es la dificultad para conciliar el sueño, hecho que les hace sentir cansados durante el día.
Otros pacientes también hacen alusión a problemas de somatización y similares: sensaciones cardíacas extrañas, sudoración excesiva, sensación de ahogo o miedo a morir en cualquier momento… Son síntomas que coinciden con el clásico trastorno de ansiedad.
Tratamiento
Dentro de lo que conocemos como neurosis se engloban una serie de síntomas y afectaciones que influyen negativamente en la calidad de vida de la persona que los sufre.
Por supuesto, existe tratamiento psicológico para minimizar el efecto de la neurosis en la salud mental de quien la padece. La psicoterapia ayuda a recuperar el equilibrio emocional y a reducir la incidencia de muchos de los síntomas descritos anteriormente, si bien por sí misma no suele hacer que los síntomas desaparezcan de por vida. Acudir a un especialista en estos casos puede ayudar a la persona neurótica a mejorar en muchos aspectos, amén de un diagnóstico y un tratamiento personalizado.
Por otro lado, las alteraciones de tipo emocional propias de lo que clásicamente se ha conocido como neurosis pueden ser tan pronunciadas que es necesario combinar la intervención psicológica con tratamientos farmacológicos. Esto es especialmente relevante en los casos en los que los síntomas vinculados con el estado de ánimo aparecen junto a otros que son de tipo psicótico.
En cualquier caso, el tratamiento de la neurosis basado en fármacos solo sirve para mitigar algunos síntomas de manera transitoria, y no permite progresar hacia la mejora. Esto, unido al hecho de que los psicofármacos siempre tienen efectos secundarios, hace que se recomiende usar los medicamentos de este tipo solo cuando sea necesario.
Referencias bibliográficas:
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