La adolescencia es una etapa de la vida marcada por la rebeldía o, al menos, por el evidente distanciamiento entre los jóvenes que pasan por ella, por un lado, y los adultos que los cuidan o los supervisan, por el otro. Esto hace que sea muy frecuente la aparición de conflictos, fricciones entre dos sistemas de valores muy diferentes, prioridades que no tienen nada que ver y, en general, hábitos complicados de hacer encajar entre sí.
En este artículo veremos cómo gestionar los problemas de conducta en los adolescentes a partir de principios psicológicos sencillos utilizados también en terapia y programas de modificación de la conducta en general.
- Artículo relacionado: "Las 3 etapas de la adolescencia"
Consejos para gestionar los problemas de conducta en adolescentes
Aplica estas pautas educativas y de crianza para gestionar el mal comportamiento de un hijo o una hija adolescente, teniendo en cuenta que debes adaptar estos consejos al caso particular de tu familia y de la manera de ser del o de la joven.
1. Delimita cuál es el problema
El primer paso consiste en poner en palabras el problema a abordar. ¿Se pasa demasiado tiempo jugando a videojuegos? ¿No hace los deberes? ¿Te responde mal cuando le pides cosas? Dejar abierta la pregunta de qué es lo que falla suele dar paso a muchos errores, así que es importante pasar por esta etapa de análisis de la situación que, por otro lado, no suele llevar demasiado tiempo.
2. Detecta aspectos de su vida en los que te necesite
Observa con detenimiento cuáles son las prioridades del o de la adolescente. No des nada por sentado a la hora de considerar cuáles son sus gustos e intereses (algo muy común en padres y madres que mantienen una mala comunicación con sus hijos es asumir que a estos les interesa lo que les suele interesar a la mayoría de jóvenes de esa edad).
Una vez hecho eso, párate a pensar en qué aspectos de su vida te necesitan más. De esta manera, sabrás por dónde empezar a la hora de negociar el cumplimiento de futuras normas de comportamiento.
3. Aplica las normas de comportamiento
Es importante que el o la adolescente sienta que hay un antes y un después de la aplicación de este conjunto de normas, dado que las que existían anteriormente no se han cumplido. Eso aporta legitimidad al nuevo sistema de reglas de comportamiento.
Además, hay que explicar las implicaciones de cumplirlas y de incumplirlas, y aprovechar los elementos que hemos aprendido en el punto anterior: ¿qué le podemos ofrecer en mayor cantidad si lo hace bien? ¿Y qué empezaremos a ofrecerle menos en caso de incumplir las normas?
- Quizás te interese: "Los 8 tipos de conflictos familiares y cómo gestionarlos"
4. No amenaces con castigos
En general, es desaconsejable apostar por la vía de los castigos; los adolescentes ven en esto una confirmación de que no deben esforzarse por satisfacer a sus padres, que normalmente son vistos como personas demasiado diferentes a ellos como para aspirar a cumplir con sus expectativas.
Un castigo suele alienar al joven que lo sufre, al aumentar su hostilidad hacia la persona que ha impuesto esa medida punitiva. Cuando se utilizan, debe ser solo ante comportamientos muy dañinos, y siempre aportando una explicación que muestre claramente el porqué de la situación.
5. Muestra tu satisfacción ante sus avances
Dale la enhorabuena cuando consiga progresar, que note que lo que hace tiene un impacto inmediato en tu actitud hacia él o ella y además aumenta su autoestima. No sirve de nada ocultar que estamos contentos con lo que consigue, en todo caso le estamos retirando incentivos para seguir.
6. Aplica todo lo anterior de manera consistente
Evita en todo lo posible contradecirte, hacer que las normas de comportamiento varíen radicalmente, y en general mostrar arbitrariedad en tu manera de establecer reglas a seguir. Si lo haces, estarás mostrando que ninguna de esas medidas en lo suficientemente eficaz ni tiene sentido, y que por consiguiente nadie debería tomárselas en serio.
Referencias bibliográficas:
- Danzer, G. (2014). Multidimensional Family Therapy in Theory and Practice. Child and Youth Services 35(1), pp. 16 - 34.
- Dorn L.D.; Biro F. M. (2011). Puberty and Its Measurement: A Decade in Review. Journal of Research on Adolescence. 21(1): pp. 180 - 195.
- Larson, R., & Wilson, S. (2004). Adolescence across place and time: Globalization and the changing pathways to adulthood. In R. Lerner and L. Steinberg Handbook of adolescent psychology. New York: Wiley.
- Ramírez, M.A. (2005). Padres y desarrollo de los hijos: prácticas de crianza. Valdivia: Estudios pedagógicos.
Newsletter PyM
La pasión por la psicología también en tu email
Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos
Suscribiéndote aceptas la política de privacidad