¿Tienen los Bebés Creencias Morales?

En un reciente estudio, la ciencia investiga si los bebés nacen con moralidad o la aprenden.

¿Tienen los bebés creencias morales?

¿Los bebés nacen con un sentido innato del bien y del mal, o adquieren estas creencias morales a través de la experiencia? Esta duda ha sido objeto de debate durante siglos en la filosofía y la psicología del desarrollo. Mientras algunos teóricos, como John Locke, defendían la idea de la tabula rasa, otros han argumentado que los seres humanos poseen una predisposición innata para distinguir entre conductas prosociales y antisociales.

Un estudio realizado en 2007 por Kiley Hamlin y su equipo parecía apoyar la idea de que los bebés preferían a quienes ayudaban sobre quienes obstaculizaban a otros. Sin embargo, una reciente investigación a gran escala, llevada a cabo por el consorcio ManyBabies, no ha logrado replicar estos resultados, generando dudas sobre la existencia de una moral innata en la infancia.

El origen del debate: ¿somos tabula rasa?

La pregunta sobre si los seres humanos nacen con una predisposición moral o si aprenden a diferenciar el bien del mal con el tiempo es un debate filosófico y científico de larga data. Una de las primeras teorías sobre el tema proviene del filósofo John Locke, quien en el siglo XVII propuso la idea de la tabula rasa. Según esta perspectiva, la mente humana es como una hoja en blanco al nacer, y todo conocimiento, incluyendo las creencias morales, se adquiere a través de la experiencia y el aprendizaje.

Esta visión fue predominante durante siglos, pero con el avance de la psicología y las neurociencias, han surgido argumentos en favor de una predisposición innata a ciertas capacidades cognitivas y sociales. Un ejemplo de esto es la teoría del innatismo defendida por Noam Chomsky en relación con el lenguaje. Chomsky argumentó que los humanos nacen con una estructura mental que facilita la adquisición del lenguaje, lo que sugiere que ciertos conocimientos básicos podrían estar presentes desde el nacimiento.

En el campo de la moralidad, algunos investigadores han defendido una postura similar. Proponen que los bebés podrían tener un sentido moral primario que les permite diferenciar entre acciones prosociales y antisociales desde los primeros meses de vida. Estudios como el de Kiley Hamlin en 2007 parecían respaldar esta idea, al mostrar que los bebés preferirían figuras que ayudaban a otras en lugar de aquellas que obstaculizaban sus acciones.

Sin embargo, la idea de la moralidad innata sigue siendo controvertida. Otros expertos sostienen que los bebés simplemente responden a estímulos visuales o emocionales sin comprender realmente el concepto del bien y mal. La ciencia aún no ha dado una respuesta definitiva, y estudios recientes, como el de ManyBabies, desafían la idea de que nacemos con creencias morales preconfiguradas.

El experimento de los “ayudantes” y los “obstructores”

En 2007, la psicóloga Kiley Hamlin y su equipo realizaron un experimento que marcaría un hito en la investigación sobre la moralidad en bebés. Su objetivo era comprobar si los niños de pocos meses podrían distinguir entre comportamientos prosociales (ayudar a otras personas) y antisociales (obstaculizar a otros), incluso antes de desarrollar habilidades lingüísticas o de recibir enseñanzas explícitas sobre el bien y el mal.

Para ello, mostraron a bebés de seis y diez meses una representación simple de una interacción social. En la prueba, un personaje con forma de círculo intentaba subir una colina, pero tenía dificultades para llegar a la cima. Luego, otro personaje intervenía de dos maneras posibles: en algunos casos, actuaba como ayudante y empujaba al primero hacia arriba; en otros, actuaba como obstructor y lo empujaba hacia abajo.

Después de observar varias veces la escena, los investigadores midieron las reacciones que mostraban los bebés. Lo hicieron analizando sus movimientos oculares y observando a qué personaje extendían las manos cuando se les daba la oportunidad de elegir. Los resultados fueron sorprendentes: el 88% de los bebés de diez meses y el 100% de los de seis meses prefirieron al personaje que ayudaba.

Este hallazgo fue interpretado como evidencia de que los bebés podrían tener una predisposición innata hacia la moralidad, ya que parecían reconocer y preferir a los individuos que actuaban de manera prosocial. La investigación tuvo un gran impacto en el campo de la psicología del desarrollo y reforzó la idea de que el sentido moral no es completamente aprendido, sino que podría estar presente en los primeros meses de vida. Sin embargo, estudios posteriores han cuestionado esta conclusión, sugiriendo que otros factores podrían haber influido en los resultados.

El estudio de ManyBabies: ¿una refutación?

A pesar del impacto del estudio de Kiley Hamlin descrito anteriormente, la idea de que los bebés nacen con una moralidad innata ha sido cuestionada en los últimos años. Uno de los desafíos más importantes fue desarrollado por el consorcio ManyBabies, un grupo de investigadores que trabaja en la replicación de experimentos clave en la psicología del desarrollo.

En un esfuerzo por validar los hallazgos originales, ManyBabies llevó a cabo una versión ampliada del experimento de los “ayudantes” y los “obstructores”, esta vez con 567 bebés en 27 laboratorios de los cinco continentes. A diferencia del estudio de Hamlin, que usaba un teatro de marionetas en vivo, en esta nueva versión se emplearon vídeos animados para garantizar que cada bebé viera exactamente la misma escena.

Los resultados fueron sorprendentes: los bebés no mostraron preferencias por el personaje ayudante. Esto contradice directamente los hallazgos del estudio de 2007 y sugiere que la preferencia inicial de los bebés podría no deberse a una predisposición moral innata, sino a otros factores, como la atracción visual o la forma en que se presentó la escena.

El debate sigue abierto. Algunos investigadores argumentan que la falta de preferencia en el nuevo estudio puede deberse a diferencias en la metodología, como el uso de vídeos en lugar de una representación en vivo. Otros detractores sostienen que la replicación a gran escala sugiere que los bebés no nacen con creencias morales definidas y que su comprensión del bien y del mal se desarrolla con el tiempo, a través de la experiencia social y el aprendizaje.

Así, aunque el estudio original generó entusiasmo sobre la posibilidad de una moralidad innata, los nuevos hallazgos indican que la ciencia aún no ha resuelto del todo la pregunta de si los bebés realmente tienen creencias morales.

Interpretaciones y posibles explicaciones

El debate sobre si los bebés nacen con una moralidad innata o si adquieren sus creencias morales a través de la experiencia no es nuevo. Desde hace siglos, filósofos y psicólogos han propuesto diferentes teorías sobre la naturaleza del conocimiento humano.

El filósofo John Locke, en el siglo XVII, defendía la idea de la tabula rasa, es decir, que la mente humana es como una hoja en blanco al nacer y que todo el conocimiento, incluidas las normas morales y éticas, se adquiere a través de la experiencia. Bajo esta perspectiva, la moralidad se desarrolla mediante la interacción con los demás, la educación, la cultura y el entorno que nos rodea.

Por otro lado, algunos científicos cognitivos modernos han argumentado que la mente humana posee ciertos principios innatos que facilitan el aprendizaje moral. Este enfoque sugiere que los bebés pueden tener una predisposición a detectar comportamientos prosociales o antisociales, aunque esta tendencia no se traduce necesariamente en creencias morales definidas.

El estudio original de Kiley Hamlin parecía apoyar la idea de que los bebés poseen una especie de brújula moral desde el nacimiento. Sin embargo, la réplica a gran escala de ManyBabies ha puesto en duda esta interpretación, sugiriendo que la preferencia por el ayudante podría haber sido influenciada por otros factores, como la manera en que se presentó el experimento.

En definitiva, la cuestión sigue abierta. Aunque los bebés no parecen tener creencias morales completamente formadas desde el nacimiento, sí podrían poseer ciertas capacidades cognitivas que les permiten aprender sobre el bien y el mal a medida que crecen. Para responder con mayor certeza a esta pregunta, será necesario seguir investigando con metodologías cada vez más precisas.

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  • Lucca, K. et al. (2024). Infants’ Social Evaluation of Helpers and Hinderers: A Large-Scale, Multi-Lab, Coordinated Replication Study. Developmental Science, Vol. 28(1).

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Javi Soriano. (2025, febrero 6). ¿Tienen los Bebés Creencias Morales?. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/desarrollo/tienen-los-bebes-creencias-morales

Psicólogo

Javi Soriano es graduado en Psicología por la Universidad de Valencia y está acabando un Máster en Investigación Psicosocial. Le interesa todo lo que tiene que ver con las personas y la sociedad, pero le encanta leer y escribir sobre temas relacionados con el género, la sexualidad y las minorías. Es una persona muy curiosa a la que le encantan los debates y aprender de los demás.

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