¿Es posible que la incorporación de la tecnología en las aulas esté interfiriendo en el aprendizaje de los niños y las niñas? ¿Escribir a mano ayuda a los niños en su aprendizaje de la lectura y el uso de teclado interfiere? ¿De qué forma se relacionan la textura y la escritura?
A lo largo de este artículo damos respuestas a todas estas preguntas. Nos apoyamos en la evidencia científica más actual para hablar sobre la importancia de la lectoescritura y para hacer la comparativa entre la escritura a mano y el uso del teclado.
Además, también explicamos los motivos que se han descubierto para afirmar que la escritura a mano es más eficaz para el aprendizaje de la lectura y cuáles son las implicaciones educativas de todos estos hallazgos.
La importancia de la lectoescritura en la infancia
Innegablemente, vivimos en una sociedad en la cual el aprendizaje de la lectoescritura es un hito remarcable para las criaturas. Se considera fundamental e imprescindible que interioricen tanto la capacidad de leer como la de escribir con el fin de garantizar ciertos objetivos académicos y sociales de los niños y las niñas.
Estas dos habilidades son procesos que están relacionados y que se retroalimentan. Es decir, aunque pueda parecer que se enseñan y aprenden de forma separada, la forma en que se interioriza la codificación y decodificación del lenguaje escrito influye en la comprensión y la producción del lenguaje oral y viceversa.
Las criaturas que llegan a dominar la lectura tienen más facilidades para comprender textos y esto les supone beneficios. Por un lado, integran un mayor número de palabras y su vocabulario es mayor y, por tanto, tienen más facilidades para expresarse. Por otro lado, la lectura también facilita y fomenta el desarrollo del pensamiento crítico.
Lamentablemente, algunos niños y niñas tienen más dificultades que otros en este proceso. Esto puede darse por diversos motivos que van desde la falta de estimulación temprana hasta métodos educativos poco adaptados y efectivos. Además, no pueden obviarse tampoco las dificultades explicadas por los trastornos del aprendizaje y los trastornos del neurodesarrollo.
La escritura a mano frente al uso del teclado
Teniendo en cuenta la sociedad actual en la que vivimos, cada vez es más frecuente el uso de la tecnología en el ámbito educativo. De hecho, muchos niños y niñas aprenden a escribir antes mediante un teclado que usando métodos tradicionales como el papel y el lápiz o el bolígrafo.
Esta realidad ha suscitado el interés de la comunidad científica puesto que se considera que puede suponer grandes riesgos para el desarrollo y el aprendizaje de las habilidades lingüísticas en las criaturas.
Un estudio publicado en 2025 comparó la escritura a mano con la escritura mecanografiada (con un teclado) en niños y niñas que todavía no sabían leer. Se les enseñaban letras que desconocían —eran de otros alfabetos— y posteriormente se evaluaron aspectos como: nombrar las letras, escribirlas, leer pseudopalabras y reconocer palabras visualmente semejantes.
Los hallazgos obtenidos fueron claros y confirmaban que aquellos niños que escribieron a mano las letras obtuvieron un mayor desempeño en las tareas evaluadas que aquellos niños que habían usado el teclado. Estos resultados sugieren que la escritura manual es un aspecto clave en el aprendizaje puesto que ayuda a consolidar la asociación entre la forma, el aspecto visual de la letra, el sonido y el significado de la palabra.
¿Por qué escribir a mano es más eficaz?
Se considera que al escribir a mano se realizan movimientos precisos que, a su vez, fortalecen la memoria visual y motora de las letras. Según los autores del estudio anteriormente mencionado, la codificación de la información en más de una modalidad favorece el aprendizaje porque involucra diferentes componentes cerebrales entre los cuales se destacan los perceptivos, los motores y los fonológicos.
Sin embargo, un estudio realizado en 2023 señalaba que la efectividad de escribir a mano puede estar vinculada a las habilidades motoras finas de los niños. Es decir, en esta investigación se observó que los infantes que presentaban dificultades en sus habilidades motoras tenían mejores resultados al teclear, mientras que los que tenían un buen control motor tenían mayores beneficios de la escritura manual.
Por último, es interesante destacar que en 2021 se realizó un estudio con adultos en el que se pretendía comparar los efectos de escribir a mano y los de mecanografiar en adultos que estuvieran aprendiendo palabras nuevas. En este caso, se observó que había una mayor activación semántica en las personas que escribieron a mano. Estos resultados sugieren una mayor profundidad en el procesamiento cognitivo.
Implicaciones educativas
Antes que nada, lo primero que debemos tener en cuenta es la necesidad de contemplar y entender las necesidades individuales de cada niño y cada niña. Ya hemos comentado anteriormente que hay ciertos aspectos, como las habilidades motoras finas, que pueden interferir y, por tanto, debemos facilitar alternativas que se adapten mejor a cada realidad.
Los resultados de todos estos estudios sugieren que la escritura manual debería mantenerse en el proceso de alfabetización. Durante los años de educación infantil y primaria debería mantenerse esta práctica puesto que potencia el reconocimiento, la pronunciación y la ortografía de nuevas palabras.
No es cuestión de limitar completamente el uso de los teclados, pero sí es importante que no desplace por completo la escritura a mano. Quizá sería interesante explorar opciones tecnológicas que permitan imitar el trazo manual.
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