Hablar de Rusia es hablar del país con mayor extensión geográfica del mundo, el cual ha sido escenario de una gran cantidad de importantes acontecimientos a lo largo de los tiempos.
Se trata pues de un país con una larga historia, el cual cuenta con sus propios mitos, leyendas y costumbres. Es por ello que a lo largo de este artículo vamos a hablar de una pequeña selección de los mitos, cuentos y leyendas rusas más conocidas.
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10 interesantes leyendas rusas
A continuación os mostramos una serie de diez leyendas, mitos y cuentos procedentes de Rusia, algunos de los cuales también son compartidos por otros pueblos eslavos.
1. La leyenda de la Matrioshka
Dice la leyenda que había una vez un humilde carpintero llamado Serguei el cual necesitaba madera para trabajar. Un día en que estaba teniendo dificultades para hallar una madera válida, halló un tronco perfecto el cual se llevó a casa.
Serguei no sabía qué hacer con él, hasta que un día le vino a la mente la idea de hacer una muñeca. La hizo con tanto amor y tan bella que tras acabarla no quiso venderla, y le dió el nombre de Matrioshka. El joven saludaba a su creación todos los días, pero un día y de manera sorprendente esta le devolvió el saludo.
Poco a poco fueron estableciendo una comunicación y buena relación, pero un día la muñeca le indicó su tristeza porque todas las criaturas tenían hijos, menos ella. El carpintero le dijo que si la quería debería sacar la madera de su interior, algo que ella aceptó.
Serguei hizo una copia de menor tamaño, a la que llamó Trioska. Pero con el tiempo Trioska tuvo también ganas de tener hijos, con lo que con parte de su madera hizo otra versión más pequeña: Oska. La situación se repitió con ella, con lo que Serguei elaboraría una muñeca más, esta vez con bigote y con aspecto masculino para que no tuviera instinto maternal. A este último le pondría de nombre Ka. Entonces, metió a cada uno de los muñecos dentro de su progenitora. Días después, sin embargo y para desesperación de Serguei, Matrioshka y toda su prole se marcharon y desaparecieron sin más.
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2. Baba Yaga
Una de las criaturas más conocidas de las leyendas rusas y eslavas es la bruja Baba Yaga, una anciana mujer (si bien otras versiones la consideran una diosa) que habita los bosques. La leyenda dice que este ser, del que se dice que se alimenta de niños, dispone de dientes de hierro con los que fácilmente puede desgarrar la carne.
Sin embargo algunas de sus representaciones no son siempre negativas. Se dice que guarda las aguas de la vida y de la muerte, y habita en una casa la cual se desplaza con enormes piernas de pato y en cuya empalizada pueden verse numerosos cráneos humanos. También que rejuvenece cada vez que toma un té hecho con rosas azules, recompensando a quien se las trae. Se la considera la representante del límite entre la vida y la muerte.
3. El fantasma de Zhuzha
Una relativamente reciente leyenda rusa, centrada en Moscú, nos habla del amor y la muerte.
La leyenda nos habla de Zhuzha, una mujer que durante años había estado enamorada de un millonario. Un día, cuando paseaba por Kuznetski Most, oyó a un niño que repartía periódicos gritar que su amado se había quitado la vida. Justo cuando bajó de su carruaje y fue a buscar más información, fue arrollada y murió.
Sin embargo, pasaron los días y el chico que vendía los periódicos apareció muerto y estrangulado con una media de mujer, la que llevaba Zhuzha el día de su muerte. Al poco también murieron quienes habían publicado la supuesta muerte del millonario. Desde entonces han habido varios testimonios de en fantasma que recorre Kuznetski Most, en Moscú. Se dice sobre quien la ve que posiblemente tendrá la pérdida de una persona masculina cercana.
4. La leyenda de la dama de las nieves
Al igual que otros muchos pueblos que hacen frente a temperaturas gélidas, los rusos también tienen una leyenda que hace referencia al frío. En su caso además hace referencia a la infidelidad y a la traición. Se trata de la leyenda de Sgroya.
Esta en apariencia joven y atractiva mujer es un espíritu furioso que odia al género masculino debido al engaño que sufrió por parte su pareja, aunque en otras versiones es una deidad que castiga los actos de infidelidad.
Sgroya se aparece en los caminos ofreciendo sus atenciones a los varones que se cruzan con ella, seduciéndolos. De aceptar sus invitaciones y besarla, ella se volverá un témpano de hielo y llevará a su víctima a la muerte por congelación, o bien la hará enloquecer.
5. La leyenda de la ciudad de Kítezh
Algunas leyendas rusas nos hablan de la invasión que sufrieron en la antigüedad por parte de los mongoles. Concretamente, una de ellas hace referencia a la desaparición de la ciudad de Kítezh.
Según la leyenda, el príncipe Vladimir fundó dos ciudades, una llamada Maly Kitezh y otra que recibiría el nombre de Bolshói Kitezh. Sin embargo los mongoles invadieron la primera de ellas, haciendo durante el proceso prisioneros los cuales acabaron confesando cómo llegar a la segunda.
Una vez llegaron a sus cercanías contemplaron que esta ciudad no tenía ninguna muralla ni estructura defensiva, ante lo que atacaron de inmediato. Los desesperados ciudadanos rezaban por su salvación. Sin embargo, antes de que los asaltantes arribaran a la ciudad, está fue engullida ir las aguas, sumergiéndose en el lago Svetloyar y salvándola del ataque, además de hacerla invisible. Desde entonces se dice que solo los más puros pueden encontrar esta ciudad.
6. El príncipe Iván y Koschei el Inmortal
Cuenta la leyenda que el príncipe Ivan Tsarevitch prometió a sus padres, antes de morir, que buscaría esposo para sus tres hermanas. Estas son pretendidas por el Águila, el Halcón y el Cuervo, con los cuales se acaban casando y yendo a vivir.
Con el paso del tiempo el príncipe, solo, decide emprender un viaje con el fin de visitar a sus hermanas y cuñados. En su camino se encuentra con los restos de un ejército aniquilado, el cual había caído ante el poder de la guerrera Marya Morevna. El príncipe se encontró con dicha mujer, enamorándose y con el tiempo casándose y yendo a vivir al hogar de esta.
Sin embargo con el tiempo estalló una guerra en la que Marya Morevna decide participar, dejando al príncipe en su casa con la advertencia de que no abra su armario al existir en él un secreto que debe permanecer allí. Sin embargo el príncipe, curioso, decidió abrir dicho armario. En él encontró a un hombre encadenado llamado Koschei, el cual le pidió agua. Tras dársela, de pronto rompió sus cadenas y se desvaneció mágicamente, tras lo cual secuestró a la esposa del príncipe.
El príncipe decide ir en su busca, pasando en su camino por las casas de sus hermanas y cuñados y dejando tras de sí diversos objetos. Encontró el castillo de Koschei y se llevó a su amada, pero fue atrapado por el hechicero y su veloz caballo. Este vuelve a llevarse a Marya Morevna, perdonando al príncipe dado que le había saciado la sed cuando estaba encadenado. El príncipe volvió a repetir el rescate dos veces más, siendo siempre atrapado por el brujo, y en la receta ocasión este terminó descuartizándole y lanzándole al mar.
Sin embargo, los cuñados de Iván observaron que los objetos que este les dejó, de plata, se oscurecieron, a lo que acudieron y posteriormente lograron devolverle a la vida gracias a las aguas de la vida y la muerte. El príncipe acudió entonces a Baba Yaga para que le otorgara un caballo más rápido que el de Koschei, a lo que la bruja decide que si consigue vigilar a sus yeguas tres días se lo daría, aunque en caso contrario lo mataría. Este logró, con la ayuda de varios animales (los cuales le habían prometido ayudarle si no se los comía), su cometido a pesar de que la bruja lo había amañado. Sin embargo ella quería matarlo igualmente, algo que hizo que Iván robara el caballo y huyera.
Conseguido el corcel, Iván rescata a su esposa y durante la huida mata a Koschei con una coz de su caballo. Tras ello descuartiza el cuerpo y prende fuego a los pedazos. Ya libres, la pareja pudo volver a su hogar y vivir felices.
7. Los siete gigantes de los Urales
Una de las consideradas como maravillas naturales de Rusia es Man-Pupu-Nyor, la cual también tiene su propia leyenda.
Cuenta la leyenda que el pueblo mansi vivía en esas montañas. El líder del pueblo tenía dos hijos, una de las cuales era una muchacha de la cual se enamoró uno de los gigantes de la zona, de nombre Torev. Este le pidió al padre de ella joven su mano, pero el padre se negó.
Furioso, el gigante llamó a cinco hermanos y junto con ellos intentó raptar a la joven y empezó a atacar el poblado. Los habitantes huyeron, pidiendo ayuda a los espíritus. Al día siguiente el otro de los hijos del líder comandó un grupo de guerreros para hacerles frente, llevando el joven una espada mágico otorgada por los espíritus y un escudo.
El joven levantó la espada, y de ella surgió una luz que convirtió a los seis gigantes en piedra, pero por contra su uso implicaba que su portador también lo haría. Esto explica por qué son siete los montículos observables en los Urales.
8. La leyenda de la novia fantasma
Es probable que muchos de los lectores de este artículo hayan visto la película “La novia cadáver”, de Tim Burton. Lo que seguramente muchos no sabrán es que su historia está basada en gran medida en una leyenda o cuento ruso. Y este a su vez está basado en los asesinatos de mujeres judías cuando iban camino a su boda ya vestidas con el traje nupcial, así como el hecho de que existía la tradición de enterrar a los muertos con las ropas con las que habían muerto (con lo que estas mujeres asesinadas eran enterradas en sus vestidos de novia).
Dice la leyenda que un día un joven que iba a casarse viajaba junto a un amigo al pueblo donde se encontraba su futura esposa, encontrándose con una rama que se asemeja a un dedo. El joven y su amigo, jugando, colocaron el anillo de compromiso en la rama y posteriormente hicieron los votos y ensayaron los bailes nupciales. De pronto, la tierra se movió dejando ver que la rama en el fondo era un dedo, que formaba parte de un cadáver vestido de novia.
Este cadáver los miró expectantes y, observando que habían celebrado la boda, dijo que quería reclamar sus derechos como esposa. Ambos huyeron al pueblo de la futura esposa, acudiendo a los rabinos para preguntarles si el matrimonio era válido. Mientras los rabinos debatían, la muerta llegó junto a ellos y volvió a reclamar a su marido.
En ello llego también la novia viva del hombre, la cual se enteró entonces de la situación y lloró ante la posible pérdida de su pareja y sus hijos. Poco después los rabinos salieron, determinando que la boda era válida, pero también que los muertos no podían reclamar a los vivos. Fue ahora la novia cadáver la que lloró y sollozó su imposibilidad de formar una familia.
Pero la novia viva, compadeciéndose, se acercó y la abrazó, prometiéndole que viviría su sueño y tendría muchos hijos que serían de ellas dos además de del marido. Ello tranquilizó al espíritu, el cual terminó por descansar en paz y feliz a la par que la pareja pudo volver a casarse y con el tiempo tener descendencia, a quien contarían la historia del espíritu.
9. La isla de Buyan
La idea de un paraíso terrenal no es exclusiva de una o dos religiones sino que son compartidas por gran número de ellas, incluyendo rusos y otros eslavos
En este sentido, una de las leyendas más conocidas es la de la isla de Buyan. Esta isla sirve de refugio al Sol y a los vientos, así como a los viajeros. Además podemos encontrar también en esta isla las aguas curativas generadas gracias a la piedra Alaturi y a la doncella Zarya, la cual cose las heridas.
En la isla también guarda su alma Koschei el Inmortal, quién separó su alma de su cuerpo y la colocó en una aguja dentro de un huevo el cual está dentro de un plato que está dentro de un conejo, que a su vez está en un baúl que está enterrado en las reaoces de un árbol. Si alguien se hace con dicho huevo o aguja, tiene poder casi absoluto sobre el hechicero, dado que si fuera dañado Koschei moriría.
10. La leyenda de Sadko
Una de las leyendas rusas que hacen referencia a un período histórico aún anterior a la creación de Kiev es la bylina de Sadko, una antigua epopeya rusa y generalmente transmitida en verso.
La historia nos narra cómo un joven guslar (músico que toca el gusli, un antiguo instrumento tradicional ruso) procedente de Novgorod se ganaba la vida tocando, algo que hacía con gran habilidad. Sin embargo, llegó un momento en que otros músicos llegaron a la zona y poco a poco Sadko empezó a perder clientela, hasta el punto de dejar de ser contratado. Un día, entristecido por su pobreza y ante el hecho de que nadie le contrataba, empezó a tocar a orillas del lago Ilmen.
Tras acudir varias veces a tocar al Ilmen, un día se le apareció el dios de las aguas del lago. Este le dijo que le había escuchado tocar y quería ayudarle en su difícil situación. Le propuso que la próxima vez que fuera a la ciudad y le llamarán para trabajar, debía asegurar que en el lago existían peces con aletas de oro, y apostar con los mercaderes sobre que estos existían. El joven así lo hizo, y para sorpresa de todos cuando el joven y los que habían apostado en su contra zarparon en una barca para pescar encontraron que, efectivamente, al recoger las redes consiguieron coger una gran cantidad de peces de oro.
Con los peces y las ganancias obtenidas por la apuesta, el joven no tardó en hacerse un mercader de gran riqueza. Sin embargo una noche que volvía en barco, el joven volvió a tocar su música. Las aguas se agitaron, furiosas y apunto de hundir el barco. Sadko pensó que el dios de las aguas quería que compartiera sus ganancias (gracias a él ganadas), por lo que arrojó diversos barriles con riqueza sin que ello tuviera ningún efecto. Los marineros repusieron qué tal vez el dios quería un sacrificio humano, y tras sortearlo en varias ocasiones siempre le tocó a Sadko.
El joven se arrojó al agua y se encontró con el dios, que quería que tocara para él en su palacio. Allí, la música de Sadko hacía bailar al gigante con gran frenesí. Mas un día llegó un anciano al palacio mientras el joven tocaba, y le indicó que el poder del baile del dios estaba provocando grandes marejadas. Sadko decidió dejar de tocar para evitarlo, rompiendo las cuerdas como forma de justificarse.
Tras ello pidió al dios volver a su tierra, a lo que el dios terminó por ceder. En algunas versiones el dios del lago intenta ofrecerle una esposa para que se quede, a lo que tal y como el anciano le advirtió puedo zafarse escogiendo a la última y más joven de sus hijas, con la cual no consumó y tras lo que la deidad lo liberó de su servicio.